Un partido "especial" para Jordi Fernández con Canadá

Granada.-Cuando uno mira el roster de Canadá, la realidad es que nada más que por nombres se puede decir que asusta. Shai Gilgeous-Alexandre, Dillon Brooks, RJ Barrett, Lu Dort, Kelly Olynyk, Dwight Powell, Nickeil Alexandre-Walker... Siete jugadores que son NBA. Por eso no resulta extraño que, pese a la baja de Jamal Murray que se ha conocido este miércoles, siga siendo una de las favoritas a pelear por las medallas en el Mundial. "¿Saldrán por aquí?", decía un niño de unos siete años a su padre en los aledaños del Palacio de los Deportes de Granada. Dentro estaba ya Canadá acabando su entrenamiento previo al partido de este jueves ante España (21:30 horas).

Esa frase basta para confirmar lo del principio. "Para nosotros es un partido más de preparación para crecer con equipo", decía el seleccionador canadiense, Jordi Fernández, a Relevo tras poner fin a la práctica con su equipo. Y es que, como reconocía, en Canadá hay "una falta de experiencia FIBA que es evidente", pero como bien defendía, esa carencia la suplen "con otras cosas".

Durante el entrenamiento, ya la parte final que han abierto a los medios de comunicación no faltaba nadie. Y aunque no hubiera mucho público, el poco que estaba presente -que se reducía básicamente a un par de periodistas y algunos voluntarios del pabellón- no quitaba sus ojos del '2'. El All Star de los Oklahoma City Thunder, con el que compartirá vestuario la próxima temporada el internacional español Usman Garuba, es el gran referente del equipo. Por eso, no resulta extraño que fuera de él de quien llevaba la camiseta ese niño de unos siete años que, un rato después, le seguía preguntando a su padre si "Shai iba a salir por ahí o no".

Eso sí, quien también estaba presente durante la práctica en la grada era otro que bien sabe de esto de la pelota naranja. Un mítico del baloncesto europeo que, al otro lado del charco, vistió en su año de rookie la camiseta de los Sacramento Kings en los que, precisamente, es ahora entrenador asistente Jordi Fernández: Johnny Rogers. Por eso, a más de una, como en mi caso, nos hubiera encantado poder sentarnos junto a ambos y escuchar lo que, de seguro, era una charla llena de IQ (Intelligence Quotient) o lo que es lo mismo, dicho en español, el coeficiente intelectual aplicado al baloncesto.

Aunque Canadá sea una selección inexperta, con un grupo nuevo y un nuevo seleccionador, ya en Alemania la pasada semana dejó pinceladas de lo que puede dar de sí. Y en esa línea de trabajo de compactar y forjar un engranaje que funcione está el catalán Jordi Fernández al que, como es lógico, este partido, aunque sea un amistoso, es especial para él al ser el primero que dirige en su país. 

"Tendré familia aquí y es un partido especial, aunque para el grupo no deja de ser un partido más de preparación", indicaba un Jordi Fernández que, como Shai Gilgeous-Alexandre, Dillon Brooks o el resto de jugadores NBA que tiene entre sus filas, también es uno de los grandes llamativos para el público español. Y si no que se lo digan a ese pequeño que esperaba a ver si había suerte y que, en una de esas le dijo a su padre: "Que yo a Jordi le quiero decir hola también, ¿eh?".

Al final, su sueño se truncó y ni vio a Jordi Fernández ni a Shai Gilgeous-Alexandre, pero no pasa nada. La ilusión queda pospuesta para 24 horas después cuando acuda al Palacio a ver el choque contra España y, eso sí, a "apoyar a su Selección".