Ismaila Diagne, la nueva joya juvenil del Madrid al que un despiste de Chus Mateo convirtió en historia

Cuando el WiZink Center vio que durante la presentación del Real Madrid este domingo se colaba, con el número 4, un chaval de la cantera, los aplausos sonaron de forma especial. No es para menos. Un chaval que sólo tiene 16 años entraba en convocatoria de, nada más y nada menos, un Clásico. Algo que no pasaba desde Luka Doncic. Sin embargo, cuando se vio que, además, Chus Mateo apostaba por él para salir de inicio los focos y las miradas se fueron hacia él. Ismaila Diagne (Senegal, diciembre de 2006) acababa de hacer historia al convertirse en el jugador más joven en jugar un duelo ante el Barça, incluso por delante de Doncic.

Pero lo cierto es que toda esa atención acabó acaparándola más que por el dato, por lo que dejó sobre el parqué. Porque nada más salir, mostró una intensidad, una lectura de juego y un saber hacer más propios de un jugador joven, pero ya con experiencia. Y no, este no era su caso. Porque aunque la temporada pasada, Chus Mateo le hizo debutar a ante Unicaja, este no fue más que testimonial, no llegó al minuto.

Siete rebotes cazados fueron la carta de presentación durante los primeros minutos de este joven pívot de 2,14 metros. Dato que bien deja claro que sabía perfectamente dónde tenía que estar para suplir la ausencia de centímetros en la pintura que tenía el Real Madrid con la baja de Tavares. Si bien, sus números acabaron siendo para enmarcar. Tanto que incluso superó en valoración, con 16, a toda la plantilla del Barça a excepción de Rokas Jokubaitis (18). Nueve puntos, ocho rebotes, una recuperación, un tapón, dos mates... ¡y ninguna pérdida! fueron sus números. Aunque lo mejor fue más allá de las estadísticas.

Ismaila pasó de ser ese jovencito que hace unos meses dejó claro que era el dominador de las pinturas juveniles de la Comunidad de Madrid y las pinturas senior del Grupo EBA, para ser un seguro defensivo del Real Madrid. Un pívot capaz de defender sin miedo a los jugadores de uno de los mejores clubes de Europa y capaz de sumar en ataque dentro de la zona. Por eso, la ovación del WiZink ante su actuación fue más que merecida. Porque no, no parecía un chaval de 16 años que se estrenaba, de verdad, entre la élite. Basta con saber que ni Chus Mateo conocía realmente la edad que tenía.

"No sabía que tenía 16 años, de verdad te lo digo. Es una anécdota. Me alegro porque el chico trabaja bien y es una recompensa al trabajo", comentó el técnico blanco en rueda de prensa. Y dejó clara una cosa: "No son los jóvenes los que pisan fuerte, los buenos pisan fuerte. Es fácil poner a los jugadores buenos. Ahora tienen que darle continuidad", aseguró el técnico blanco. Porque, eso sí, "si hubiera jugado mal no hubiera jugado tanto, pero lo ha hecho bien. Esto es lo que nos va a hacer poder alargar la rotación", dijo. Y también se ganó el aplauso de sus compañeros.

"Ismaila nos ha ayudado mucho", aseguró Sergio Llull. Mientras que Facundo Campazzo destacó que "es un niño y con la energía que lo hizo Nos da un plus extra y nos contagia. Al final necesitamos eso. Que disfrute. Él se centró en defensa y en las cosas que tenía que hacer en ataque, lo justo y necesario, no más. No ha habido que forzar nada, él es un buen bloqueador. Hizo un gran trabajo".

Ismaila Diagne se acabó convirtiendo en el arma secreta del Real Madrid ante un Barça que se quedó descolocado al verle en pista. Y eso ya habla por sí solo de lo que puede dar de sí para la plantilla blanca. Ahora, como aseguraba Mateo, "tiene que tener continuidad" en cuanto a buen juego. Y lo importante es que tiene tiempo para mejorar y demostrarlo. Por eso se puede decir que el Real Madrid tiene mucho futuro para el juego interior. Y casi que también es ya presente a tenor de lo visto este domingo. El Barça, desde luego, puede dar fe de ello. Bienvenidos al futuro.