Un impreciso Madrid salva su partido ante UCAM Murcia con dudas y en el último cuarto

El Real Madrid, liderado por la aportación de Dzanan Musa (15 puntos, 4 rebotes), logra una trabajada victoria ante el UCAM Murcia (80-75) que le permite seguir al frente de la competición liguera, pero no evita su sensación de falta de confianza del equipo.

Nueve meses después de verse las caras en la final de la Liga Endesa sobre el mismo escenario, las cosas son bien distintas. No solo ha cambiado el nombre del pabellón, sino también las pulsaciones de los dos conjuntos. Los locales, aunque líderes de la competición, se muestran dubitativos en Europa y 'mortales' en general. Los visitantes ya se quedaron sin Copa del Rey y van a tener que pelear por meterse en playoffs.

Confrontados esta vez sin la presión de un título en juego unos y otros han salido liberados. Más el bando murciano, que no tenía encima el peso de la mochila de un rival que venía de naufragar en su visita continental al Panathinaikoscon un alarmante 3 de 26 en triples.

Esas tristes figuras ya las había arreglado en el primer cuarto, del que se marchaba con hasta cuatro aciertos perimetrales, dos de Dzanan Musa y otros tantos de un Usman Garuba al que dejaron tirar con libertad y que también aportaba en la pintura en el arranque. Eso sí, se iba desinflando y en mitad del caos en el segundo acto llegaba a firmar hasta dos recuperaciones y dos pérdidas en una misma jugada.

Porque el tramo que comprendía los diez minutos previos al descanso era extraño. Se inciaría con un parcial de salida de 0-9 que ha incluido siete puntos de Rodion Kurucs, intratable hasta que ha salido a defenderle Eli John Ndiaye. Seguía con un 8-0 que amortiguaba el golpe. Y concluía con un pobre 14-15 final.

Distinto ha sido lo anterior, con un UCAM osado donde comenzaría brillando Simon Birgander pese a la oposición de Walter Tavares, antes de que terminara revolviéndolo todo D.J. Stephens con 8 puntos consecutivos, cuyo efecto solo aminoraba el trabajo en el juego interior de Bruno Fernando.

El tercer cuarto irrumpía plomizo, como lo había sido el segundo. Apenas ocho puntos anotaban entre ambos en casi cuatro minutos, tres de ellos desde la línea de tiros libres, fruto de la falta de puntería y de las interrupciones. Por suerte cambiaba la dinámica, aunque no lo suficiente para llamar al frenesí.

De uno en uno, el Real Madrid iba mordiendo la desventaja hasta situarse por delante por primera vez tras veintiocho minutos de partido. Un hito momentáneo, porque era el UCAM quien pisaba la media hora con un punto de renta favorable de cara a un final con pinta de abierto (58-59, m.30).

No cambiaba el aspecto en la vuelta al parqué, aunque se ha visto a un anfitrión más dispuesto, capaz de firmar un parcial de 7-0 que dada la igualdad solo le servía para adquirir una ligera euforia que se iba apagando poco a poco el UCAM. De esta forma, el duelo estaba empatado a falta de tres minutos gracias a Ludde Hakanson (72-72, m.37).

Una canasta de Alberto Abalde y dos libres de Facundo Campazzo parecían ser suficientes, pero Kurucs quería más y con un triple volvía a apretar el choque. Finalmente más libres, dos del argentino y dos de Tavares, sumados a efectivas defensas, han cerrado el enfrentamiento en favor de los de Chus Mateo.