BALONCESTO

El baloncesto pierde parte de su magia: el Chacho Sergio Rodríguez anuncia su retirada tras 20 temporadas

Tras 20 años en la élite, habiendo pasado por varios países y jugado en la NBA, el base tinerfeño dice adiós a las canchas.

Sergio Rodríguez, el Chacho, besa el trofeo de campeón de Liga. /ACB PHOTO/E. COBOS
Sergio Rodríguez, el Chacho, besa el trofeo de campeón de Liga. ACB PHOTO/E. COBOS
Noelia Gómez Mira

Noelia Gómez Mira

Cuando el pasado lunes, en el WiZink Center, todos los aplausos iban para Rudy Fernández, hubo un momento que fue más especial todavía. En mitad de esa ovación, el alero se fue y abrazó a Sergio Rodríguez, el Chacho, su compañero de aventuras, con quien también levantó en Murcia 48 horas después el trofeo de campeones de Liga Endesa dejando una imagen icónica que hablaba por sí sola y que era presagio de lo que se venía. Porque el Chacho acaba de confirmar lo que parecía un secreto a voces. El de ese lunes también fue su último partido ante su gente, esa afición con la que tanto ha vivido también y esta liga será el último título de su carrera.

El base insular ha anunciado a través de un vídeo en sus redes sociales que cuelga las botas tras 20 temporadas al máximo nivel. Dos décadas en las que ha inundado de magia las canchas y de títulos sus vitrinas como se puede ver en las imágenes que acompañan sus palabras de despedida.

Un mensaje emotivo, pero directo y sencillo con el que ha querido despedirse de un baloncesto que él llenó de florituras y trucos de prestidigitador. "Han pasado 20 años desde que comenzó esta historia. 20 años dan para mucho. Es difícil resumir lo que siento ahora que termina esta etapa de mi vida. En realidad no es tan dificil, sólo hace falta una palabra. Gracias".

Ese chaval tinerfeño que empezó a botar la bola en el colegio de su padre, La Salle San Ildefonso, ya que en el suyo no había equipo de baloncesto, y que tras pasar por el Estudiantes, saltar el charco (dos veces) rumbo a la NBA, pasar por Milán o Moscú y vivir dos etapas en el Real Madrid, el club al que precisamente volvió para hacer sus últimos trucos de magia, ha anunciado que se retira. Una despedida que llega, a sus 38 años, los cuales cumplió el pasado miércoles, mientras levantaba ese título ligero y de la mejor forma posible: con la consecución de un título para poner así el broche de oro a su carrera.

Aunque si algo ha caracterizado al Chacho es, sin ningún tipo de duda, su humildad. Esa que hizo que no quisiera acaparar los focos -pese a que posiblemente también era su último momento en casa y, por eso, estaba acompañado de toda su familia y amigos que incluso viajaron desde Tenerife por él-, el día que sabía que su compañero también decía adiós. Un ejemplo más de la generosidad que tanto ha caracterizado al base, esa que ha repartido hasta el último segundo a modo de asistencias o, mejor dicho, genialidades que dejaban prendado a cualquiera que lo viese.

Porque si hay una palabra con la que se puede definirle a la perfección es la generosidad. Esa que le ha hecho, como reconocía Héctor, uno de sus amigos de toda la vida, "siempre entregarse al equipo en el que ha jugado". Algo que empezó en ese colegio de La Salle San Ildefonso, que siguió en el extinto Tenerife Club de Baloncesto, que luego continuó forjándose en el Centro de Formación Siglo XXI País Vasco, cuando apenas tenía 14 años, y que acabó siendo jugador revelación de la ACB en 2005 gracias a ese Estudiantes que le sirvió de trampolín a la NBA.

Sergio Rodríguez en su etapa como jugador de Estudiantes. Efe
Sergio Rodríguez en su etapa como jugador de Estudiantes. Efe

Portland Trail Blazers, Sacramento Kings y New York Knicks fueron su casa durante cuatro años -etapa en la que se colgó el Oro con la Selección en el Mundial de Japón y la plata en el Eurobasket de 2007-, hasta que en 2010 decidió volver y firmar por el club que ahora, tras una segunda etapa, ha disfrutado de sus últimos recitales. Un Real Madrid donde el Chacho deslumbró, sobre todo cuando en 2011 Pablo Laso tomó las riendas del banquillo blanco y firmó junto a él una de sus etapas más laureadas: cuatro Copas del Rey (2013, 2015 y 2016), tres Supercopas (2012, 2013 y 2014), una Euroliga (2015), una Intercontinental (2015) y tres Ligas (2013, 2015, 2016), así como logró la plata en los Juegos de Londres 2012, el bronce en el Eurobasket de 2013 y 2017, oro en el Eurobasket de 2015 y otro bronce en los Juegos de Río 2016, en los que anotó esos dos tiros libres decisivos para hacer que España subiera a podio.

Y tras aquello, volvió a Portland donde estuvo una temporada, para luego acabar regresando a Europa vía CSKA de Moscú, con el que también levantó una Euroliga (2019), convirtiéndose en el primer español en ganar la competición continental con un equipo extranjero y también en hacerlo con dos equipos diferentes. Después pasó por Olimpia Milán, donde volvió a reencontrarse con Ettore Mesina, que ya fue su técnico en el Madrid, para en verano de 2022 regresar a la que hasta día de hoy ha sido su casa (ganando la Euroliga en su año de vuelta), ese Real Madrid en el que tanto ha disfrutado -y hecho disfrutar- de su baloncesto.

Ahora, 20 años después de su debut en la élite, Sergio Rodríguez, el Chacho, se despide de las canchas. Un adiós que llega de forma discreta, pero habiendo dejado un gran legado tras de sí.