Tres "tortazos" en nueve días que "duelen", pero no empañan la gran temporada de Unicaja

"Lo que vaya a pasar a mí no me cambia la imagen de lo que ha sido el equipo esta temporada. De trabajo, de cómo ha sido el grupo… Eso no va a cambiar por seis días", aseguró el entrenador de Unicaja, Ibon Navarro, hace una semana, tras caer por segunda vez consecutiva en casa ante UCAM Murcia. Y aunque la historia se acabara alargando hasta los nueve días y el equipo malagueño no lograse la épica, el técnico sigue teniendo razón. Porque, pese a todo, Unicaja ha firmado un gran año, dando auténticos recitales de baloncesto y llegando incluso a conquistar un título europeo... el sexto título que luce en las vitrinas del club.

"En el vestuario alguno piensa que nunca más a poder volver a jugar una final... y le he dicho que eso no es así", decía Ibon Navarro durante la rueda de prensa tras quedar eliminado de la Liga Endesa. Y hacía un balance y una sabia reflexión sobre el deporte y lo que ha sido la temporada de Unicaja. "Cada uno se quedará con lo que quiere, habrá quien se quede con el Carpena, que ha sido increíble; con que hemos acabado primeros, siendo losmejores en defensa y ataque; ganado a todos los equipos Euroliga en su casa… Y habrá gente que se quede con que no hemos jugado la final, con que la juega UCAM que es peor... y eso no es verdad, porque el deporte es momento y esto es UCAM Murcia. Esto es deporte", dijo el técnico vitoriano. Y la realidad es que Unicaja, a nivel de deporte, llevan dos años mostrando que tiene mucho que ofrecer.

Hace un año, cuando ganaron esa Copa del Rey tumbando a Barça y Real Madrid (algo que ningún equipo había logrado en un mismo torneo) y este, con esa Basketball Champions League (BCL) que tanto se celebró en Málaga. Pero lo más importante es cómo han sido capaces de lograrlo. Porque lo cierto es que Unicaja ha sido el equipo más en forma de toda la Liga Endesa, por algo fue líder de la fase regular, y el único que logró romper esa tremenda racha del entonces imparable Real Madrid. Y todo gracias al famoso plan de Ibon.

Porque si el equipo tiene ese baloncesto vistoso, rápido, de juego colectivo y compartido, que es capaz romper en ataque y convertirse en un muro férreo en defensa, pero, sobre todo, ha logrado adaptarse ante las distintas situaciones planteadas por el rival en la gran mayoría de ocasiones, eso ha sido por la pizarra de Ibon Navarro y su filosofía. Esa que hizo a los jugadores creer que eran capaces de coronar la BCL, como hace un año la Copa, pero que ha convencido a toda Málaga de que su Unicaja es uno de los grandes equipos de la liga. Tal y como ha demostrado.

Porque si algo ha logrado también el conjunto cajista esta temporada, es dar un poco más en asentar ese proyecto que empezó hace un par de años con el fin de volver a hacer de Málaga una ciudad de baloncesto. Y eso es algo que se ha visto (y vivido) jornada tras jornada en el Carpena, pero también por las calles de la ciudad.

Por eso, al igual que le ocurriese el año pasado con la BCL -perdieron en semifinales en la final four celebrada, precisamente, en Málaga-, el tropiezo de este año en Liga Endesa no puede empañar lo que ha sido el año del equipo. Y, como dijo el propio Ibon Navarro, "este año hemos perdido tan poco que ahora nos hemos llevado tres tortazos, pero esto nos alimentará el año que viene. Esto es doloroso para nosotros. Los clubes como Unicaja tienen que fomentar el hambre con decepciones como esta y seguir picando. Hemos vuelto a poner al equipo, al club y a la ciudad donde merecen estar y ahora hay que consolidar esto. Un día ganarás, otro perderás, pero hay que seguir".