OPINIÓN

El desafío de encontrar cupos: de la formación al 'descubrimiento'

Rodions Kurucs se cuelga del aro en el partido ante la Penya. /ACB PHOTO/J. BERNAL
Rodions Kurucs se cuelga del aro en el partido ante la Penya. ACB PHOTO/J. BERNAL

Encontrar cupos, o jugadores formados localmente, para nuestros equipos de Liga Endesa es a veces una Misión Imposible o como el título de aquella película de Indiana Jones: En Busca del Arca Perdida. Haberlos, haylos, pese a que el salto de junior a sénior es un salto al vacío, y haya que conseguir ponerle de una vez una red para que no se nos vayan más potenciales jugadores profesionales por el desfiladero.

El problema es que cada uno tiene su camino, su propio proceso de maduración, y un ecosistema en el que es capaz de encajar o adaptarse para dar el salto a una competición tan exigente como la Liga ACB. Y a veces las partes o al menos una de ellas, jugador o club, no tienen o la suficiente paciencia o demasiada prisa.

Seguro que recuerdan al Rodions Kurucs que llegaba al Barça en edad junior y tras jugar un par de temporadas en el filial en LEB Oro, llegando a disputar algunos partidos con el primer equipo en ACB y Euroliga, daba el salto a la NBA con los Nets allá por 2018. Tres temporadas de más a menos, y una última, la 2020-21, pasando de los de Brooklyn a los Rockets para acabar en los Bucks antes de volver a Europa.

Probablemente se fue demasiado joven a la NBA, sin hacer, y en su vuelta no cuajó con el Partizan de Obradovic ni fue lo determinante que se esperaba el pasado curso en el Betis. Tanto fue así que en diciembre se marchaba al Strasbourg, con su seleccionador Luca Banchi, demostró de lo que era capaz. El UCAM Murcia lo fichaba antes de su desempeño en la Copa del Mundo en la revelación Letonia y se ha convertido en pieza clave del equipo de Sito Alonso como un auténtico multiusos. Y todo esto en tan sólo 25 años. Ah, y es cupo.

Desde su atalaya de los 2,18 m, a la tercera ha ido la vencida para Felipe Dos Anjos: primero jugó cuatro partidos en el San Pablo Burgos en la 2017-18; después volvió a la Liga con el Bilbao en la 2020-21, hasta asentarse este curso en el MoraBanc Andorra con el que ascendió.

Formado en la cantera del Real Madrid, el brasileño ha tenido que foguearse en la Segunda División de nuestro baloncesto, siendo precisamente su actual entrenador, Natxo Lekano, el que, confiando en sus condiciones de jugar mucho contra él, le sacaba todo el jugo para acabar como tercer jugador más valorado de la pasada de la LEB Oro con 17,91 créditos tras ser el cuarto mejor reboteador (6,88 rechaces) y atesorar el segundo mejor porcentaje en tiros de dos puntos con un 70,23 %.

En lo que llevamos de ACB, a sus 25 años, ya ha superado sus récords individuales en puntos, tapones, recuperaciones y valoración, siendo capital en los triunfos en Badalona ante el Joventut y en casa ante el Zunder Palencia en el primer triunfo de los del Principado este curso. Otro cupo.

Como cupo es Juan Fernández, sobre el que el Breogán y Mrsic tuvieron muy claro que era un jugador idóneo para su proyecto. El argentino, que ya había jugado 13 partidos con el Fuenla la temporada 2021-22 debutando con 18 años para jugar un total de 27 partidos el pasado curso, ha batido sus récords de anotación, precisamente frente al equipo que debutó, el Real Madrid, de asistencias, recuperaciones, tapones y valoración. Promedia 10,5 puntos con un 36,4 % en triples a lo que suma 5,3 rebotes en menos de 22 minutos. Y sólo tiene 21 años recién cumplidos.

Quemar etapas muy rápido no suele ser un buen consejo. Y el ejemplo es otro canterano blanco, Melwin Pantzar, que, tras probar suerte en el tramo final de la temporada 2020-21 en el Baxi Manresa, una vez completado su compromiso con el equipo LEB, desoía cantos de sirena de equipos ACB el pasado curso para acabar de consolidarse en la LEB Oro en el Real Valladolid y completar tres temporadas acabando como segundo jugador más valorado con 20,06 puntos de valoración. Tanto que hasta me chivan que se ha dado de alta en la LigaSports para seguir viendo los partidos de su equipo.

Si ya había destacado en el arranque de temporada con el Surne Bilbao Basket, siendo el contrapunto perfecto con el físico a la experiencia de Renfroe, su espaldarazo definitivo, en la jornada 12ª coronándose como MVP de la jornada en el triunfo del Surne Bilbao Basket frente al Valencia Basket en la Fonteta. 23 puntos con sólo un fallo en el tiro, 3 asistencias, 2 rebotes, 2 robos y 6 faltas recibidas para 32 de valoración y romper racha de seis derrotas seguidas en ACB.

"Es un jugador con mucho corazón y con mucha fuerza. Hoy ha encontrado la forma de ir hacia el aro, ha tenido acierto en el tiro y ha podido equilibrar muchas cosas de su juego. Esa ha sido su virtud. Lo mejor es que mirará el vídeo y verá las cosas que ha podido hacer mejor. Es joven, pero tiene muy bien puesta la cabeza y lo aprovechará para ser mejor jugador", decía Jaume Ponsarnau a la finalización del choque sobre el internacional absoluto sueco de 23 años. Ah, y también es cupo.

Y luego hay historias de cuento, como la de Lluís Costa. "Tenía decidido que dejaba el baloncesto y ahora mi nombre suena para la Selección", decía precisamente en Relevo el que es el base de moda en la Liga Endesa. Manresa (2016-17) y el tramo final de la temporada 2018-19 en el Monbús Obradoiro después de que el Betis cortara su +1 tras ascender en la LEB Oro fueron sus anteriores experiencias ACB.

Encontró su sitio en el Covirán Granada, en el que cumple su cuarta temporada (dos en cada competición) y ya domina la Liga Endesa como lo hacía en la competición inferior, con el mismo desparpajo que jugadores de la LEB recién llegados como Juani Marcos en el Bàsquet Girona. Y es que, a día de hoy, Costa es el mejor base nacional de la competición. Duodécimo más valorado (16,6 créditos, los mismos que el décimo que es Brandon Davies), es el cuarto mejor asistente (5,3), añadiendo a su estadística 13,4 puntos, siendo el octavo jugador que más triples mete con 2,1.

"Cuando fui al Barça B cambié el chip. Lo que me propuse era disfrutar del baloncesto y ya se vería donde me permitía llegar. En ningún momento pensé que llegaría un momento así, incluso de volver a la ACB, que lo veía muy complicado, y por lo tanto el hecho de llegar me ha hecho disfrutarlo, en vez de obsesionarme con querer siempre hacerlo lo mejor posible. Me centro en disfrutar, que me ha costado muchísimo llegar hasta aquí, y ahora más que sufrirlo como me pasaba antes, lo disfruto", decía en una reciente entrevista en Listos para Romperla de Movistar+.

Asimismo reconocía que la LEB Oro "curte 100 %. Es una Liga muy dura que quizás no se le tiene el valor que realmente tiene. Hay gente muy muy buena y hemos visto los últimos años que los jugadores que salen de allí dan el nivel para jugar en la ACB y sobre todo cuando eres joven te las dan por todos lados y creo que es una muy buena manera de introducirte en el mundo profesional".

Y más ejemplos como el del montenegrino Jovan Kljajic, que convencía a un Lakovic para quedarse en el Granca. Su técnico reconocía que "está trabajando como siempre, ha dado un paso más en el equipo y con su ayuda y su esfuerzo, podremos llegar a más. En ataque el equipo confía en él y sabe muy bien cuál es su rol en la pista. Tiene muy buena actitud, trabaja bien y es su segundo año, por lo que conoce lo que tiene que hacer".

Pasó la temporada 2020-21 cedido en el Bilbao y la campaña siguiente, la 21-22, en el Prienai lituano. Ha tenido actuaciones destacadas como los 15 puntos ante el Ulm en Eurocup o los 9 tantos frente al Obradoiro cubriendo, en ambos casos, la baja del cañonero Landesberg. Es cupo y cuenta con 22 años.

Qué decir de un Sedekerskis, que con 25 años ha alcanzado la solidez con el Baskonia después de haber fichado… ¡hace diez años! y haber pasado por… la LEB Oro (Araberri y Peñas Huesca), una cesión en ACB (San Pablo Burgos), y dos experiencias en su Lituania natal (en el Neptunas Klaipeda). Es el octavo más valorado de la Liga Endesa con 16,8 de valoración... y acaba contrato este verano… como Mario Hezonja, que, formado en el Barça, se fue a la NBA para acabar volviendo a Europa y acabar jugando… en el Real Madrid. Otros dos cupos.

Y es que creo que no están las cosas como para que vuelen los cupos como hemos visto con Zagars, tras brillar en la Copa del Mundo y al que siguen sin dejarle tener continuidad las lesiones, fichado por el Fenerbahçe y cedido a los Wolves lituanos o el otro Kurucs, Arturs, ahora retornado para jugar junto a su hermano en el UCAM Murcia.