España se atasca ante la ausencia de sus grandes generadores

Yakarta.- Era una de las grandes dudas que se cernían sobre España después de que Ricky Rubio anunciara su baja de la Selección para cuidar su salud mental: la capacidad de generar juego en ataque del equipo español. Un factor del juego que hasta ahora había pasado desapercibido, pero que fue un problema en el último cuarto de la derrota de España ante Letonia.

No sólo era la ausencia del base de El Masnou, también estaba la baja por lesión de Lorenzo Brown. Dos jugadores que iban a ser fundamentales en los esquemas de Scariolo por su capacidad para crear espacios y vías de conexión limpias con interiores como Willy Hernangómez después del pick and roll. El pívot del Barça seguramente sea el jugador que más está echando de menos a estos dos jugadores.

"Ha sido una broma de la vida. Me he pasado casi todo el año pensando en cómo poder hacer coexistir a dos grandes manejadores y en lo increíblemente bonito que sería. Y de repente, en poco tiempo, han desaparecido los dos. Obviamente hemos tenido que ajustar cosas magnificando otras acciones que no fueran directamente el pick and roll del base con el pívot que tanta munición había dado a Willy en su juego", apuntaba el técnico italiano antes de empezar el Mundial, anticipando lo que sucedió ante Letonia.

España consiguió aguantar al conjunto báltico durante los dos primeros cuartos e incluso en el tercero generó una renta que parecía suficiente. Pero lo hizo desde la defensa. Un +12 construido en el propio aro de una España que en el último parcial, con Letonia enchufada desde el triple, apenas tuvo capacidad de generar juego ofensivo: 11 puntos y 4 asistencias durante un último parcial que lastró a la Selección.

Fueron 10 minutos que contradicen lo que se estaba viendo de España hasta entonces. Aunque por momentos le cuesta generar juego en estático, el movimiento de balón sigue siendo una de las principales características de este equipo, que acumula más de 27 asistencias por partido. El mejor promedio del campeonato. Sin embargo, la asistencia no siempre es sinónimo de generar juego y ahí aparecieron los problemas de España en el último cuarto.

Scariolo dejó en el banquillo a Juan Núñez y lo intentó con Brizuela y Llull, los dos mejores buscando generar desde bote, pero no fue suficiente para desequilibrar la defensa letona, que entendió a la perfección los cambios de marcaje que tenía que hacer para frenar a España y ponerla contra las cuerdas por un problema que el técnico italiano ya veía venir.

"Pensando en los minutos, en la limitadísima capacidad que tenemos en la generación de juego desde bote en todo el equipo en general, concentrarlo todo en el puesto de base sería un error. Necesitaremos reforzar esta pareja un poco atípica que tenemos con momentos de Sergio Llull, pero tampoco podemos olvidar que una forma muy eficaz e imprevisible de poder atacar no deja de ser la presencia de dos manejadores dentro del equipo". Algo que intentó frente a los bálticos, pero que no terminó de funcionar.