Joel Parra, entre algodones ante un rival que desconcierta a España

Yakarta.- Un detalle en el entrenamiento de la Selección española llama rápidamente la atención. Joel Parra en la zona del banquillo en chanclas. "No ha entrenado". Una sentencia que confirma pocos minutos después Sergio Scariolo, en su comparecencia ante los medios antes del primer partido de la segunda fase del Mundial, que enfrenta a España contra Letonia (viernes, 11:45 hora peninsular).

"Joel es duda para el partido de mañana. Tiene molestias [una sobrecarga] en la pierna izquierda, pero no es grave. Lo único que tenemos que cuidar la recuperación con este ritmo de partido cada dos días", aseguró el técnico italiano que ya tuvo el susto de Abrines en el primer partido contra Costa de Marfil y que reservó a Rudy Fernández contra Irán. La dosificación, clave en este tipo de torneos.

Más allá de la ausencia de Parra, el seleccionador nacional mostró también su preocupación por el rival que mañana va a tener enfrente. Un equipo que no entraba en los pronósticos, pero que ha llegado a la segunda fase tras cargarse a Francia y aguantar dos cuartos a Canadá con un baloncesto directo (es el equipo del torneo que más anota en transición) y con tiradores que no dudan cuando tienen el balón entre las manos.

"Es un equipo contra el que es muy complicado jugar", aseguraba el preparador de Brescia. Una opinión que minutos más tarde reforzaba Juancho Hernangómez. "Se trata de un conjunto muy peligroso porque juegan muy abiertos y cualquiera de los 5 pueden tirar desde fuera. Hay que salir fuerte desde el principio".

Esa concentración inicial y la falta de experiencia de algunos de sus jugadores en este tipo de compromisos ("Hay muchos jugadores que no han pasado por esto. Los jugadores con más experiencia les sabrán aconsejar", apuntaba el técnico) serán dos de los aspectos que España tendrá que superar para batir a un equipo con pese a no contar con Dairis Bertans y Porzingis se ha convertido en la revelación del campeonato y que quiere seguir siendo el 'Mr. Underdog' ante una España que no se fía del rival.