Francia consuma la debacle y está fuera del Mundial: "La cagamos"

Yakarta.- Francia llegaba en las apuestas como uno de los grandes candidatos a suceder a España como campeón del Mundial. Estaba tercera en los pronósticos por delante de selecciones como la de Scariolo, Eslovenia o Alemania. Equipos que a día de hoy todavía siguen en el torneo, cosa que Francia no puede decir tras sumar su segunda derrota en los dos primeros partidos.

Los de Vincent Collet llegaban al choque ante Letonia con el agua al cuello y durante más de 35 minutos dominaron y dieron la impresión de que habían conseguido dejar atrás la presión. Sin embargo, los nervios terminaron apareciendo en el combinado galo. Y sobre todo en Nando De Colo. El veterano jugador francés cayó presa de la ansiedad y fue expulsado antes de terminar el choque en una jugada que terminó por minar las posibilidades de Francia.

Con De Colo fuera de combate, las riendas caían en un Gobert superado en ataque, en un Fournier que no encontró los huecos para hacer daño a la defensa báltica y en un Batum intermitente. La pizarra de Collet se atascó y sin que el equipo pudiera correr, se atascó en el ataque estático sin hacer daño alguno a una Letonia que a medida que pasaban los segundos iba creciendo en su fe y en su capacidad de sorpresa.

Sin Porzingis, pero con un diabólico Arturs Zagars -un exACB al que el Joventut dejó escapar- que hizo lo que quiso con la defensa gala y de los triples de Davis Bertans, el equipo letón dio la vuelta a un marcador que llegó a ver con hasta 14 puntos de desventaja. Y así, poco a poco, fue recortando puntos hasta completar la remontada y ponerse por primera vez por delante en el marcador a falta de 37 segundos para el final. 86-87. Una ventaja que ya no cedería a pesar de los intentos de Yabusele, Gobert, el fallo desde el tiro libre de Zagars y un último triple errado de Francisco.

Los galos pasan por la guillotina y terminan su Mundial con una crisis sin precedentes en el baloncesto galo en los últimos 20 años. Ni la presencia de Gobert, Batum y Fournier (entre los tres cobran más de 70 millones de dólares) ha salvado a un equipo que ha ido perdiendo efectivos y calidad desde la retirada de Parker y Diaw y al que ahora le toca pensar en la reconstrucción de cara a los Juegos.

Mimbres tiene de sobra. Empezando por Victor Wembanyama, que no ha estado en esta ocasión por empezar a prepararse para su aventura NBA, y siguiendo por Joel Embiid, al que tendrán que convencer para estar en la cita olímpica con los 'bleus' en lugar de jugar con Estados Unidos. Luego nombres como Yabusele, Lessort o Francisco para dar continuidad a un proyecto que empieza a pedir la salida de Vincent Collet tras una nueva eliminación en una gran cita. Un técnico que ha tenido a la mejor generación de la historia gala y a la que nunca ha conseguido sacar todo su jugo. Ahora toca reinventarse.

Ahora toca reinventarse. Al menos eso es lo que pedía Nicolas Batum tras el partido. El jugador de los Clippers no podía ocultar su enfado y puso en palabras el sentimiento de un equipo que ha decepcionado en estos dos encuentros. "Ciertamente la cagamos. Pero ahora tiene que haber un replanteamiento por parte de todos: jugadores, cuerpo técnico y federación". Una nueva vida que pasa por una nueva revolución francesa.