La Argentina de Campazzo, Deck y Laprovittola se queda sin Mundial

Noche negra en Mar de Plata y en toda Argentina. La selección albiceleste no estará en el Mundial de baloncesto que se disputará el próximo verano en Filipinas, Japón e Indonesia tras caer ayer en casa ante República Dominicana, que sí se ganó su billete tras el histórico triunfo. Es la primera vez desde 1982 que el combinado sudamericano se queda fuera de la cita. Hay que recordar que son los actuales subcampeones del mundo después de caer en la final de 2019 ante España.

Nadie contaba con esta eliminación. Argentina sabía que se jugaba todas sus opciones en un partido a vida o muerte, pero ante su gente. Por ello solicitó permiso a los clubes europeos para que les cediesen a sus jugadores, esos que disputan la Euroliga, y lo consiguieron. La pasada madrugada en Mar de Plata estaban Campazzo, Deck o Laprovittola, arsenal con el que esperaban no pasar apuros.

Fue así durante buena parte del partido. De hecho, durante el tercer cuarto la ventaja local llegó a ser de 17 puntos, pero los dominicanos no bajaron los brazos y liderados por un colosal Jean Montero (22 puntos) y bajo la dirección del jugador del Joventut Andrés Feliz, lograron darle la vuelta al marcador y certificar su clasificación para el Mundial. La derrota es más dolorosa si cabe cuando el seleccionador que les ha derrotado es Néstor García, hasta hace no mucho ocupante del banquillo albiceleste.

García, de hecho, llegó a dirigir a Argentina en esta fase de clasificación. Estuvo como técnico un año, desde el verano de 2021 hasta el de 2022, y en ese periodo cosechó una derrota que a la postre sería decisiva para certificar la eliminación de su país de origen. El pasado 26 de febrero del año pasado, la albiceleste caía en casa ante Venezuela por trece puntos, una diferencia que no pudieron remontar en el partido disputado en Caracas y que hoy, con ambas selecciones empatadas a puntos, resulta decisivo.

La derrota puede significar la última oportunidad mundialista para algunas de sus estrellas, que no ocultaron su pena tras el pitido final. "No jugamos bien y es una cagada. Hay que darle mérito a ellos porque hicieron un partidazo. Nosotros hicimos un juego muy evidente y ahora tenemos que estar más unidos que nunca, no queda otra. La sensación es muy mala, aunque prefiero estar con mis hermanos aquí sintiendo esto que no en otro lugar", apuntó Campazzo tras el encuentro.