El tiempo muerto que indignó a la afición culé: "Es una vergüenza"

La tarde en el Palau Blaugrana fue caliente y acabó en decepción para los de Roger Grimau y pitada monumental para Chus Mateo. No gustó en el Palau el tiempo muerto con el choque resuelto. La tripleta arbitral fue la gran protagonista especialmente de la primera mitad. Una técnica y antideportiva a Jan Vesely en el segundo cuarto llevaron al checo a la descalificación. Posteriormente y bien entrado el segundo acto, otra técnica pitada al entrenador Roger Grimau por protestar una falta encendieron al respetable del Palau.

La discutida actuación arbitral desquició en algunos momentos a los jugadores pero también al público azulgrana, que como ya viene siendo habitual llenó las gradas del Palau, 7.066 espectadores -y con el presidente del club, Joan Laporta, presente en el palco-, en busca de la primera victoria de la serie camino del cuarto partido. Los culés protestaron cada acción dudosa, que las hubo y muchas durante una trepidante primera mitad. Cabe recordar, que Grimau, Da Silva y Abrines ya criticaron con dureza el arbitraje del segundo partido del pasado viernes en el WiZink Center.

Darío Brizuela, Jabari Parker y Willy Hernangómez se llevaron las ovaciones más destacadas de los primeros 20 minutos de partidos. La raza del ex de Unicaja y tres triples consecutivos de Parker y dos de Hernangómez en momentos muy delicados y con el Madrid con +10 mantuvieron al Barça con vida en un primer tiempo en el que los locales siempre fueron a remolque.

Un mate de Parker en la cara de Tavares en el inicio del tercer cuarto hizo enloquecer a la gente. Respondió el Madrid con otro mate de Mario Hezonja y un posterior tapón del pívot caboverdiano ante Laprovittola. Un triple de Abrines y una canasta de dos de Parker puso al Barça por delante (57-55) a seis minutos de finalizar el tercer período. Los de Chus Mateo llegaron a ganar por 13. Intercambio de canastas. Toma y daca, abucheos en cada ataque de los madridistas y gritos de "Jabari Parker".

Los colegiados volvieron a estar en el punto de mira. En este caso señalándole una técnica a Chus Mateo por protestar una falta en ataque de Musa. Incluso en una acción en ataque del Madrid, el árbitro principal pitó falta en ataque, otro en defensa y el tercero balón perdido. 76-72 al final del tercer cuarto con un triple de Ricky Rubio sobre la bocina que hizo levantar de sus asientos a la gente. Banderas al viento.

No pudo estar más igualado el partido. Decibelios atronadores en los últimos segundos del partido ante los tiros libres de Tavares. El himno a capella sonó en el último tiempo muerto de Grimau. Abrines falló un lanzamiento de tres completamente solo y una canasta de Campazzo sentenció el partido. Los blancos lo celebraron en el parqué del Palau, que siempre creyó y anduvo de la mano con su equipo hasta los instantes finales. Mientras los madridistas lo celebraban, los aficionados culés fueran abandonando cabizbajos y decepcionados el Palau no sin antes aplaudir a los jugadores que correspondieron con aplausos. No hubo milagro tras el 2-0 en Madrid, y Grimau acabará su primer año en el banquillo catalán en blanco y con muchas dudas.