La mayor sorpresa en la historia de la NCAA
La pequeña Fairleigh Dickinson tumba a la todopoderosa Purdue en uno de los partidos más desiguales de la historia del March Madness.

No ha tardado demasiado el 'March Madness' en demostrar porqué es una de las mayores locuras del mundo del deporte. Un torneo de pronóstico imposible que fabrica historias que luego nutren los guiones almibarados de Hollywood. Como la que acaba de protagonizar la pequeña Universidad de Fairleigh Dickinson en la que ya se considera una de las mayores sorpresas en la historia del deporte estadounidense.
Es una nueva victoria de David contra Goliat. El triunfo (63-58) de una pequeña universidad de Nueva Jersey con apenas 11.000 estudiantes frente a un gigante que le cuadriplica en cuanto al número de alumnos como es Purdue. Un equipo que llegaba al torneo final de la NCAA como uno de los cuatro cabezas de serie del cuadro.
Condición que no supo defender en su primer compromiso, siendo el segundo equipo en la historia que pierde en primera ronda siendo el cabeza de serie número 1 de su división. Hasta ahora el balance era de 150 victorias por sólo una derrota. Ahora, el nombre de Purdue figurará junto al de Virginia como los únicos números 1 en perder en esa primera ronda.
Knights to remember!
— ESPN Stats & Info (@ESPNStatsInfo) March 18, 2023
Fairleigh Dickinson is just the second 16 seed to reach the Round of 32, and the first team from the Northeast Conference to win a game in the Round of 64. pic.twitter.com/3qfJ7h9gpa
La pequeña Fairleigh Dickinson, y no es una figura literaria ya que era el equipo más 'bajito' de los 363 que forman la Division I de la NCAA con 1,85 de media, supo manejar los nervios y la presión de quien no se juega nada. Quien lo ha conseguido ya todo, porque ni siquiera tenía que estar en esa primera ronda del 'March Madness'. Su lugar era para Merrimack, que ganó la Northeast Conference ante los Bulldogs, pero que no podían participar en el March Madness porque todavía no es elegible para el torneo final porque no se han cumplido los cuatro años que exige la NCAA a equipos que ascienden desde la Division II.
Una defensa en zona y el descaro de Sean Moore en ataque (19 puntos con siete de 17 y tres de 10 en tiros de tres) fueron suficiente para que los Bulldogs maniatasen a Purdue, que partía como el tercer favorito en las apuestas a campeón nacional. Ni siquiera el gigante Zach Edey (2,23 y candidato a ganar el trofeo al Jugador del Año en la NCAA) pudo con las ganas de un equipo que anoche se convirtió en un titán inabordable para su rival.
"Si jugáramos 100 veces, probablemente nos ganarían 99"
Entrenador de Fairleigh Dickinson"Muchas veces tenía a un rival defendiéndome por la espalda y a otro, básicamente, por delante", explicaba un Edey que terminó con 21 puntos y 15 rebotes en su cuenta particular. Números excelsos para el gigante que, sin embargo, no sirvieron ante el dinamismo y la defensa de unos Bulldogs que maniataron a su rival, provocando hasta 16 pérdidas de balón.
A HUGE BLOCK FOR FDU 🤯
— NCAA March Madness (@MarchMadnessMBB) March 18, 2023
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"Me encantan mis jugadores. Son duros y peleones. Es increíble, acabamos de sorprender al mundo y no podía estar más contentos por estos chicos, por estos aficionados", aseguró Tobin Anderson, entrenador de Fairleigh Dickinson, que entendía que lo que acababa de pasar en Ohio era uno de los mayores milagros en la historia del deporte universitario. "Si jugáramos 100 veces, probablemente nos ganarían 99". Pero siempre hay una posibilidad. Y esa es a la que se agarraron unos Bulldogs que ahora son historia.