Los meses de mayor incertidumbre en la FEB: ¿Cómo afecta la derrota de España?
Las elecciones de 2023 y 2034 y la presencia de las selecciones masculina y femenina en París marcan el futuro del baloncesto español.

Yakarta.- España tenía un plan A. Pasaba por conseguir el billete para los Juegos Olímpicos de París de forma directa en el Mundial. Sin embargo, la derrota ante Canadá hizo volar por los aires la hoja de ruta. Pero España tiene un plan B. Más complicado y con más aristas, pero que puede terminar de la misma manera. Aunque si no se consigue vendrán problemas mayores.
Todo en un año marcado también por todo lo que ha vivido la Federación Española durante los últimos meses. Primero por el paso dado por Jorge Garbajosa para cambiar la FEB por la presidencia de FIBA Europa. Un traslado que se anunció en mayo, pero que no se hizo efectivo hasta unas semanas antes del Mundial, dejando el bastón de mando en manos de José Miguel Sierra, presidente de la Federación Aragonesa y vicepresidente de la Española.
Se trata de un momento de transición que terminará el próximo 2 de octubre con las elecciones para elegir presidente y en las que todo apunta a que Elisa Aguilar, que ya tiene el apoyo de todos los vicepresidentes para dichos comicios.
Sin embargo, la elección de la exjugadora es sólo para completar el ciclo de cuatro años que Garbajosa comenzó en 2019. Es decir, que en 2024 tendrá que haber nuevas elecciones. Y vuelve a ocurrir que entra en juego la cita olímpica, que marcará la fecha en la que se votará el nuevo presidente hasta 2028 y para el que Aguilar vuelve a ser la gran favorita. Aunque siempre puede haber sorpresas. Y más si no se consiguen los billetes a los Juegos que traerían consigo también una bajada en el presupuesto del año siguiente y podría afectar también a los patrocinios.

Todo pasa por los preolímpicos de ambas selecciones. La femenina disputará el suyo a comienzos de año y las posibilidades de conseguir el billete a París son mayores. Se disputan cuatro torneos -aún falta por saber las sedes- entre el 4 y el 12 de febrero de 2024. Los equipos clasificados, 16 en total, se dividirán en cuatro grupos de cuatro (una sede por cada zona geográfica) y se clasificarán las tres mejores de cada uno de ellos, a excepción de los de Francia y Estados Unidos: en estos pasarán los dos mejores al margen del anfitrión y del campeón mundial. Es decir, que España tiene todo en su mano para estar.
El tema se complica en el torneo masculino. Tanto por fechas como por la dificultad de los mismos. España tendrá que buscar a través de uno de los cuatro torneos preolímpicos que se celebrarán el próximo verano. Concretamente entre el 2 y el 7 de julio y de los que saldrán los cuatro equipos que estarán en la ceremonia inaugural que se celebrará en el cauce del Sena el próximo 27 de julio. Es decir, poco tiempo entre el fin de las ligas nacionales y el preolímpico y entre este torneo y los Juegos para organizar las giras de preparación que suponen otra fuente de ingresos para la Federación.
"El Preolímpico va a ser durísimo, va a ser una gesta titánica clasificarse para los Juegos. Haremos la cuenta de los que están y de los que no están para ir a la guerra e intentar ganarlo. Y si no lo ganamos, lo que tenemos que hacer, como hoy, es irnos con la cabeza alta. Pero el camino viene de lejos y sigue adelante", aseguraba Scariolo sobre lo que le espera el próximo verano.
Serán cuatro torneos que se celebrarán en países con un billete en juego (en 2021 para los Juegos de Tokio fueron en Canadá, Serbia, Croacia y Lituania) y entre los que estarán nombres como Grecia y al que caerán cuatro de los seis equipos europeos que este miércoles jugarán los cuartos de final del Mundial: Letonia, Alemania, Eslovenia, Italia, Serbia o Lituania. De momento, España no tiene intención de organizar ninguno de esos torneos por el alto coste (la FIBA pide un canon de 2 millones de euros) que conlleva, aunque tendrá que ser una de las primeras decisiones de Aguilar como presidenta de la FEB.
Una canasta. Una corbata en el aro y cambia todos los planes que pueden afectar al futuro más inmediato del baloncesto. "Cuestiones de detalle como se ha podido ver. Otras veces cae a favor nuestro y hoy no se han dado las circunstancias. Pequeños detalles nos han llevado fuera, pero orgullosos de nuestro equipo. Han hecho un gran campeonato. Se lo han dejado todo en la pista y España ha demostrado que competimos siempre al máximo. Ahora a hacer un buen año y competir en el preolímpico con toda la ilusión de poder llegar a los Juegos", apuntaba Óscar Graefenhein, director general de la FEB y jefe de la expedición española en Yakarta, sobre el gran desafío para el baloncesto español a corto y medio plazo.