España inicia el camino hacia otro oro inesperado

Hace cuatro años Pau Gasol luchaba contra su pie para intentar volver a jugar al baloncesto, Navarro acababa de colgar las botas y Calde se había despedido de la Selección. Parecía el fin de una etapa dorada en el baloncesto español, que no entraba en las quinielas para conquistar el Mundial de China. Ricky, Marc, Rudy y compañía se encargaron de romper los pronósticos. Hace un año, sin el base de El Masnou por lesión y sin el mediano de los Gasol, el equipo de Scariolo repitió el guion, no hizo caso de las predicciones y conquistó Europa.

Hoy, ya sin ningún osado que se atreva a apostar en su contra, España vuelve a girar la llave de su motor y arranca un nuevo camino para intentar colgarse un nuevo oro inesperado. Lo hará con un núcleo muy parecido al que el pasado verano se impuso en Berlín y que hoy se ha colocado en la línea de salida situada en la sede Endesa, donde tuvo lugar la presentación del equipo amenizada por la actuación de Miss Cafeína. ¿La meta? En Manila el próximo 10 de septiembre.

"Estos chicos van a Yakarta y Manila con toda la ambición del mundo. Lo del año pasado no entraba en el guión", aseguraba Jorge Garbajosa, todavía presidente de la Federación Española de Baloncesto, que espera repetir éxitos este verano, donde el baloncesto español ya ha sumado tres medallas, va camino de la cuarta en la sub-18 y quiere más con la absoluta masculina.

El conjunto, liderado una vez más por Sergio Scariolo, llega a la cita sin Lorenzo Brown, que no ha superado las molestias en su pie derecho y será baja tras ser la gran sensación del equipo el pasado verano. A cambio, el conjunto nacional recupera a Ricky Rubio, último MVP del Mundial, máximo anotador y que estaba como un niño con zapatos nuevos en su vuelta a la Selección.

"Los eché mucho de menos el verano pasado. Lo vi con envidia el año pasado y ahora vuelvo con ganas", afirmó el jugador de los Cavs, que no pudo explicar qué significa la camiseta de la Selección. "Es un ADN que es muy difícil de encontrar en cualquier club del mundo y aquí lo hemos hecho".

A otro de los que les cambia la cara cuando viste la camiseta nacional es a Willy Hernangómez. MVP del pasado Eurobasket y uno de los grandes nombres del verano tras su fichaje por el Barça, el pívot llega con la misma mentalidad que hace un año le convirtió en el mejor jugador de Europa. "Ha sido un año difícil, pero para mi venir a la Selección es aire fresco. Vamos a ver al Willy que lo hace todo por el equipo".

"La importancia de la transmisión de valores es que todo queda en familia. Lo que intentamos transmitir a los que vienen es el compañerismo y los valores que estamos afrontando en estas dos últimas décadas", señalaba el capitán de la Selección, Rudy Fernández, que puede superar a Navarro en números de internacionalidades con la camiseta nacional.

"Estoy muy agradecido de todo lo que he ido pasando y que los seleccionadores hayan pensado en mí cada verano. Ahora a seguir. Intentando estar a la altura de lo que viene, que lo hace con mucha fuerza, como estamos viendo en las categorías inferiores", apuntaba el balear, que se queda otro verano sin vacaciones. "Echo de menos a mi familia, es lo más difícil, pero llegamos a esta segunda familia

España tendrá ahora 31 días hasta su estreno mundialista el próximo 26 de agosto ante Costa de Marfil. Antes la Selección, que en esta ocasión llega como favorita al ocupar el número 1 del ranking FIBA, tendrá cinco partidos de preparación. Ante Venezuela en el WiZink Center de Madrid el 4 de agosto. Como parte del Torneo Centenario, se medirá a Eslovenia (11 de agosto) y a Estados Unidos (13 de agosto) en el Martín Carpena de Málaga. Granada acogerá los dos últimos encuentros amistosos ante Canadá (17 de agosto) y la República Dominicana (19 de agosto).

Cinco encuentros en los que Sergio 'ScariORO', como le llamó el cómico Fede de Juan en la presentación, podrá engrasar los engranajes del equipo y confeccionar la lista definitiva de 12 jugadores con los que afrontar la cita. "Es muy dificil encontrar un equipo que ha sabido mantener el camino de la excelencia como éste y que ha sabido multiplicar la suma de los valores en un nivel colectivo siempre superior. Y eso tiene que ver con valores que van más allá de las habilidades, que tocan el corazón", apuntaba el seleccionador, que calmó los ánimos. "Ahora hay que ir paso a paso, conjuntarnos otra vez en un sistema de juego y reactivar ese gen competitivo y que siempre ha sido una seña de identidad de este equipo".