La reflexión de Ibon Navarro sobre el contraste entre las expectativas y el "sentirse jugador" que tiene que recuperar Olek Balcerowski: "Es casi un juguetito roto"
El técnico de Unicaja confesó que el pívot "no está disfrutando" de su juego y que el equipo le apoya para que vuelva a su mejor versión: "La suerte es que se puede equivocar"

Una de las cosas que más en falta se echa en el baloncesto muchas veces es la paciencia. Esa para hacer que un jugador pueda entrar en dinámica o que pueda hacer que los jóvenes ganen más confianza aunque se equivoquen. Básicamente, porque en la gran mayoría de equipos los resultados se necesitan más a corto que a medio plazo. Se ve en los equipos grandes, que tienen la exigencia de ganar para no desviarse ni un ápice de sus objetivos de pelear (y conseguir) títulos, pero también en los pequeños, en los que la necesidad de victorias para mantenerse en la élite apremia. Si bien, siempre hay excepciones. Se ha visto esta temporada en el Barça con Juan Núñez, en el Real Madrid con Hugo González y también en Unicaja, equipo en el que precisamente su entrenador, Ibon Navarro, dejó este sábado una reflexión acerca de ello a tenor de la situación que vive uno de sus jugadores: Olek Balcerowski.
El polaco despuntó desde muy joven en el Gran Canaria (fue el más joven en debutar en el club y un par de temporadas después, incluso se llevó el premio a mejor joven de la Eurocup). Pronto su nombre estuvo en el punto de mira de equipos grandes de Europa, como fue el Panathinaikos, con el que se alzó campeón de la Euroliga el año pasado, justo antes de firmar este verano por el Unicaja. Un palmarés y unas oportunidades más que importantes para un jugador que acaba de cumplir hace un par de meses los 24 años. Y al final, toda esa presión le ha acabado pasando factura.
"Necesita ayuda, le vamos a ayudar seguro. Me he controlado mucho hoy. Pero bueno, hay que ayudarle, es un jugador muy importante para nosotros, es muy joven, voy a decir que es casi un juguetito roto ahora mismo, pero es que esto ya sabíamos que iba a pasar, viniendo lo que viene… lo sabíamos. Es muy joven, hay unas expectativas demasiado altas a su alrededor y hay que ayudarle, acompañarle y la suerte que tiene es que se puede equivocar porque tiene detrás un equipo que le apoya y que además cubre los errores que pueda cometer", reconoció Ibon Navarro después del partido ante el Covirán Granada en el que, una vez más, al pívot se le vio con cierta frustración si cometía algún error.
Y es que si algo tienen claro en Unicaja es que van a tener paciencia para intentar recuperar a ese Balcerowski que ya demostró su pedigrí en Gran Canaria y que puede dar un salto (más) de calidad a la plantilla. Porque ahora, que no esté en esa versión, es fruto de la frustración que siente a tenor de todas esas expectativas que se generaron tan pronto. De ahí que, para Ibon Navarro, la paciencia con él y el acompañamiento sea fundamental.
"Hay que acompañarle en este proceso de volver a sentirse jugador, volver a disfrutar porque no disfruta nada jugando. Y, para un chaval de 23 años, si cuando está jugando no disfruta, es muy difícil jugar bien, porque un chaval de 23 años tiene que disfrutar jugando y él ahora mismo sufre más que jugar, entonces hay que ayudarle", indicó el técnico.