Aaron Gordon es la pieza que faltaba en el puzzle de los Nuggets para el anillo
A la sombra de Nikola Jokic o Jamal Murray, Gordon se ha convertido en la clave de los Nuggets para competir por el anillo desde la defensa.
En Denver sabían lo que tenían entre manos, aunque todavía no se lo habían mostrado a la NBA. A Nikola Jokic, dos veces MVP, se le habían unido en los últimos seis años Jamal Murray, uno de los mejores bases anotadores de la liga, y Michael Porter Jr, un alero alto que desprende clase. Tenían un núcleo, a Michael Malone en el banquillo, pero les faltaba una pieza. En Marzo de 2021, los Nuggets traspasaban a RJ Hampton, Gary Harrys y una primera ronda a cambio de Aaron Gordon y Gary Clark. Llegaba ahora si un enforcer defensivo, una pieza que Denver no tenía y que complementaba a la perfección las tres bases del proyecto. Dos años y poco más tarde, da sus frutos.
En el primer partido de las finales, ante Miami, Gordon volvió a hacer lo que viene mostrando toda la temporada: literalmente lo que le pidieron. Empezó el partido defendido por Caleb Martin, a quien le saca 10 centímetros y casi 15 kilos de peso, y decidió atacar el aro, con 12 puntos en el primer cuarto. Y cuando la defensa ajustó, pasó a brillar en el otro lado de la pista, anulando a Jimmy Butler. La estrella de los Heat se quedó en 13 puntos y 14 tiros de campo, una de las cifras más bajas en estos playoff. Gordon le dejó tirar solo 4 veces en 33 posesiones y anotar siete puntos, anulando así el flujo ofensivo de unos Heat que llegaban en un estado forma altísimo tras eliminar a Boston en el séptimo partido y fuera de casa.
Para Miami, que Jimmy Butler encuentre ritmo y busque el aro es sinónimo de victoria. En estos playoff cuando Jimmy ha metido menos de 15 puntos (o no ha jugado), los Heat están 0-3, y cuando Butler tira menos de 15 veces a canasta, el récord es 1-4, con el único triunfo siendo la paliza a Boston. Al contrario, con Butler tirando más de 25 lanzamientos están 6-0 (y 9-0 en la historia) y metiendo 30 o más puntos el récord es 5-0. No lo marcan las estadísticas (un tapón, ningún robo), pero el papel de Aaron Gordon fue elemental. Aunque frenarle, tener como reto a la estrella rival no es algo nuevo para el jugador de los Nuggets en esta postemporada.
En primera ronda tuvo que emparejarse con Karl-Anthony Towns, al que dejó en un 37% de tiro de campo; en segunda su duelo fue todavía más complicado, defendiendo en 230 posesiones al mejor anotador del mundo, Kevin Durant. Le dejó en un horrible 38.2%, la peor marca para KD entre los que le han defendido al menos 15 tiros. Para finales de conferencia fue turno de LeBron James y Anthony Davis. El Rey le metió solo 25 puntos en 26 minutos y solo Davis superó el 60%, con 6/9 en tiros defendido por Gordon. Los siguientes en la lista son Devin Booker, DeAndre Ayton y Rui Hachimura, perfiles tan diferentes como importantes para la ofensiva sus equipos. Ha podido con todos.
"Me encanta jugar con él", decía Jokic tras el primer partido. "Lo mejor es que ha aceptado su rol y que está haciendo un gran trabajo en el". Y es que en Orlando era un jugador que brillaba mucho más, al menos estadísticamente, aunque esta campaña ha sido su mejor año en la NBA: 19.4 puntos, 7.8 rebotes y 3.6 asistencias lanzando un máximo de carrera de 56.4% de campo. Se rumoreó la posibilidad de su presencia en el All Star hasta bien entrado el mes de enero como premio al colectivo que eran los Nuggets, líderes de la conferencia. Cada año en Denver ha mejorado un poco, y sobre todo, ha entendido mejor su papel: permitir brillar a Jokic, Murray y Porter Jr.
Con él en pista, los Nuggets han sido 141 puntos mejores que el rival, solo por detrás del serbio y MPJ. La mejor versión de Denver llega cuando Gordon hace su labor, sin mucho ruido, sin focos ni números, pero con el deber de cumplir cada noche. Lo hizo con Towns, con Durant y con LeBron. Ahora le toca a Jimmy Butler.