LIGA ENDESA

Cuatro días abandonado en un bosque, abuelos que huyeron de los nazis y la anotación del siglo en la ACB: así es Landesberg

El flamante fichaje del Gran Canaria no logró entrar en la NBA tras ser sancionado por su universidad por faltar a clase.

Sylven Landesberg, en un partido en China./GETTY
Sylven Landesberg, en un partido en China. GETTY
Jonás Pérez

Jonás Pérez

Sylven Landesberg ya es nuevo jugador del Dreamland Gran Canaria, en lo que será uno de los movimientos del verano en la Liga Endesa. El alero estadounidense tiene detrás un sinfín de historias que han ido labrando a un anotador compulsivo, que todavía ostenta la mejor anotación del siglo XXI en la ACB. En 2018, vistiendo la camiseta del Movistar Estudiantes, alcanzó la astronómica cifra de 48 puntos. Lo logró, además, en todo un Palau Blaugrana, hasta convertirse en la 13ª mejor actuación individual de la historia de la competición, con cifras de otros tiempos. Ese es el registro de un huracán que ahora regresa para tratar de llevar al equipo canario, de nuevo, al derecho de jugar Euroliga.

Pero en la piel de este norteamericano de 33 años hay decenas de episodios a destacar... Quien sabe si su falta de responsabilidad fue la causante de que ahora no estuviera codeándose con grandes estrellas de la mejor liga del mundo... Nacido bajo suelo americano, los orígenes de Landesberg se remontan a la épica nazi cuando sus abuelos paternos (judío austriaco, él; y polaca descendiente de esclavos, ella) tuvieron que huir del régimen hacia Estados Unidos. Ahí ya nació su padre y, en 1990, él. Desde pequeño se forjó en el mundo del baloncesto y se enroló en la Universidad de Virginia, donde explotó toda su capacidad anotadora, promediando 17 puntos por partido.

Sin embargo, sus éxitos en el baloncesto no iban de la mano con un alumno modélico en el plano académico. Landesberg faltaba demasiado a clase de forma intencionada y, por supuesto, no quedó exento de consecuencias. La universidad decidió suspenderle y, por ello, tuvo que dejar de competir. Aun así, se propuso llegar a la mejor liga del mundo y se presentó al Draft. No fue seleccionado ni tampoco recibió una oportunidad tras disputar con los Kings la Summer League.

Los orígenes de sus abuelos le llevaron a probar la aventura israelí, firmando con el Maccabi Haifa, donde arrasó, con más de 20 puntos de promedio. Su intención era lanzarse a la NBA, si bien no recibió la esperada llamada. Sí del Maccabi Tel Aviv en 2012, donde pasó cinco años inolvidables en los que llegó a conquistar la Euroliga, aunque, eso sí, con una participación testimonial.

A la deriva en un bosque de Israel

Una vez asentado en Israel, Landesberg quiso lograr la nacionalización, para la cual era necesario superar un programa de entrenamiento militar junto al Ejército. Para ello, fue soltado en un bosque con lo más básico para desatar su instinto de supervivencia: un saco de dormir, cuatro latas de atún y un arma. Tenía que sobrevivir durante cuatro días a la intemperie.

Lo logró, aunque quizás era poca cosa para un anotador curtido bajo las leyes de la calle, en los barrios más salvajes de Nueva York: "Aprendí baloncesto en el parque. Juegas contra los mayores. Jugábamos al rey de la pista, un uno contra uno, una batalla. O anotas o te vas fuera. Si puedes anotar en el parque, entonces eres un tirador". Además de su extrema experiencia, se ejercitó junto a otros militares y aprendió a cargar un arma y lo más básico en defensa personal.

La jungla ha vestido por los pies al nuevo fichaje del Dreamland Gran Canaria, un asesino silencioso, capaz de ostentar el mejor registro de los últimos 23 años en la Liga Endesa. Internacional con Austria, tiene también las nacionalidades israelí y estadounidense, además del origen polaco de su abuela y el de Trinidad y Tobago de su madre. Un conglomerado de países y experiencias que llevan a Sylven Landesberg a ser uno de los nombres más temibles de la temporada que está por comenzar. Un fichaje de élite para una competición de élite.