España, preparada para "pasarlo mal" ante un 'monstrinho' sin freno
España disputa ante Brasil su segundo encuentro del Mundial y se juega la primera plaza del grupo.

Yakarta.-Sergio Scariolo tiene el plan perfectamente trazado en su cabeza. Todo pasa por Brasil. Es, en sus propias palabras, "el partido decisivo" de la primera fase. Una victoria despeja el camino no sólo a la segunda ronda sino también a los cuartos de final. Y más ahora que Francia no está en el camino. Un triunfo dejaría a cero el marcador de derrotas -contando con ganar a Irán en la última jornada- y no obligaría a la Selección a ganar a Canadá y a Letonia en el siguiente paso de la competición.
Pero antes de pensar en eso toca la verdeamarela. Un conjunto imprevisible que llega al encuentro con sensaciones encontradas. Por un lado la euforia de su primer triunfo frente a Irán, en el que dejó una gran imagen con un juego de transiciones veloces y acierto exterior. Y por otro la tristeza de haber perdido a una de sus grandes figuras. Raul Neto se rompió el tendón rotuliano de su rodilla derecha y ha dejado huérfano al equipo brasileño, que sin embargo, tiene fondo de armario para salir adelante.
Para empezar por Yago dos Santos, el 'monstrinho' como le llaman en su país, que amenaza con romper el muro de la Selección. Su velocidad endiablada y su potencia física son suficiente para que España tenga que ajustar una defensa que por momentos ante Costa de Marfil permitió demasiadas penetraciones por el centro de la zona, producto de despistes que ante Brasil tendrán que evitar.

"Estamos asustados, la baja de Raul es difícil para todos, también para mí. Además de compañero, él es uno de mis referentes", aseguraba ante Relevo tras el primer encuentro. Ahora la responsabilidad de llevar las riendas de la 'canarinha' recaerá sobre él y sobre los 40 años del eternamente joven Marcelinho Huertas. Ellos serán los encargados de dirigir un ataque que ante Irán llegó a los 100 puntos tirando más veces de tres (34) que de dos (30) y que presumió de manos rápidas en defensa con 12 robos.
Un número que preocupa en España. Y más tras las 18 pérdidas de balón cometidas ante Costa de Marfil. Algo que el conjunto de Scariolo no puede repetir ante el combinado sudamericano por la velocidad de transición que imprimen a su juego y que permitiría puntos fáciles para el equipo más fuerte con el España se va a enfrentar en esta primera fase. Al menos así lo ve el seleccionador nacional.
"Es el partido decisivo de este primer grupo y ante uno de los equipos con más fuerza, con más talento y con más talla. Sabemos que va a ser tremendamente difícil, Brasil está jugando muy bien no solo en el Mundial, sino durante toda la preparación y la pretemporada", apuntaba el técnico italiano en la previa de un choque en el que España tendrá que tener mucho cuidado en la defensa del pick and roll entre sus manejadores y los interiores, de los que Dos Santos y Huertas sacan ventajas para penetrar y doblar.
"Es el partido decisivo de este primer grupo y ante uno de los equipos con más fuerza, con más talento y con más talla"
"Tiene excelentes bases, una capacidad de tiro tres puntos impresionante y jugadores muy grandes y atléticos en los puestos de 4 y de 5. Creo que tenemos que estar preparados para pasarlo mal, para pasar momentos de dificultad y saber superarlo en equipo porque hacerlo individualmente no nos conviene", recordaba Scariolo sobre la capacidad de sus generadores de juego, que supondrán una primera prueba de fuego para el joven Juan Núñez, Alberto Díaz y un Sergio Llull que tampoco ve nada fácil la misión que tiene por delante.
"Tenemos que mejorar en el tema de las pérdidas, dar un puntito más en defensa y estar más concentrados durante más tiempo. Tenemos que seguir mejorando sabiendo que lo de mañana es una final y que si nos clasificamos a la siguiente fase todo cuenta, por lo que hay que ganar. La presión existe en cada partido y más con el sistema de clasificación que hay", recordó el balear en la previa del choque.
España y Brasil se conocen a la perfección. Han disputado un total de 15 partidos oficiales a lo largo de sus respectivos historiales. El balance es favorable a la Selección, pero dos de los cuatro últimos enfrentamientos, ambos en Juegos Olímpicos, terminaron con victoria brasileña, el último, en 2016 en Río.