LIGA FEMENINA ENDESA

Mariona Ortiz, la base de moda... que pudo no serlo: "Yo no quería seguir en esto del baloncesto"

La jugadora de Calella ha recuperado la tranquilidad y su buen juego en el sorprendente Casademont Zaragoza.

Mariona Ortiz marca jugada en un partido del Casademont Zaragoza./FEB
Mariona Ortiz marca jugada en un partido del Casademont Zaragoza. FEB
Guillermo García

Guillermo García

A Mariona Ortiz no se le borra la sonrisa de la cara. Ha recuperado la alegría que le produce escuchar el rebote del balón contra el parquet y mucha culpa la tiene Zaragoza. Una ciudad a la que llegó con suspicacias por su desamor en ese momento con el baloncesto y en la que ha vuelto a disfrutar con el deporte de la canasta.

Mariona Ortiz habla sobre su motivación para seguir en el baloncesto.Relevo

Lo ha hecho como líder silenciosa de un Casademont Zaragoza que mantiene el pulso al Perfumerías Avenida en la Liga Femenina Endesa y que es la gran sensación de la Euroliga tras firmar siete victorias en sus nueve primeros partidos en la máxima competición continental. Y buena parte de culpa de ese buen momento del equipo maño la tiene Mariona Ortiz.

"Creo que estoy haciendo bien mi trabajo y siempre satisface eso, pero yo centrada siempre en lo mío, con los pies siempre en el suelo", reconoce la jugadora catalana en conversación con Relevo. "Soy muy partidaria de la frase de Ricky Rubio, que me ha ayudado un montón en muchos momentos, de never too high, never too low".

Porque Mariona ahora está en el pico más alto, pero sabe también lo que es caer para volver a levantarse. Aunque en su caso le costó hasta el punto de estar a punto de dejar el baloncesto durante el verano de 2022. 

"Antes de firmar en Zaragoza, el año de Estudiantes, estaba muy mal, en depresión. Muy mal de decir yo no quiero seguir en esto porque el balance de lo positivo y lo negativo es que no me salía positivo para nada", recuerda la jugadora catalana. "Al contrario, no veía nada que sume. Estaba muy mal de la rodilla. Me iba a dormir con dolores y me levantaba con dolores que no me permitían rendir. Yo no lo veía. Es más, hablaba con mi representante y decía lo siento mucho pero es que no quiero no quiero saber nada del baloncesto".

"Hablaba con mi representante y decía lo siento mucho pero es que no quiero no quiero saber nada del baloncesto"

Mariona Ortiz

De hecho Mariona, que hoy lidera al conjunto maño con 8,5 puntos, 3,8 asistencias y 13,3 de valoración, tuvo que apartarse durante un tiempo del baloncesto. Fue breve, pero sirvió para resetear. "Ese verano sí que no toqué un balón. Me centré mucho en recuperarme de la rodilla, recuperarme mentalmente para salir de ese de ese vacío que sentía, de no tener ningún sentido, de por qué tengo que seguir haciendo algo que no me hace feliz. Trataba de ver qué podía aprender de toda esa situación y cómo encarar el futuro. Ese verano fue de mucho trabajo con la psicóloga y conmigo misma. Y acabé encontrando mis fuerzas y firmé en Zaragoza y mira dónde estoy ahora".

A orillas del Ebro ha vuelto a ser ella misma y ha encontrado la paz para volver a brillar en la cancha. "Mi pareja también me ha ayudado mucho. Ha sido una parte muy fundamental porque en todo momento me ha apoyado. Centrarme en otras cosas, aparte del baloncesto, como estudiar o mi familia me ha ayudado. Yo lo comparo siempre en una mesa e intento que mi mesa no solo tenga una pata porque si solo tiene una pata es imposible que se sostenga. Cuantas más patas tenga, mucho más equilibrio tendrá. He ido construyendo patas aquí en Zaragoza que me han hecho que consiga esa estabilidad".

Mariona Ortiz sobre ser referente en Zaragoza.Relevo

Esa tranquilidad se convierte en números, en victorias, en títulos (el conjunto maño es el actual campeón de la Copa de la Reina) y en un nuevo contrato. Mariona renovó el pasado verano hasta 2025 con un Casademont Zaragoza con el que prefiere ir paso a paso antes que mirar más a largo plazo. "Yo creo que mirar hacia lo lejos a veces te hace olvidar lo que está más cerca y para mí eso es súper importante. Mis objetivos son siempre diarios y luego a partir de ahí el siguiente. El primer partido y nada más más allá de una semana vista. Y yo creo que el equipo está en la misma dinámica".

Mariona promedia en sus últimos tres partidos en Euroliga 13 puntos, seis asistencias, 25 de valoración y lo que es mas importante, tres triunfos. Con ese aval se ha convertido en una de las más queridas para una afición que cada fin de semana llena las gradas del Príncipe Felipe con una marea roja. "A nosotras nos llena el hecho de saber que estamos ayudando más allá del baloncesto. Por ejemplo, me escribió una mujer el otro día diciéndome que su madre estaba en el hospital y nos estaba y me dijo: "¡Jo! ¡Qué felices fuimos cuando acabasteis ganando!". O ver un niño que te abraza. O los aficionados de la residencia San Marcelino. Me llena un montón saber que consigues que dejen de pensar en sus problemas y se centren en otra cosa, que les hace más feliz que les genera alguna energía positiva. No hay nada comparable a eso, para mí al menos. Saber que estoy ayudando de otra manera independientemente de jugar al baloncesto o a través del baloncesto es muy satisfactorio".

"Me llena un montón saber que consigues que dejen de pensar en sus problemas y se centren en otra cosa, que les hace más feliz que les genera alguna energía positiva"

Mariona Ortiz

Esa afición hoy idolatra a Ortiz, aunque la jugadora prefiere no dejarse llevar por los halagos y tampoco hacer demasiado caso a las críticas. Incluso a las suyas propias. "Ha sido un proceso muy complicado. Al final el deportista de élite en sí es muy autoexigente. Creo que tienes que serlo para poder estar ahí. Crecemos perfeccionistas a unos niveles que te pueden generar mucha ansiedad. Muchas veces los jugadores podemos hacer cuatro cosas bien y una mal y te quedas con la mala. Y luego ves una crítica de eso y ya estás ahí en plan 'madre mía, si es que tiene razón'. Tienes que ser consciente de que para bien o para mal el baloncesto es un deporte de errores. Habrá días que lo harás mejor habrá días que lo harás mal, pero bueno si sales satisfecha en el sentido de has tratado de hacer lo mejor posible en las circunstancias que habían en ese momento te tiene que dar igual lo que digan los demás. Ese proceso me ha costado sus años y el hecho de que ahora lo entienda de esta manera también es lo que me lleva a tratar de ser lo más regular posible. He aprendido a lidiar con ello".

Ortiz ahora no escucha el ruido externo. No le compensa y aunque le ha costado entenderlo ahora maneja ella sus propias expectativas. Ni siquiera se pone como meta una Selección en la que ya ha estado, pero no tiene prisa por volver. "Desde hace años dejé de obsesionarme en ese sentido de tenerlo muy presente. Tenemos una Selección con jugadoras de muchísima calidad y que han conseguido mil cosas. Soy consciente de que es difícil entrar ahí", asegura la base que ha convertido al conjunto maño en la gran revelación del baloncesto español. Aunque hace ya tiempo que los resultados del Casademont Zaragoza dejaron de sorprender.