¡UCAM Murcia reescribe su historia y se mete en la final!

La historia está hecha, precisamente, para partidos como este. Esos en los que pase lo que pase quien gana es el baloncesto. Y eso es lo que ha ocurrido la noche de este miércoles en el Martín Carpena. Un recital de baloncesto, de defensas en zona, de carácter y de resiliencia. Dos ciudades empujando a dos equipos dispuestos a hacer algo histórico que al final se tiñó de épico. Porque pese a volver a empezar con un parcial en contra en el primer cuarto, por tercera vez consecutiva, UCAM Murcia pudo volver al partido... Y ganarlo. Una victoria que hace a los de Sito Alonso jugar las finales de la Liga Endesa por primera vez en su historia (70-79).

Y es que si algo ha demostrado el equipo murciano, es a reponerse una y otra vez ante la adversidad. Esa que lo dejó sin pívots, que le ha ido golpeando con lesiones toda la temporada y que ni por esas se han venido abajo. Porque UCAM Murcia ha logrado ganar todos los partidos a domicilio ante un Unicaja que, a su vez, mostró ese baloncesto que tantas alegrías le ha dado durante toda la temporada. Porque el plan de Ibon funcionó... pero Sito Alonso logró hacer que se tornase a su favor.

Día histórico en Murcia que sigue soñando en grande. Los de Sito Alonso ya están en la final y visitarán el sábado el WiZink Center para medirse en la pelea final por el título al Real Madrid (20:30 horas).

El partido de Dylan Ennis es de esos que en ocasiones son capaces de ganar partidos. Y este ha sido, precisamente, uno de ellos. Porque lo suyo ha sido una actuación absolutamente extraordinaria y un ejemplo de cómo sumar a absolutamente todos los niveles. A nivel de puntos, a nivel de defensa, a nivel de intangibles... Su intensidad ha dado un plus en muchas ocasiones a los suyos -como en el último cuarto con esa canasta de calidad impecable para poner el empate a 65 y luego a 67-, tanto que al final ha acabado decidiendo el duelo. Se ha erigido como ese líder que necesitaba el equipo, aportando en ataque y en defensa y coronando la historia de Murcia.

Si hay algo peligroso es un loco. Porque no sabes por dónde te puede salir. Y esa precisamente es la mayor virtud de Kendrick Perry. Ese 'loco' director de juego capaz de inventarse jugadas que rompen por completo a su rival, como se ha visto en el Carpena. El estadounidense fue el primero en salir enchufadísimo al partido. Tanto, que del parcial de 10-0 para Unicaja, Perry ha sido artífice de seis puntos y ha repartido la asistencia que ha propiciado ese primer mate de Yankuba Sima. Pero si hay una casta importante para los de Ibon Navarro, esa ha sido el triplazo sobre la bocina al término del tercer cuarto para evitar ese +6 que había puesto UCAM Murcia. Y aunque al final no haya salido cara para su equipo, su actuación ha sido de las que aplaudir.

Troy Caupein ha sido el jugón, el que más ha hecho sufrir a Unicaja y el que ha logrado reactivar y poner ese plus que ha necesitado UCAM Murcia al inicio del segundo cuarto para que los de Sito Alonso lograran ese parcial de 7-0 de salida y se pusieran a sólo cuatro puntos cuando habían llegado a perder de 13. Después ha sido el artífice del triple que ha puesto a UCAM por delante, por primera vez en el partido (27-29) y tras el descanso, ha vuelto a hacer la misma para volver a hacer que los murcianos mandasen en el marcador. Pero, además, también ha repartido juego. Una actuación completa que pone un gran broche a lo que ha sido una buena serie de playoffs para él. A ver ahora en las finales.

Ha sido uno de los jugadores de UCAM Murcia que ha dado un paso al frente en el segundo cuarto para que los de Sito Alonso se reenganchasen, y hasta se llegasen a poner por delante, en algunas ocasiones, el marcador. Y en ese arreón, la realidad es que Howard Sant-Roos ha dejado la jugada del póster y la que, sin duda, sería mi fondo de pantalla. Porque en una carrera de Kameron Taylor hacia el aro, el alero cubano del equipo murciano lo ha alcanzado por detrás poniéndole un tapón descomunal.

Ha jugado tocado casi toda la serie, en el tercer cuarto cuando se ha sentado para tomar algo de respiro, lo ha hecho cojeando después de haberlo dado todo sobre el parqué. Lo de Moussa Diagné es para ponerse en pie y quitarse el sombrero. Al pívot le tocó asumir el peso del juego interior ante las bajas de Marko Todorovic y Simon Birgander. Y lo cierto es que no ha defraudado. Diagné, que se ha turnado en el juego interior con el fichado para la ocasión Yannis Morin, ha firmado un partido descomunal. Ha sido la consistencia de los de Sito Alonso en la pintura, tanto de cara a aro como al rebote. Y ha mostrado un carácter descomunal para que su UCAM Murcia haya peleado hasta el final con uñas y dientes.

Hay que rendirse a los pies del Martín Carpena. Porque pocos pabellones hay en el que se viva tanto el baloncesto como el malagueño. Y este miércoles, pese a la derrota de los suyos que supone la eliminación, ha vuelto a demostrar que lo que se vive en Málaga con el baloncesto va mucho más allá de los resultados. Málaga es ciudad de basket y eso no hay quien lo discuta.