LIGA FEMENINA ENDESA

Carlos Cantero y su obra maestra en Zaragoza

El técnico madrileño guía al conjunto rojillo hasta el liderato de la Liga Femenina Endesa y tendrá la posibilidad de hacer lo propio en su visita a Estambul en Euroliga.

Las jugadoras rojillas celebran el triunfo ante IDK Euskotren. /Esther Casas
Las jugadoras rojillas celebran el triunfo ante IDK Euskotren. Esther Casas
Luis Vallejo

Luis Vallejo

Con la bocina final del encuentro en Salamanca, Casademont Zaragoza confirmaba su asalto a la cumbre de la Liga Femenina Endesa. Ese punto compartido por muchos clubes en septiembre, pero tan solo por un selecto grupo de equipos a estas alturas de competición. En la última década, apenas Perfumerías Avenida, Spar Girona y Valencia Basket habían conseguido alcanzarla pasada la jornada 12. El gran tridente de nuestro baloncesto que ha dado la bienvenida a un nuevo integrante en los últimos meses.

Si levantar la Copa de la Reina parecía el techo del cuadro aragonés, bajo la dirección de Carlos Cantero se están encargando de demostrar lo contrario. El título, bajo el apoyo de su afición, era simplemente un paso natural más de un proyecto que está exprimiendo al máximo los recursos que tiene a su alcance. Porque superado el ecuador de diciembre, Casademont Zaragoza es líder de la Liga Femenina Endesa y segundo del Grupo A en Euroliga, donde tiene la posibilidad de ponerse primero en Estambul. En ambas competiciones, por encima de lo que su presupuesto indica.

Casualmente, su encuentro ante el todopoderoso equipo turco marca un hito a la altura de pocos clubes en Euroliga. La ida ante el conjunto de Valérie Garnier fue el último encuentro perdido por las zaragozanas. Aquel choque fue disputado el 18 de octubre, dos meses atrás, y el panorama era bien diferente, puesto que con esa derrota ya sumaban cuatro en los primeros siete encuentros de campaña. Desde entonces, 15 triunfos consecutivos le han situado entre los mejores conjuntos en todas las competiciones.

Durante este trayecto, el equipo de Cantero ha sacado adelante todo tipo de partidos. Igualados ante ASVEL (+3), Ferrol (+6), IDK Euskotren (+1) y Avenida (+4), en la prórroga frente a DVTK (+2) o Sepsi (+1), remontando vs Estudiantes (+4) y Schio (+5), o arrollando como en los choques contra Bembibre (+29), Celta (+34), Gernika (+32) o Lublin (+22). Invencibles, o transmitiendo esa apariencia, a pesar de la lesión de larga duración de Helena Oma (sustituida por Mikayla Pivec), las molestias en la rodilla que tanto han lastrado a Christelle Diallo o la baja de Tanaya Atkinson durante varios de los duelos más ajustados, referente en el primer tramo de temporada.

El colectivo, construido sobre unos cimientos muy sólidos y con una defensa pulida hasta la perfección, ha solventado cualquier imprevisto. Sobre esta base, Carlos Cantero ha construido su gran obra. Esa misma que cuenta con la mejor Mariona Ortiz de su trayectoria, una Leonie Fiebich que se está haciendo un hueco entre las jugadoras más determinantes de Europa y europeas con hambre que buscan demostrar estar capacitadas para marcar diferencias en Euroliga, como pueden ser los casos de Aleksa Gulbe y una Petra Holesinska en línea ascendente tras su lesión.

Con Tanaya Atkinson, Cantero fue a lo seguro. Pocas extracomunitarias han mostrado semejante nivel y regularidad en el pasado más reciente de la Liga Femenina Endesa. Un caso bien diferente al de Diallo, cuestionada durante sus primeros encuentros, pero determinante con el paso de las semanas. La francesa, sin tener el colmillo anotador de su predecesora Markeisha Gatling, ha demostrado tener un abanico de recursos bien amplio para potenciar todo lo que tiene su alrededor. Y se echó al equipo a su espalda en momentos concretos de las victorias ante DVTK y Avenida.

En cuanto a la rotación, la mejor noticia de Casademont Zaragoza es el margen de mejora que se divisa en ella. A pesar de cumplir incluso por encima de lo esperado, la proyección de varias de sus integrantes permite ser optimista. Ainhoa Gervasini cada día se muestra más segura; Nerea Hermosa ha dejado tramos en ambos lados de la cancha que auguran un posible rol protagonista en el futuro; Mikayla Pivec suma aunque da señales de encontrarse todavía en proceso de adaptación; y Serena Lynn-Geldof, de manera más intermitente, completa la rotación interior.

Todo esto, con la confianza como punto determinante para que la moneda haya salido cara en más de una ocasión, han terminado creando una de las obras más perfectas en estos meses de temporada 23-24. Una maquinaria engrasada de manera precisa y minuciosa que ha construido un auténtico fortín en el Príncipe Felipe, su casa, el lugar en el que ya es habitual ver a más de 4.000 aficionados en cada encuentro. Lo impensable hace no tanto. La realidad en el presente. Justo lo que este Casademont Zaragoza está tratando de normalizar a todos los niveles. Un nuevo presente entre los más grandes.