Pablo Laso: "Si vamos a jugar la Liga, la Copa y la Euroliga, intentaría ganar la Liga, la Copa y la Euroliga"
El técnico vitoriano atiende a Relevo en su campus y repasa su salida del Bayern, su fichaje por Baskonia y las batallas que le quedan como entrenador.

Pablo Laso combate el calor de un intenso mes de julio en Madrid. Lo hace desde el lugar que ha convertido en su ecosistema: la cancha de baloncesto. Allí se formó como uno de los mejores bases del basket nacional, allí ha dejado su impronta como uno de los grandes entrenadores de la historia y allí intenta enseñar a los más jóvenes los secretos de un deporte que ha convertido en su vida. Ahora lo hace en el Pablo Laso Training Camp, en la Universidad Camilo José Cela, y luego lo hará en Baskonia, equipo por el que ha fichado este verano para volver a casa, a estar con los suyos.
Comenzábamos a hablar fuera de micro de lo que supone este Pablo Laso Training Camp, ¿contento con los resultados en esta quinta edición?
Muy contento, porque este es un proyecto que empezó, como bien has dicho, hace cinco años, con la incertidumbre de una apuesta muy clara por el baloncesto y creo que se consolida lo que queríamos: chicos que vienen sabiendo que va a ser una semana muy dura de entrenamientos, buena competencia y vamos viendo crecer y mejorar a esos chicos y a los entrenadores en un momento de la temporada en la que no hay competición, pero que vale para mejorar muchos aspectos del juego. Nosotros intentamos siempre ayudarles, exigirles, pero al mismo tiempo motivarles. Usábamos medio de broma eso de, 'mira, a tu hijo le tiene que gustar mucho porque le vamos a apretar mucho'. Y en ese sentido los chicos que vienen lo saben y estamos muy contentos de llevar ya cinco ediciones, porque además nos ha dado pie a seguir abriendo proyectos como puede ser la academia y situaciones que a la larga hacen que nuestra manera de ver el baloncesto se plasme en este training camp.
Hablas de la exigencia y lo haces rodeado de un equipo de entrenadores de primer nivel como son Lolo Encinas, Pedro Rivero o tu asistente en Bayern y ahora en Baskonia, Nacho Juan.
Para mí esto era muy importante desde el principio, buscar gente que realmente se identificara con el proyecto, que creyera en lo que estamos haciendo y por eso intentamos darles el mejor servicio. El mejor servicio a nivel de baloncesto con los mejores entrenadores posibles para ayudarles, en cuanto a fisioterapia pues lo mismo, en cuanto a servicio médicos, igual. Creemos que los chicos deben ver un training camp donde realmente se les cuida. Se les exige, pero también se les cuida. Intentamos cuidar todos esos aspectos y por supuesto el nivel de los entrenadores tiene que ser muy bueno porque los chavales son muy buenos. Para nosotros también es una enseñanza.
La gente usa el verano para descansar, pero tú no. ¿No te cansas del baloncesto?
Al final es un poco tu vida. Soy una persona que lo lleva todo al baloncesto. Estoy leyendo un libro y lo llevo al baloncesto. Esto fue un proyecto que salió de una conversación, de decir, bueno, tenemos que mejorar el crecimiento de los chicos, que vayan viendo su salida. Yo no sé si alguno de estos llegará a ser el mejor jugador del mundo. Igual no, pero nosotros desde luego habremos ayudado y el primero que tiene que poner mucho de su parte va a tener que ser él.
Nosotros nos embarcamos en este proyecto con muchas dudas, pero también muy ilusionados y en ese sentido yo soy el primero que dije "bueno, pues el mejor momento para hacerlo es en el verano, porque es donde los chicos muchas veces pueden aprovechar, entre comillas, para descansar y para mejorar". Y la verdad es que estoy muy contento de poder estar este tiempo con ellos.
¿Personalmente, en algún momento has pensado en aparcar el banquillo profesional y ponerte solo con cantera?
Sí, muchas veces. Sobre todo el año que no entrené. Joder, cuando no entrenas te pica mucho, ¿no? Eres entrenador y te pica, tienes ganas de entrenar. Pero bueno, ahora estoy en el mundo profesional y no lo pienso mucho, pero sí que es verdad que a veces entrenando chavales ves cosas y ves detalles que dices "con profesionales puedo hacer esto o no puedo hacer esto". Es otra ilusión, otra motivación y eso nosotros intentamos transmitirlo. Intentamos transmitirles valores que van más allá de tirar y meter canasta, porque al final creemos que los grandes jugadores no son solamente grandes jugadores porque tiran y meten sino que son capaces de hacer muchas cosas para el juego en equipo. Yo qué sé, cuando hablas con empresas y te dicen "Pablo, es que vosotros en el baloncesto hacéis esto y esto..". Esos valores son los que intentamos transmitir y yo como entrenador lo paso muy bien entrenando a chicos y viendo cómo van creciendo cada día.
Hablas de la ilusión, factor importantísimo para haber vuelto a Baskonia.
Para mí, Vitoria es mi casa, esto qué duda cabe, y el trabajo de Baskonia en el tiempo es indudable. Yo estoy muy contento, creo que estamos hablando de un equipo muy competitivo siempre y que aspira a todo. Los más contentos son mi familia y mis amigos, que dicen "bueno, te vamos a tener cerca de casa". Pero sobre todo la reacción de la gente. Esa ilusión que tengo yo, verla en la gente también te motiva mucho.
El hecho de volver a casa tantos años después y el hecho de ser Pablo Laso, con todo lo que ello conlleva, ¿te pone más presión?
Sí. Bueno, yo creo que al final el entrenador tiene presión. Mira, te voy a poner un ejemplo. Nosotros jugamos una especie de torneíllo aquí [en el campus] por las tardes. Si ves a los entrenadores, van locos por ganar. Tienen presión, se ponen presión. Yo creo que tú te pones presión muchas veces tú mismo. Los chavales, si están jugando un torneo que es en un campus, que juegan entre ellos… Yo creo que esa presión la tienes que tener y es buena tenerla y aceptarla.
Por supuesto, como entrenador siempre tienes presión y el hecho para mí de volver a casa no lo considero como que la presión tenga que ser mayor o menor. Al final la presión te la pones tú, te la pone el club, te la pone un amigo cuando te dice "ganaremos mañana". Bueno, pues nada, ya te está poniendo presión. Yo creo que tienes que convivir con ello, pero lo más importante es saber convivir con esa presión y saber que al final también vas a tener mucha gente que va a empujar para que esas cosas vayan bien y para que ganes partidos. La presión tiene que, de alguna manera, sentirla todo el mundo, no solamente el entrenador, porque al final el entrenador seguro que va a querer hacerlo lo mejor posible, pero esa presión muchas veces es repartida. Yo lo que estoy es muy contento por la ilusión, porque cuando tienes ilusión seguro que tienes presión.
"Yo lo que estoy es muy contento de la ilusión, porque cuando tienes ilusión seguro que tienes presión"
Hablabas antes del recibimiento de la gente en Vitoria. ¿Cómo han sido esos primeros días en Vitoria?
Eso ha sido espectacular, porque al final has pasado tanto tiempo fuera… Yo todos los años iba porque obviamente tengo familia allí, amigos, pero creo que la gente tiene la sensación de que vuelve alguien que ha estado allí, que ha nacido allí, que ha crecido con el equipo y esa ilusión la tiene, porque el equipo genera esa ilusión en la ciudad. Estamos hablando de una ciudad pequeña.
Hace poco leía una historia que sólo Madrid, Barcelona y Vitoria tienen un equipo de Primera División en fútbol y en Euroliga. Bueno, pues eso significa que muchas cosas se harán bien. Martín Fiz, ¿de dónde es? De Vitoria. Beloki, uno de los mejores ciclistas que ha habido en el panorama nacional, de Vitoria. Yo creo que al final muchas cosas haremos bien para poder estar a ese nivel y desde luego que a mí me ha sorprendido la ilusión. Lo que me ha transmitido la gente me ha sorprendido para bien, pero como digo desde el primer día, eso sí que puede ser presión. Yo intento que esa presión se transmita en ilusión, que la pases a ilusión, porque al final eso es lo que quiere la gente, ver a su equipo ganar.
Entendiendo que la hay en el deporte, ¿cómo hace Pablo Laso para manejar esa presión, para que le afecte lo menos posible?
Cada uno encuentra sus trucos. Yo, por ejemplo, disfruto mucho leyendo y siempre digo que durante el año no puedo leer, porque no me concentro. El otro día hablábamos con Nacho, mi ayudante que está aquí [en el campus] de entrenador y que viene a Vitoria, cuando ganamos el tercer partido de la liga alemana y me decía "bueno, y ahora nos juntamos, vamos a ver el partido". Y le dije: "Mira, yo no sé qué vais a hacer. Yo me voy a descansar, yo me voy a tumbar. No sé si voy a dormir, pero ahora mismo tengo que desconectar".
Yo creo que tienes que buscar el escape. No puedes estar todo el día pensando. No es fácil, pero tienes que buscar el escape. A veces es una película, a veces un libro, a veces música, a veces una conversación con alguien, a veces andar, yo ando bastante, o dar un paseo. Yo creo que de alguna manera cada uno tiene que buscar la manera de separar lo que es tu vida de tu profesión. Al final tu profesión te va a exigir, sea la que sea. Seguro que tú tienes presión, bueno pues algo harás igual esta noche para desconectar.
Claro.
Es que te viene bien, lo necesitas. Yo soy muy defensor de las vacaciones. La gente me dice, "bueno, es que en vacaciones no voy a hacer nada'. Es que a lo mejor en las vacaciones no haces nada, porque regeneras y piensas, 'voy a volver con más fuerza'. Hay gente que no, que prefiere las vacaciones para viajar. Yo soy de los que creo que cada uno busca su propio escape a su situación de presión diaria por llamarla de alguna manera.
¿Y en tu caso?
En mi caso, como entrenador, yo tengo la suerte de que al final la presión la comparto con mis jugadores, con mi cuerpo técnico, con mi equipo, con los aficionados… Pero bueno, qué duda cabe que al final es una situación muy personal.
Después de una temporada en la que ganas Liga y Copa con el Bayern decides volver a Vitoria. ¿Cómo se gesta ese fichaje y cómo fue esa salida del Bayern?
En los últimos meses en Alemania yo iba, de alguna manera, notando que no encontraba ese feeling o esa motivación que para mí es tan importante. Lo que sí tenía claro es que era un proyecto que merecía la atención hasta el último día. Eso lo tuve claro, independientemente de que ya iba barruntando que me iba a quedar en España. Pero eso no significa que no diera el máximo hasta el último día. La prueba es que ganamos la Liga, ganamos la Copa, hemos ganado 13 partidos en Euroliga y hemos estado cerca del play-in, con lo cual estoy muy contento de la temporada.
Pero no sé, yo creo que para las personas, muchas veces, es muy importante moverte por la motivación y en ese sentido yo tuve claro que no volvería. Yo creo que el Baskonia en la parte de negociación fue muy lista, fue muy inteligente. Dijo, 'bueno, si queremos a Pablo, sabemos que vamos a tener que esperar'. Y creo que hicieron un gran trabajo, porque yo sí tenía claro que iba a poner el 100% de mi potencial para ser campeón de Liga en Alemania y así fue. Pero también tenía claro o iba teniendo cada vez más claro que de alguna manera quería volver a estar cerca de casa y así ha sido. Estoy encantado y ojalá que en el futuro esa motivación que tienes que tener casi diaria se mantenga. Cosa que ahora mismo, esa ilusión la tengo a tope.
Queda mucho porque ni siquiera la plantilla está cerrada, pero tras un año en el que Baskonia no se clasifica ni para la Copa ni para los playoffs de ACB, ¿cuáles son los mínimos que te exiges?
Ponerme mínimos no me gusta, porque me pondría máximos.
Bueno, ¿pues cuál sería el máximo?
Pues hombre, si vamos a jugar la Liga, la Copa y la Euroliga, intentaría ganar la Liga, la Copa y la Euroliga. Este es el máximo, es que más que eso no se puede hacer. Yo tengo que tener esa ambición, si no la tengo creo que me estoy equivocando. Hombre, si te dijera que vamos a ganar la Liga, la Copa y la Euroliga, pues igual alguien diría, "joder, Pablito, te estás pasando". Yo creo que tenemos que tener esa ambición. No sé si lo haremos.
No miro atrás, no soy de esas personas que digo 'no, es que el Baskonia no jugó la Copa, con lo cual si nos metemos en la Copa está bien'. ¿Por qué está bien? ¿O por qué está mal si no la jugamos? No. Yo lo que creo es que nos queda todavía un verano por delante, tenemos que cerrar el equipo, tenemos que empezar a trabajar, jugadores nuevos, entrenador nuevo, seguro que va a ser complicado, los rivales reforzándose… todas esas variables que todavía quedan en el aire y en las cuales yo ahora mismo no me centro en mínimos, me centro en máximos porque en mínimos, ¿cuál es el mínimo? ¿Y cuál es el máximo? "No, vamos a no descender". Yo al final creo que mi obligación y mi aspiración es que el equipo juegue lo mejor posible y sea competitivo.
Me decía hace poco Izquierdo, el entrenador ayudante de Zeljko Obradovic, que todo el mundo habla de la mala temporada del Partizán. Él me decía: "Pablo, hemos perdido 13 o 14 partidos en la última o penúltima posesión". Imagínate si hubieran ganado los 14.
El deporte tiene esas cosas.
Hace poco hemos visto la victoria de la Eurocopa y todos estamos muy orgullosos porque han sido el mejor equipo. Coño, lo han demostrado, han ganado los siete partidos. Pero, ¿y si llega a ganar Inglaterra? ¿Qué pasa? ¿Injusto? Pues no, habrían sido campeones y han recibido muchas críticas porque no estaban jugando bien. El deporte tiene esto, pero también creo que la nota que te pongas tú es la que más vale, no la que te pongan. Y yo creo que para eso, para ponerte una buena nota, tienes que tener siempre aspiraciones muy altas.
Has mencionado ya varias veces la palabra crítica, ¿cómo has aprendido a manejarlas a lo largo de los años?
A ver, la crítica hay que entenderla como parte del trabajo. Es como si a ti te critican por hacer esta entrevista y por no haberle preguntado a Pablo esto. Pues tienes dos opciones. Puedes hundirte y decir, 'bueno, pues nada, no vuelvo a entrevistar a nadie más'. No, tú vas a volver a entrevistar, independientemente de que haya alguien que te critique, porque es tu trabajo y porque tú crees que lo has hecho lo mejor posible.
Evidentemente
¿Que puedes mejorar? Seguro, con lo cual tienes que aceptar las críticas. O sea, yo no entiendo el no aceptar las críticas. Yo puedo no estar de acuerdo, podemos discutir lo que es mejor, lo que es peor, pero las críticas van a estar siempre ahí. Al final tú vas a tener que convivir con ellas de la misma manera que tú vas a tener que convivir con los elogios que muchas veces también hacen mucho daño bueno. Yo creo que eso es parte de parte del trabajo y hay que ser capaz de aceptar que tu trabajo no puede verse influido ni por las críticas ni por los elogios. Esto creo que es parte importante no solamente como entrenador, como jugador, como periodista… Yo creo que tienes que ser capaz de estar por encima de lo que opine alguien.
Vivimos en una época en que la información está al día, ¿no? Yo siempre cuento la broma de cuando preguntas, ¿cuántos años tiene este actor? Hace 25 años apostábamos y ahora al minuto, uno abre el móvil y sabe la edad que tiene. ¿Qué pasa? ¿Que eso es malo? No, hay que aceptarla y yo creo que en ese sentido nosotros, los profesionales, debemos aceptar que esa crítica puede estar ahí o que ese elogio puede estar ahí, pero eso no significa que debe cambiar tu trabajo.
Y como profesional, ¿qué es más perjudicial, la crítica cruel o el elogio desmedido?
Las dos pueden ser muy dañinas. Mira, te voy a poner un ejemplo. Yo siempre le digo a mis jugadores que nos van a criticar porque hemos perdido. Ahora pon el mismo partido y tú metes la última canasta y te ponen bien porque has metido la última canasta, aunque igual has hecho muchas cosas mal. Yo siempre les digo que al final el más crítico voy a ser yo, pero también voy a ser el que más les elogie. Con lo cual, nunca intentaré de puertas afuera que mi crítica o mi elogio les pueda hacer daño. Si se lo tengo que decir a ellos, que lo sepan desde el principio que voy a ser el primero. Creo que al final diría que el 100% de los jugadores quieren jugar bien, quieren hacerlo mejor por su equipo, con lo cual tú tienes que ayudarles. ¿Y eso significa criticarles? Pues a veces significa criticarles. ¿Eso significa solamente elogiarles? No, pero también hay que elogiarles porque quieren hacerlo bien.
Yo creo que eso es una parte importante del cómo llevar un vestuario porque hay gente que eso sí le puede afectar más o menos. Y eso tienes que reconocerlo. Y muchas veces tú eres el que tienes que, de alguna manera, ayudarles a que sean capaces de no sé si de relativizar el que todo el mundo te ponga muy bien o muy mal, porque al final tú eres el que vas a tener que hacer el trabajo.
Uno de los patrones que has repetido en casi todos los equipos en que has estado, en ese método de trabajo, es que firmas por proyectos a largo plazo.
Sí, porque a mí me gusta o yo soy así. Nosotros hemos tenido aquí, en el campus, un chico de Baskonia entrenando. Yo le veo y este año no va a estar con la primera plantilla, es muy joven. Creo que sería malo para él, no ayudaría al equipo, pero yo le veo y pienso en él. Igual no está ni él ni yo, pero mi obligación es mirar hacia adelante. Creo que en ese sentido siempre he intentado trabajar así, porque ese mirar hacia adelante me va a ayudar en el día a día. Por eso me gustan los proyectos a largo plazo. El día a día está ahí, pero si tú no eres capaz de tener una visión a largo plazo o de pensar que lo que estás haciendo en el día a día te puede valer en el futuro, creo que te quedas muy corto.
Es decir, yo ahora mismo estoy pensando en la pretemporada y, por supuesto, quiero ganar el primer partido de la pretemporada, pero tengo que pensar que esa pretemporada me tiene que valer para luego competir bien durante el año. Si no lo pensara así… Es parte de cómo enfoques tú tu trabajo, porque al final creo que es muy importante el día a día, probablemente básico y probablemente lo más inmediato y lo más necesario, pero siempre tienes que tener una visión hacia adelante de lo que quieres hacer con cualquier proyecto.
Una pregunta que te tengo que hacer porque si no me van a criticar es ¿cómo estás físicamente?
[Risas] Estoy muy bien. Realmente, yo tendría que ser de los primeros que diga 'hay que cuidarse más'. Coño, eso ya lo sabes tú. Al final, como todo en la vida, tiendes a cuidarte más para estar mejor. A mí me da mucha envidia cuando veo gente que es capaz de correr maratones, yo ya no estoy para correr maratones, pero bueno, intento cuidarme más, intento cuidarme mejor y físicamente me encuentro muy bien. Este año he entrenado y me he encontrado muy bien y ya me encontraba así el año pasado.
¿Entiendes que se te pregunte?
Entiendo que se me pregunte por mi salud, por lo que se habló de mi episodio cardíaco. Que cuando suena episodio cardíaco puede que lo tenga cualquiera. Pero, hombre, si hablas de ataque al corazón parece que te estás muriendo. Ni una cosa ni otra. Yo estoy muy bien. Yo siempre digo que al final el que más cuida su salud es cada uno. Siempre tienes a alguien que te dice 'no comas eso, no hagas eso', pero al final yo creo que siempre el que quiere estar bien es uno mismo. Soy muy defensor de esto, independientemente que siempre vamos a tener a alguien, ese angelito aquí al lado [se señala la oreja] que te dice, 'no hagas esto, no hagas lo otro, no salgas que hace mucho calor'... Ese, digamos angelito, lo vas a tener ahí, pero al final el que va a decidir lo que tiene que hacer eres tú.
"Cuando suena episodio cardíaco puede que lo tenga cualquiera. Pero, hombre, si hablas de ataque al corazón parece que te estás muriendo"
¿Sigues viviendo los partidos con la misma pasión y andando 8 kilómetros por la banda?
Sí, eso no creo que cambie, no voy a poder cambiarlo. Me río porque hay entrenadores que han estado conmigo aquí en el campus me dicen, 'joder, si es que estás igual, no sé qué, no te sientas'. Bueno, me acuerdo que de risas cuando entrenaba en San Sebastián me decían mis ayudantes: "Si empiezas los partidos sentado, a ver cuánto duras".
Al final es una manera de concentrarse. Hay otros que están sentados y están pensando, viéndolo. A mí hay veces que paseando por la banda estás pensando en la jugada o estás pensando en qué es lo que vas a hacer, muchas veces te giras, piensas en este jugador o meter este cambio o hacer otras cosas. Muchas veces me viene bien estar activo.
Aunque no lo creas, esto es gracioso, mis hijos se ríen porque dicen que hablo por teléfono y que estoy andando. Hay mucha gente que lo hace, por teléfono y se pone a caminar y no tiene ningún sentido, si vas a hablar por teléfono siéntate en una silla, si total, vas a hablar igual. Bueno, cada uno tiene su manera de expresarse y de concentrarse o transmitir. Yo en ese sentido me considero una persona que no va a actuar, yo voy a intentar hacer lo que crea que sea mejor para mí o para mi equipo, independientemente de que alguien me diga que deje de dar paseos. Es que yo soy así y no tengo edad ya para cambiar ya en algunas cosas.
Echando la vista atrás, ¿qué aprendiste de todo lo que pasó hace dos años, del episodio cardíaco y de la salida del Real Madrid? ¿Qué te enseñó todo ese proceso?
Bueno, enseñar, no sé, yo creo que al final nosotros estamos obligados a aprender cada día, vivimos en una profesión en la que si no aprendes cada día, siempre va a haber alguien que sepa más que tú. Ahora, por ejemplo, estoy aquí en el training camp. A mí me encanta ver a los chavales, ver cómo entrenan.
¿Salir del Madrid? Coño, si salí del Valencia, si salí de San Sebastián. Yo creo que al final lo que aprendes es que nada es eterno en esta vida, pero ya está. Al final si tú mantienes la pasión por hacer lo que te gusta, vas a acabar entrenando, aunque entrenes a niños. No le doy mayor importancia al salir de un sitio y entrenar en otro. Yo ahora mismo soy el entrenador del Baskonia y estoy feliz.
Lo que pasó hace dos años no lo pienso, sinceramente. Yo ahora mismo bastante tengo con pensar a quién voy a fichar o cómo voy a empezar la pretemporada o lo que quiero hacer. A mí me motiva siempre mucho más lo que pasa hacia adelante que lo que pasó atrás.
¿Y a quién vas a fichar?
Si lo supiera, me encantaría decírtelo, pero estamos en un mercado difícil. Todos los equipos ahora están moviéndose, no es fácil. Creo que todavía nos queda algún jugador por cerrar, pero bueno, creo que tengo muy buena base y estoy seguro que haremos una gran temporada.
El club lleva años con un denominador común que es Josean Querejeta. ¿Cómo es Josean? Porque él es un personaje que se prodiga mucho, por ejemplo, en los medios.
Josean y yo, para lo bueno y para lo malo, hemos compartido vestuario. Digo para lo bueno y para lo malo porque el vestuario no es fácil. Es una persona reservada, una persona relativamente tranquila, él analiza el porqué de las cosas y no va a tomar decisiones sin haberlas analizado antes. Era así como jugador, es así como directivo, pero también es muy fuerte en esos valores de 'creo en esto, se va a hacer esto'. Yo creo que esto es un valor añadido a su personalidad, ¿no? Una personalidad capaz de decirle a alguien con un polo rojo 'mira, es que tu polo es verde, va a ser verde', porque lo ha reflexionado, lo ha analizado y está convencido que va a ser lo mejor para su club, para la ciudad.
Se puede equivocar, seguro, si estuviera él aquí te diría: "Seguro, estaría bueno, no hay nadie que acierte siempre. Pero voy a intentar acertar, pero sobre todo lo voy a hacer porque estoy convencido de que esto es lo mejor para mi club y para mi equipo y para la gente que trabaja en él. Antes hablábamos que ha conseguido tener casi un imperio, porque hablar de Madrid, Barcelona y Vitoria en una misma frase, eso habla muy bien de su trabajo y yo por Josean siempre he tenido algo especial porque para mí era un referente. Yo empecé a jugar y estaba en el vestuario, yo era un crío, con lo cual creo que el trabajo y lo que ha demostrado en el tiempo pues obviamente habla muy bien de cómo ha sido capaz de llevar hacia adelante un club, ha ido creciendo.
Ahora hablas con él y te habla de proyectos que dices 'coño, pues si este tío jugaba baloncesto conmigo'. Eso habla del crecimiento de una persona no solamente a nivel como jugador, que obviamente llega un momento como Rudy y Chacho que se tienen que retirar, pero que es capaz de crecer en muchos aspectos más allá de solamente el deporte.
¿Tener un jugador como Markus Howard, que sabes que asume y puede tomar la responsabilidad, libera un poco?
Yo creo que Markus ha demostrado en el tiempo que lleva en Vitoria que es un jugador muy anotador. Creo que le queda mucho margen de mejora, no solamente en anotar. En baloncesto tienes que hacer muchas cosas, tienes que defender, tienes que rebotear, tienes que poner bloqueos, tienes que pasar el balón… Con lo cual, al final, el jugador final completo es muy difícil de encontrar. Pero sí es verdad que Markus libera muchas situaciones porque es capaz de anotar prácticamente desde cualquier
situación, desde cualquier posición. Si no es el mejor, es uno de los mejores tiradores de Europa y que duda cabe que como entrenador estoy feliz de tenerle, pero al final yo creo que tanto él como el equipo tiene que acostumbrarse a mejorar en muchas cosas. Si le preguntas a mi hijo está encantado. Dice, "joder, vas a entrenar a Markus Howard". Pero yo soy de los que creo que al final la fuerza del equipo no está en un jugador. Markus es muy importante en mi equipo, seguro, pero al final si solamente juega Markus, seguro que no ganaremos. Necesitamos que todo el mundo juegue a su mejor nivel.
Antes hablabas del jugador de Baskonia que tenías aquí entrenando, que no está para el primer equipo. Hace poco Sergio Scariolo hablaba sobre la problemática del jugador español y su pérdida de importancia en sus equipos, que los clubes tenían que dar más oportunidades y los jugadores asumir esa responsabilidad. ¿Qué opinas?
A ver, esto es para un debate de mucho tiempo y de muchas horas, pero yo lo que sí creo es que muchas veces en las categorías de formación que terminan con 18 años, el salto al profesionalismo es muy grande. ¿Esto qué significa? ¿Cuántos jugadores hay de 18 años preparados para competir a nivel Euroliga o ACB? No muchos. Ahí hay un proceso que puede durar 1, 2, 3, 4, 5, 6 años que qué hacemos con ellos Yo, más que crítico con la ACB o más que crítico con la Euroliga o más que crítico con la competición, sería crítico con nosotros mismos. Tenemos que buscar donde estos chicos puedan seguir creciendo como jugadores. Yo creo que es claramente lo que se refería a Sergio, la sensación de que tenemos muy buenos jugadores jóvenes y cómo es posible que no busquemos la manera de que puedan seguir creciendo como jugadores para que le sean válidos a él. Yo creo que Sergio lo explicó muy bien y yo creo que esto es algo que debemos valorar, el hecho de por qué ese salto al profesionalismo es tan grande.
Lo fácil es decir, ponle a jugar con 18 años. Sí, claro, ¿y si pierdo? Lo fácil es decir, ponle a jugar. O lo fácil es, mira, no vas a jugar nunca. Tenemos que buscar la manera, sea con competiciones, sea con diferentes ligas, en la cual estos jugadores sigan creciendo para que en el futuro puedan ser más que útiles a los equipos ACB y seguro a la Selección.
Antes hablabas de la información y la tecnología, ¿crees que hay motivo de preocupación de que el jugador joven hoy solo se fije en sí mismo, en los highlights, y se pierda un poco el sentido de equipo?
Sí. [Pausa]. Esto pasa. Es inevitable y tenemos que luchar contra ello, pero es como lo que hablábamos antes de la información. ¿Qué pasa, que porque no estén los highlights les vamos a prohibir verlos? Los van a ver. Nosotros tenemos que luchar contra eso. Tenemos que hacerles ver que esos highlights vienen gracias a algo, a un trabajo en equipo, a un sacrificio. Tú haces los highlights si el entrenador te pone y lo hace no para que hagas un highlight, te pone para que tu equipo gane y para que juegues bien a baloncesto. Y si haces el highlight mejor.
Pero esto es el trabajo del entrenador muchas veces, porque es más que normal que los chicos vean los highlights, pero eso es algo que es parte de nuestro trabajo y ahí sí que es donde tenemos que ser críticos. Nosotros, por ejemplo, en la academia es lo que intentamos, que los chicos entiendan que tienen que ser mejores jugadores y que ser mejores jugadores no pasa por meter un mate o meter un triple. Hay muchas cosas en el baloncesto que te hacen que tu entrenador confíe en ti y no tienen por qué ser meter canastas. Al final tienes que hacer muchas acciones bien para ser un buen jugador.
Creo que el ejemplo del fútbol de esta Eurocopa ha sido muy bueno. Al final hemos visto un equipo. Por supuesto Lamine Yamal es muy bueno, Nico Williams es muy bueno, el portero es muy bueno… Todos son muy buenos sí, pero al final ha ganado el equipo y yo creo que al final estos valores son muy importantes para nosotros, son muy importantes que nosotros los transmitamos como entrenadores.
"¿Salir del Madrid? Coño, si salí del Valencia, si salí de San Sebastián. Yo creo que al final lo que aprendes es que nada es eterno"
A lo mejor en lugar de un mate o un triple lo que hay que poner es un vídeo de Rudy leyendo una línea de pase.
Pues sí. Nosotros esto en el training camp lo hacemos. Nosotros no les ponemos mates. Nosotros, cuando les queremos hablar de defensa les hablamos de cómo defiende Alberto Díaz, por ejemplo. Yo a Alberto Díaz no le veo en muchos highlights. O Rudy, lo que tú has dicho, clarísimo. Nosotros ponemos situaciones que creemos que pueden ser mejores. No ponemos un highlight del Chacho. Ponemos al Chacho y por qué hace esto o lo otro. Intentamos que vean que al final para ser mejor jugadores no hay que hacer el supermate o la superjugada. Hay muchas situaciones donde tú puedes ser mejor jugador e igual si eres mejor jugador tienes la oportunidad de hacer ese highlight. No vas a hacer solamente ese highlight y por eso vas a ser un gran jugador.
Mencionas a Rudy y Chacho, ¿qué ha supuesto para Laso entrenar a estos jugadores o a Llull?
Para mí una suerte, porque al final estamos hablando de jugadores que han sido referentes en sus equipos, en el baloncesto español y sobre todo muy buenas personas, que para mí eso es lo más importante. Ser capaces de, independientemente de ser grandes jugadores que obviamente lo son, transmitir unos valores y transmitir un deseo en el juego y una pasión en el juego, que eso hace que no solamente yo, sino que mucha gente joven y mucha gente lo valore, independientemente de que son muy buenos, pero es que tienen muchos valores y muchos aspectos que han trasladado a la sociedad, a críos que les hace ser referentes para mí del deporte español.
Un deporte nacional que ahora tiene la gran cita de los Juegos. ¿Cómo ves a las dos selecciones ante la cita olímpica?
Les veo mucha dificultad. Van los mejores equipos. En los Juegos el baloncesto se convierte en un foco muy importante porque todos los jugadores quieren ir. Vemos Europeos donde muchos renuncian, Mundiales en los que muchos renuncian… A los Juegos no renuncia nadie. Todo el mundo quiere ir, quiere participar y normalmente es un torneo de altísimo nivel, con lo cual a las dos selecciones les espera un camino durísimo. Pero también veo que transmiten una ilusión importante, que han sido capaces de competir con los mejores, con lo cual se me mezcla la dificultad con la ilusión. Sé que tienen un camino muy difícil y desde aquí mandarles muchísima suerte, creo que será la suerte de todos.
¿En algún momento quiere estar Pablo Laso en unos Juegos?
Pues sí, me encantaría. Creo que unos Juegos a nivel de deporte es lo máximo. No tuve la suerte de poder vivirlas como jugador, me encantaría poder vivirlas como entrenador.