Chus Mateo y Hanga le discutieron el MVP a Yabusele

27 puntos, 6 rebotes, 5/5 en tiros de dos y 8/8 en tiros libres para 37 de valoración. Estos números no dejarían duda: Yabusele ha sido el indiscutible MVP del segundo partido de la serie entre Real Madrid y Joventut (90-73). Aunque la nomenclatura de este segundo duelo deja otros tres nombres que han despertado el furor en el WiZink Center. Curiosamente, la suma de los tres no es más que 12 puntos, 15 menos que la suma total del interior francés. Pero el baloncesto es un deporte de intangibles, que encumbra actuaciones para el recuerdo con apenas unos créditos de valoración de por medio. Hablamos de Chus Mateo, Adam Hanga y Rudy Fernández. Y a su alrededor, una estrella en ciernes: Kyle Guy.

El Real Madrid se jugaba media supervivencia en el playoff este jueves. Y Chus Mateo tenía una misión: frenar a Kyle Guy. El francotirador estadounidense fue verdugo en el primer encuentro, con 30 puntos en su casillero. Lo suyo fue un sinfín de recursos y un repertorio magistral de anotar tiros casi imposibles, con defensores dejándole escasos centímetros para armar el brazo. Incluso el WiZink Center le reconoció, probablemente con la figura de Jaycee Carroll en el recuerdo.

Era necesario un plan contra el escolta. Otra noche en trance, como acostumbran los tiradores de su calibre, podía resultar fatal. Y el técnico respondió con una estrategia férrea, que no dejó lugar alguno a la sorpresa. Guy acabó con cinco puntos, 0/2 en tiros de dos, 1/5 en triples, ⅔ en tiros libres y cinco pérdidas de balón en 34 minutos para un total de 3 de valoración. Una actuación pobre y más en comparación a su exhibición en el sorpresón verdinegro en casa del Real Madrid.

De inicio, Chus Mateo colocó a Adam Hanga como un perro de presa. El objetivo era no dejar a Guy ni respirar. Tómenlo como literal. El húngaro estaba pegado a él, no le dejaba recibir, ni moverse. Un marcaje estelar, de los que resuelven partidos. El escolta cerró el primer cuarto sin anotar, sin apenas participar. Natural. El alero blanco no se lo permitió. Incluso con mentalidad de veterano, apretando el lado débil en penetración para restarle opciones cuando Tavares le tapara el camino natural hacia el aro. Un día más en el que se ganó la renovación a pulso: acaba contrato y su continuidad está en el aire. Mientras, el técnico le coloca de inicio y responde con un gran rendimiento.

El desgaste no importaba, cuando el exblaugrana no respondiera, tenía otro muro en el banquillo. Cómo no, Rudy Fernández. Otro de los mejores defensores del equipo, al que nadie discute. En su caso, guarda una intensidad envidiable e impropia de su edad, aunque físicamente Hanga puede llevarse el duelo. Aun así, el '5' tampoco dejó ni respirar a la estrella del Joventut, realizando un marcaje individual feroz. El objetivo ya no solo era parar a Guy, sino que este no pudiera ni siquiera recibir el balón.

Una obra de ingeniería que salió a la perfección. De hecho, el primer punto del norteamericano llegó con Hanga y Rudy en el banquillo y defendido por Fabien Causeur. Tanto esfuerzo defensivo tuvo consecuencias en ataque: al descanso, cumplieron de forma brillante su labor a costa de ejecutar dos tiros el húngaro y ninguno el español en más de ocho minutos por cabeza.

El Joventut, no obstante, se marchó con ventaja gracias a que asumieron el liderazgo Andrés Feliz, pletórico de nuevo esta noche, y Joel Parra. Tomic no había aparecido y Kyle Guy se fue a vestuarios con -6 de valoración y 18 minutos sobre la pista. El Real Madrid era consciente de que la inspiración de los líderes en la primera mitad iría a menos con el paso de los minutos en la faceta anotadora y que frenar así al tirador les acercaría notablemente al triunfo.

Solo un triple de Kyle Guy en la cara de Hanga en mitad del tercer cuarto recordó al 'killer' que silenció al WiZink Center tan solo dos días antes.El principal objetivo era sanar la enorme herida que este había provocado y empatar la serie. Chus Mateo lo logró y el público reconoció con ovaciones a sus dos principales lacayos. También a Yabusele, el depredador que se impuso en ataque. Eso sí, el MVP se le pudo discutir: Hanga y Rudy pararon al jugador que el martes parecía imparable.