NCAA
Lola Pendande cambia el miedo y la depresión por hacer historia en la NCAA: "Podemos soñar con la Final Four"
La internacional española, a las puertas de entrar en el 'Elite Eight' con la Universidad de Florida tras eliminar a una de las grandes favoritas del March Madness.
La noche del pasado 21 de marzo Lola Pendande daba una nueva muestra de porqué es una de las grandes piezas de presente y futuro del baloncesto español. Y lo hacía en un escenario de ensueño como es el 'March Madness' de la NCAA, el torneo más impredecible del deporte y una cantera inagotable de sueños. Como el de Lola.
La jugadora de Almería firmaba su mejor partido en la competición universitaria en el momento más oportuno. Con uno de los mejores equipos del país como rival y con el pase a los octavos de final del torneo ('Sweet 16') como premio. Una ronda en la que las Hurricanes no estaban desde 1992 y en la que entraron por la puerta grande tras doblegar a la todopoderosa Indiana (número 1 de su división) con 19 puntos, 7 rebotes y 2 tapones en 32 minutos, anotando 7 de sus 9 tiros de campo.
Números que se acompañan de victorias (ya en primera ronda firmó la quinta mayor remontada de la historia del torneo) para seguir pensando a lo grande. Ahora le toca el turno a Villanova y la pívot española no quiere parar ahí. "Podemos soñar con la Final Four. Estoy ansiosa por jugar ya y ver cómo se da el partido. Cada partido es una batalla como hemos podido ver, pero se puede ganar", reconoce a Relevo la jugadora española.
Pendande reconoce que está en el mejor momento de su carrera y quiere aprovecharlo para disfrutar un torneo que ella misma califica como una locura, "sobre todo cuando juegas contra equipos mejores que el tuyo". Sin embargo, en el March Madness las etiquetas no cuentan a la hora de saltar a la cancha. Y menos cuando estás en un momento como el de Lola: "Es increíble el cambio que he dado física y mentalmente", reconoce.
Esta temporada en la NCAA le puede volver a abrir las puertas de una Selección en la que ya estuvo el verano pasado. Ella prefiere seguir centrada en el momento y no pensar más allá del siguiente partido: "Ahora mismo vivo en el presente. Estoy disfrutando mucho y quiero vivirlo al máximo". Sin embargo, la posibilidad de disputar un Eurobasket es un premio demasiado suculento como para no pensar en ello.
Lola Pendande sobre su experiencia en la Selección.
Sobre todo después de haber estado cerca de no volver a vestir la camiseta de la Selección, como ella misma recordaba el pasado verano, cuando una llamada le sorprendió en clase: "No me lo esperaba. Pensé que después de los campeonatos inferiores yo ya había acabado con la Federación. Me hizo mucha ilusión, salí de clase y llamé a mi hermana".
Un camino que no siempre ha sido fácil
Esa llamada era sólo un paso más dentro del camino de Lola Pendande. Una senda marcada siempre por el deporte de la canasta. Allí ha sido capaz de ir quemando etapas y cumpliendo sus anhelos: "El baloncesto siempre ha sido mi sueño. Era lo único que sabía hacer bien y no me daba dolores de cabeza".
Porque el camino de Lola no siempre estuvo libre de jaquecas y preocupaciones, como ella misma reconocía en uno de los primeros Relevo Talks. "Tuve un año en el que estuve deprimida y tuve que acudir al psicólogo", apuntaba entonces Pendande. Era un momento en el que ni siquiera el baloncesto servía como bálsamo. "No me lo estaba pasando bien como yo quisiera y me planteé dejarlo. Soy muy exigente conmigo misma y no me salían bien las cosas". Hoy ese momento es sólo un recuerdo en la mochila vital de Lola.
Lola Pendande habla sobre la depresión y el racismo.
Un coleto en el que se mezclan experiencias positivas como la ayuda del psicólogo y otros negativos como lo que le ha tocado vivir en ciertos momentos en Estados Unidos, donde el color de piel sigue siendo un problema: "En España no he experimentado tanto racismo como allí. Ha sido difícil. Esa fue una de las razones por las que entré en depresión. Me sentía super insegura de salir a la calle yo sola, compartía mi ubicación con todo el mundo. Llegué a sentir que necesitaba estar acompañada para sentirme segura. Y no por una persona de mi color, sino de una persona blanca para yo estar segura. Eso me ha cambiado y veo todo de diferente manera".
"Llegué a sentir que necesitaba estar acompañada para sentirme segura. Y no por una persona de mi color, sino de una persona blanca"
Esas experiencias le han servido como gasolina para demostrar en la cancha las ganas que tiene por seguir mejorando y hacer las cosas bien. Por ella misma y esa autoexigencia de la que habla y, sobre todo, por su familia. Por el sacrificio que hicieron sus padres cuando decidieron emigrar de Guinea y por el esfuerzo que hicieron para que Lola y sus hermanos tuvieran las posibilidades de futuro que ellos no tuvieron. Oportunidades que Pendande agarra como los rebotes que captura bajo los aros y que hoy son uno de los puntos fuertes de la Universidad de Florida. Un huracán que no quiere remitir en su búsqueda de gloria.