Ricky Rubio ya lanzó un aviso hace dos años: "He llegado, no a odiar el baloncesto, pero sí a no querer ir a algún partido o entrenamiento"
El base español dejó varias reflexiones en el pasado que reflejan la importancia que le da a la salud mental.

Ricky Rubio ha anunciado que necesita aparcar el baloncesto un tiempo por un problema de salud mental, cuestión hacia la que siempre ha demostrado especial sensibilidad. Precisamente, hace poco más de dos años, en el canal de YouTube de Antonio Gil, charlaba sobre el factor mental y la humanización del deportista.
El base de Cleveland Cavaliers carga con 18 años de profesionalidad a sus espaldas, en la élite, tan sólo parando por cuestión de lesiones, un desgaste que pasa factura en todos los aspectos, sobre todo el psicológico. Durante la mencionada entrevista, en plena pandemia de coronavirus, Ricky Rubio ya puso de relieve todo lo que conlleva ese peso que arrastra durante tanto tiempo: "Hay momentos en los que se hace duro, en los que te planteas que todo se para un poco y ves que el baloncesto no es lo más importante".
Por aquel entonces, Rubio defendía los colores de Minnesota Timberwolves y tenía 30 años, muy lejos de los 14 con los que debutó en la Liga ACB con el Joventut. Seguramente, pocos pueden entender mejor que él la dedicación que requiere el profesionalismo desde una edad tan temprana y todo lo que sacrificas por ello.
El internacional español comprendió ese salto gracias a "momentos clave", según explicó. Por ejemplo, uno fue cuando quiso apuntarse al draft y volver al Joventut, y no le dejaron. "Vi, que al final, era un negocio y que las cosas se ponen un poco feas. Después me acogieron muy bien en Barcelona. Y en la NBA... mucha ilusión, pero después ves también que es un gran negocio todo esto. Desde muy pequeñito vi que esto dejaba de ser sólo un juego", aclaró.
Sin embargo, Ricky Rubio se mostró al mismo tiempo optimista con cómo evoluciona la comprensión de los aficionados hacia la persona, más allá del ídolo, del deportista. "Antes el aficionado no lo entendía, pero se están humanizando más muchos aspectos del baloncesto a nivel profesional", comentó el jugador, que entró en más detalle al respecto: "Antes era como un tema tabú hablar de la mente, de depresiones. Los jugadores profesionales teníamos que ser un poco robots y no tener sentimientos. Teníamos que estar siempre en nuestro mejor momento".
De hecho, el de El Masnou, con el fin de normalizar esa parte humana que menos se aprecia de los jugadores, llegó a confesar durante la charla: "Yo he llegado, no a odiar el baloncesto, pero sí a no querer ir a algún partido o no querer ir a algún entrenamiento. Pero vas igualmente y esos días son los que te hacen llegar a los días buenos".
En la NBA, los primeros en acercar los problemas de salud mental a los aficionados fueron DeMar DeRozan y Kevin Love en The Player's Tribune y, como precisó Rubio, esto ayudó a "que la gente se vea reflejada en que hasta las personas con éxito pasan por momentos malos".
En este sentido, Ricky Rubio situó la salud mental a la altura de la salud física, justificando la inclusión de la figura del psicólogo en los equipos de élite: "Puedes trabajar en la pista y lanzar mil tiros. Puedes trabajar en el gimnasio y hacer mil flexiones y estar muy bien físicamente, pero la confianza y la mente, si no la tienes bien, por mucho que hagas lo otro, no sirve. Se tiene que trabajar igual que otros aspectos de tu vida".
Al mismo tiempo, ya dejó caer la necesidad de parar, aunque sea un lujo que no puedan permitirse: "Cobramos por ellos y tenemos que ser profesionales, pero al igual que en cualquier otro trabajo, hay veces que necesitas un break y no lo puedes tener". a todo ello, si el momento de forma no es el adecuado, se le suman las críticas: "Mucha gente juzga a otra persona pero, realmente, no sabemos por lo que está pasando. Por eso tenemos que ser muy conscientes... un poco más positivos en muchos aspectos de la vida".
Y añadió una reflexión más profunda al respecto: "Al ser profesional, estás en el punto de mira de mucha gente, pero si estás a gusto contigo mismo, da igual lo que digan los demás. Debes tener una base muy firme para que las críticas no te afecten más allá de eso, de una crítica".
Confesado por él, el momento más duro al que se enfrentó fue la enfermedad de su madre. "Mi madre tuvo cáncer y la temporada 2015-2016 fue muy dura. Y cuando murió, la 2016-2017, aun más. La última temporada que aún estaba viva, los facetimes eran muy dolorosos. Yo estaba en un hotel en Chicago y le decía a mi madre que quería ir a España y no estar ahí. Por suerte, puede llegar a tiempo y despedirme bien de ella", admitió.
Sin embargo, el pensamiento que le rondaba por la cabeza inevitablemente era: "En ese sentido piensas, 'estoy jugando al baloncesto y la persona más importante en ese momento en mi vida está sufriendo en casa. Estoy a 15.000 kilómetros de ella y no puedo darle un abrazo'".
Para afrontar las situaciones más difíciles, Ricky Rubio reconoció a su familia como su mayor apoyo, como esa opinión externa fuera de su burbuja diaria. "Va bien ver otros puntos de vista porque crees que tu mundo es lo único y que lo que te preocupa es el mayor problema del mundo. Tenemos que relativizar un poco todo. Estamos aquí sólo una vez en la vida para realmente disfrutarla", señaló.
Cada vez más deportistas de élite con mensajes de concienciación
Los deportistas de élite cada vez son más conscientes de la importancia de la salud mental y se ha convertido en un aspecto fundamental dentro de su trabajo diario. Por ello, van siendo habituales los mensajes de concienciación a los aficionados.
Sin ir más lejos, este año pasaron figuras como Álex Remiro y Borja Iglesias por Relevo para poner de relieve ese avance, pero también que aún queda mucho por hacer.
"Me he encontrado con jugadores con los que me he sentado y les he dicho: 'te voy a pasar el número de mi psicóloga, habla con ella o, aunque no sea con ella, habla con alguien que te escuche, que sepa qué es lo que estás pasando", declaró el portero de la Real Sociedad.
Por su lado, el delantero del Betis desveló lo que le costó tomar la decisión de buscar ayuda: "Yo decía: 'Es que ir al psicólogo me expone mucho ante el resto de mis compañeros'. Pero Edu (su psicólogo) lo supo hacer muy bien, por lo menos conmigo. Como que supo encontrar la situación en la que yo me sintiese cómodo y no me diese vergüenza, porque creo que muchas veces es que tenemos vergüenza de decir: 'Es que lo estoy pasando mal'".