Fiebich y una escena con sabor a despedida: lágrimas por el "¡Leo, quédate!" antes de su marcha a la WNBA
Las NY Liberty ya esperan a la alemana quien, pese al clamor popular y la propuesta del Casademont, aún no ha decidido qué hará tras la temporada en EEUU.
El Valencia Basket resolvió con autoridad el primer duelo de semifinales de la Liga Femenina Endesa frente al Casademont Zaragoza (53-80) y disputará el choque del domingo en La Fonteta con todo de su lado para cerrar el pase a la final. En Zaragoza, al dolor del resultado y la lesión de Tanaya Atkinson se unió una escena significativa, con sabor a despedida: terminado el encuentro Leo Fiebich -quien afronta su salida a las New York Liberty- rompió a llorar, entre los intentos de consuelo de sus compañeras y el homenaje en forma de petición de la grada: "¡Leo, quédate!". Su futuro, más allá del salto inmediato a la WNBA, está por decidir.
Tras anunciar su retirada la capitana Vega Gimeno, Fiebich se ha convertido en las últimas semanas en el centro de un remolino con varios ingredientes: su inminente incorporación a las New York Liberty; el intento del club de lograr un compromiso de continuidad/regreso al Casademont tras la temporada en la WNBA; las expectativas de un mercado con posibilidades ampliadas para Fiebich después de la aventura estadounidense; y, como aderezo, las constantes demostraciones de afecto de la grada del Príncipe Felipe, una especie de 'chantaje emocional' con el fin de actuar como contrapeso en su decisión de futuro.
En este episodio, la música ha jugado un papel relevante a la hora de expresar deseos y sentimientos: canciones entonadas por el público y temas pinchados por el DJ residente en la cancha durante momentos estratégicos de los partidos. En el descanso de cada encuentro, Fiebich regresa del vestuario unos minutos antes para completar un ritual solitario de lanzamientos de tres alrededor del arco. Hace unos meses, el encuentro frente al Lyon en la Euroliga coincidió con su 24º cumpleaños y, durante esa serie en el intermedio, el pabellón le dedicó de forma espontánea un 'cumpleaños feliz'. En estas semanas, la ceremonia de ablandamiento de la muñeca se ha correspondido con otra de reblandecimiento del corazón, si se puede decir así: tiraba Fiebich mientras la escena la enmarcaba el 'Quédate' de Quevedo en la megafonía del recinto.
Durante el último partido de la Liga regular contra el Barça CBS, en el Príncipe Felipe se coreó un sentido "¡Leo, quédate!", con la jugadora en un momento de descanso en el banquillo: la pantalla del vídeomarcador ofreció el plano ampliado de su significativa sonrisa. Estas manifestaciones de cariño se repitieron en la vuelta de la primera eliminatoria de los playoffs contra el Movistar Estudiantes. Ayer, el peso de la derrota y de un previsible último día frente a la Marea Roja condujeron a Fiebich a las lágrimas. Fue una hermosa escena, con el sabor agridulce de la despedida
Lo único seguro es el paso inmediato de Fiebich: la alero germana se incorporará al campo de entrenamiento de las NY Liberty, que ha comenzado esta semana, en cuanto acabe la liga española. Lo demás está por verse. Su contrato en el Casademont finaliza ahora y el club se ha aproximado en los últimos meses a la jugadora, tanteando la posibilidad de un compromiso para su regreso cuando acabe la WNBA. Pero por ahora no hay una respuesta concluyente: "La pelota está en su tejado -dijo en una de sus últimas ruedas de prensa Carlos Cantero, entrenador del Casademont-. Ella encuentra ahora un camino diferente, que la separa un poco de aquí con la WNBA, los Juegos Olímpicos… Tiene que decidir con toda tranquilidad qué quiere hacer después".
Todas las fuentes apuntan a que Fiebich aún no ha resuelto qué hará una vez acabe la temporada en Estados Unidos. De momento debe confirmar su presencia en la plantilla, a lo largo de las próximas semanas de trabajo. La competencia por una plaza en los rosters de la WNBA es enorme: hay sólo doce huecos y en el training camp de NY Liberty, por ejemplo, están incluidas 18 jugadoras. Los descartes serán obligados… aunque parece coherente presumir un puesto en el plantel definitivo para una jugadora, dos veces consecutivas, MVP de la Liga Femenina Endesa e incluida en el mejor quinteto de la Euroliga.
Por su condición de drafteada, Fiebich recibiría este año algo más de 67.200 dólares (cerca de 63.000€), de acuerdo a la escala salarial de la franquicia neoyorquina. La diferencia entre un contrato de rookie como el de la alemana y otro de training camp estriba tanto en el sueldo como en la posibilidad de conservar sus derechos de firma. Si Fiebich se queda en las Liberty, tendrá cuatro años de contrato. En caso de ser descartada, podría negociar acuerdos con otros equipos de la liga estadounidense.
En cualquier caso, su temporada en la WNBA finalizará entre septiembre y octubre, según lo lejos que lleguen las Liberty en los playoffs. Por el medio, la competición norteamericana hará un paréntesis para los Juegos Olímpicos de París, donde Fiebich participará con Alemania. Después aparecen varios escenarios posibles: un parón vacacional para descansar tras completar un año natural de competición; volver a Europa para reintegrarse en la liga española u otro destino, alternando los calendarios a uno y otro lado del Atlántico; o, al contrario, alargar el periodo sin competir para recuperarse de un año muy exigente y después apostar por un nuevo campamento de entrenamiento en abril de 2025 para seguir en la WNBA…
La sensación en el Casademont es que Fiebich no va a decidir hasta ver cómo se desenvuelve en su primera experiencia en Estados Unidos, su nivel de adaptación, el impacto que sea capaz de generar en una franquicia con aspiraciones máximas y las expectativas de futuro que se le abran allí o en la propia competición. También, por supuesto, su estado físico y mental después de un periodo extenuante de competición.
Lógicamente, ese aplazamiento permite todas las hipótesis y también alimentar la esperanza de su regreso a Zaragoza. La planificación de la próxima temporada avanza ya desde hace un tiempo con una estrategia que no cierre ninguna puerta: el Casademont hará un equipo competitivo sin Leo Fiebich, para no arriesgarse a perder trenes decisivos en los primeros meses de competición; pero se guardará la opción de incorporarla como refuerzo de invierno, por decirlo de algún modo, si la internacional alemana se abre a ello.
La competencia económica que pueda surgir por fichar a una jugadora de enorme valor en la Liga Femenina Endesa la compensa su experiencia en un equipo donde cayó de pie y ha relanzado su carrera, tras un paso con momentos incómodos por Francia y la breve estancia en Australia. "Aquí sabe que tiene el cariño y la capacidad de progreso para seguir siendo una de las mejores de Europa", resumió Carlos Cantero hace pocos días. Por eso el Príncipe Felipe le cantó hasta el último día. Para que, incluso en el momento de irse, Leo Fiebich siga pensando en la posibilidad de quedarse.