Un saludo con Florentino y una celebración "sencilla" como colofón a la noche en la que Chus Mateo completó su palmarés

Murcia.-Cuando el pasado mes de febrero el Real Madrid se alzó con la Copa del Rey, a Chus Mateo sólo le quedaba un hueco en su vitrina. Hasta entonces, el entrenador blanco había ganado la Euroliga y la Supercopa (en dos ocasiones, 2022 y 2023). "Yo no he ganado la Liga porque esa Liga en la que yo me senté en el banquillo por circunstancias no fue mía", respondía al ser cuestionado por si consideraba que ya sabía lo que era ganar todas las competiciones con el Real Madrid. Y es que aunque fuese él quien se sentase a dirigir al equipo en la que fue la última liga de Pablo Laso -esa en la que se perdió la recta final por problemas cardíacos-, Chus Mateo se mantenía firme en denegar que aquello hubiera sido obra suya. Levantar el título liguero era el último que le faltaba en su colección. Esa que estaba incompleta... hasta este miércoles.

Porque el entrenador del Real Madrid, ahora sí, ya sabe lo que es ganar todas las competiciones, al menos una vez, con el club de su "corazón". "Estoy muy contento de llevar dos años al frente de Real Madrid, de haber sido capaz de haber ganado cinco títulos con este equipo, con el club que tengo en mi corazón y ojalá que podamos seguir aumentando esto en el futuro", dijo el técnico, que ya ha hecho historia con el Real Madrid. Algo que reconocen dentro del propio club y que fue motivo de que el presidente, Florentino Pérez, que se desplazó a Murcia para este tercer duelo, le diese la enhorabuena a ojos de todos sobre el parqué. Un saludo que todo apunta que trae consigo la continuidad del técnico al frente del banquillo blanco.

Porque, pese a que este triplete de títulos se quedó sin la corona europea, la temporada que ha firmado el Real Madrid es motivo de "orgullo". "Estoy muy orgulloso. Lo de la Euroliga no fue un traspié, fue el deporte. A la final de la Euroliga sólo llegamos dos, 16 de los mejores equipos de Europa no. Hemos sido capaces de ganar 31 de 38 partidos en Euroliga. El año pasado dije que Olympiacos también había merecido ganar, pero que nosotros metimos el último tiro. La línea entre el éxito y la decepción, que no fracaso en este caso, de ganar o perder en el deporte, es una línea muy fina", contestó ante la pregunta de Relevo.

Y es que, como continuó, "de 86 partidos que hemos jugado hemos sido capaces de ganar 72. Que alguien se ponga en el pellejo de estos chicos diciendo que al día siguiente vamos a por el partido... Por supuesto que hay que ganar, pero los demás también trabajan. Y lo hacen muy honestamente y muy bien porque hay equipos muy buenos. Estoy orgullosísimo de toda la gente que trabaja a mi lado y de estos jugadores que se lo merecen", mantuvo. Y no es para menos.

Porque Chus Mateo ya sabe lo que es celebrar cinco títulos con el Real Madrid, un número que lo hace ascender hasta el cuarto puesto del ranking de entrenadores con más títulos en el club blanco. Tan sólo tras Pedro Ferrándiz (27), Lolo Sáinz (22) y Pablo Laso (22). Y sí, aunque él sea de celebraciones sencillas y le bastase con una cerveza y compartir ese momento con sus jugadores y su staff, al que tanto hizo alusión, mientras aguarda a esas ansiadas vacaciones -"soy una persona a la que le gustan las cosas sencillas. Ahora quiero tomarme unas vacaciones y pensar con tranquilidad", aseguró-, lo cierto es que ya ha colado su nombre entre los grandes para romper por completo con todos esos fantasmas que marcaron el inicio de su andadura como técnico del Real Madrid.

"Estoy muy contento, sobre todo por la responsabilidad que supone el estar a cargo de una responsabilidad. Siempre estás mirado con lupa, hay gente que te quiere, gente que no tanto, gente que te critica por tu toma de decisiones, pero es normal. Lo único que hago es hacer mi trabajo, honestamente, el que no le guste, lo siento mucho, mala suerte, al que le guste, fantástico. Tengo mi familia en mi casa, siempre, pase lo que pase, voy a tenerla y es lo único que me preocupa realmente", admitió para cerrar, antes de volver a brindar con cerveza, ya en el hotel donde el equipo ha celebrado el título, la Liga del triplete que ya es historia.