LIGA ENDESA

Oscar Schmidt, Chicho Sibilio… y Markus Howard, la combustión de un anotador labrado en la fe

El jugador de Baskonia reclama su puesto en la élite europea tras igualar una marca triplista de los 90.

Markus Howard celebra una canasta contra el Barça./ACB Media
Markus Howard celebra una canasta contra el Barça. ACB Media
Guillermo García

Guillermo García

Markus Howard aterrizó en Europa la pasada temporada y desde su llegada se destapó como un anotador compulsivo. Un jugón que apenas necesita un bote y un centímetro de separación para entrar en combustión y bombardear el aro rival, como hizo ante el Barcelona con 37 puntos (21 de ellos en la segunda mitad) y ocho triples.

En este partido el jugador estadounidense se ganó un puesto en la historia tanto del Baskonia como de la Liga Endesa. Lo hizo a base de triples, ese recurso con el que aporrea las puertas de la élite europea desde hace dos años, convirtiéndose en el jugador que más triples ha intentado en un partido en la historia de Baskonia (por delante de Chicho Sibilio, en un dato recordado por Javier Gancedo) y en la historia de la ACB. Howard lanzó 22 veces desde más allá del arco por las 19 que lo hizo Oscar Schmidt en un Murcia-Valladolid de la temporada 1993-1994.

Howard va de exhibición en exhibición y desde que empezó a taladrar aros en Arizona, mantiene un idilio con la canasta rival. Sólo hay que ver los datos para darse cuenta de ello: es uno de los máximos anotadores en la historia de la NCAA (22º en la lista de los mejores encestadores de la liga universitaria con 2.761 puntos y 21,6 de media) además de ser el líder de la Universidad de Marquette, donde jugaron entre otros Dwyane Wade o Jimmy Butler.

Para él tirar a canasta es una parte mecánica de su día a día, lo hace casi sin querer. Como respirar. O como rezar. "Todo lo que tengo no sería posible si no fuera por Dios". Son las palabras que le acompañan desde siempre. Desde que comenzó a jugar al baloncesto y desde que empezó a destacar por su facilidad para anotar en el aro rival. "Estoy agradecido por todo lo que él me ha dado", aseguraba en una entrevista a pie de cancha tras su último partido con la camiseta de los Golden Eagles.

Y no son palabras vacías, que se quedan en el aire sin más. Para Howard cada una de ellas tiene significado y lo demuestra con sus actos. Nada más entrar en Marquette lo primero que busco fue la capilla más cercana para poder orar, usa el número '0' desde su etapa universitaria para recordarse a sí mismo que sin la ayuda de Jesucristo "no sería nada". Además, antes de cada partido lee un versículo de la Biblia y reza justo antes de saltar a la cancha.

Su cuerpo lo recorren tatuajes entre los que destacan dos referencias bíblicas. La primera es Jeremías 29:11: "Porque yo sé los planes que tengo para ustedes", declara el Señor, "planes de bienestar y no de calamidad, para darles un futuro y una esperanza". La segunda es Filipenses 4:3, "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece".

Hay más. Howard no sólo le dedica a Dios cada una de sus canastas (y son muchas a lo largo de los partidos) sino que también le entrega parte de su trabajo. En su tercer año de universidad, tras pasar el verano en Costa Rica construyendo pistas de baloncesto para las comunidades más necesitadas, el base creó la Fraternidad de Atletas Cristianos, con los que empezó a hacer lecturas de la Biblia. "Grupos de deportistas de todo el país mel llamaban para hacer lo mismo en sus universidades", confesaba antes de partir a la NBA.

Una liga que sigue en su mente, pero él prefiere centrarse en una temporada en la que se ha consolidado como uno de los mejores anotadores de Europa. "Las temporadas son muy largas y muchos altibajos, pero queremos usar lo que sucedió el año pasado, corregir y aprender de nuestros errores", aseguraba el base a Relevo en la presentación de la Liga Endesa. Y pese al irregular comienzo de curso la nave vitoriana va recuperando el rumbo para soñar con los playoffs tanto en Europa como en ACB. "Aprender de los errores. Ese es el tema. Estoy seguro de que haremos todo nuestro poder para tratar de corregir esas cosas".