La afición de Dallas Mavericks monta un funeral en la puerta del pabellón en su primer partido después de Doncic: "Luka es la cultura, Nico, eres un traidor"

Quizás Nico Harrison, General Manager de los Dallas Mavericks, decidió traspasar a Luka Doncic en tal fecha precisamente para evadir las protestas que se avecinaban de una afición que lleva desde entonces sin acudir a su pabellón. Este sábado, a partir de las 21:00 hora española, los Mavs vuelven a casa ante Houston Rockets, pero el partido es lo que menos importa a sus fieles. Estos se han reunido en la puerta del American Airlines Arena para protestar enérgicamente por un movimiento que ha supuesto un terremoto mundial y que ya está considerado como uno de los traspasos más sonados en la historia de la NBA.

En esta ocasión, la hinchada ha sido mucho más multitudinaria que aquella improvisada revuelta en el día del traspaso. Ahora, la multitud la ha tomado con la figura de Nico Harrison, aunque sin llegar a las amenazas de muerte que este mismo ha denunciado que le han llegado a su propio domicilio. La escena puede parecer hilarante, pero, en realidad, es el fiel reflejo del sentir de una afición que se siente traicionada tras ver como un jugador generacional se marchaba de la noche a la mañana para la llegada de Anthony Davis, un fantástico profesional, pero lejos del estatus del esloveno. Tal ha sido el shock que les ha dejado esta noticia que han decidido volver a montar un funeral improvisado en la puerta, incluso con un ataúd de por medio.

Más de un centenar de seguidores se han reunido en un círculo rodeando a una caja con el escudo de Dallas Mavericks que viene a representar un ataúd. Los organizadores de este ceremonioso acto vestían traje y portaban un megáfono para reivindicar ante todos su opinión. Todos ellos se han arrodillado en el suelo, han hecho sonar una canción melancólica y han guardado una especie de minuto de silencio, precisamente entre voces silenciadas y súplicas al aire por lo ocurrido. Una especie de sketch que representa una original forma de reclamar a la gerencia por un traspaso que pocos entienden.

Las pancartas acompañaban precisamente esta idea. Entre algún insulto más dócil como "qué te jodan, Nico", "desgraciado" o "eres un traidor", otros se preguntan en grande la gran cuestión que pocos han sido capaces de responder: "¿Por qué?". Otra narrativa que se repitió una y otra vez en voz y carteles de seguidores es la petición a los responsables de que vendan el equipo. Cabe recordar que el icónico y siempre presente Mark Cuban ya hace tiempo que renunció a su parte del pastel. Un Cuban que precisamente bromeó con que si tuviera que elegir entre su mujer o dejar a Luka Doncic toda su carrera en la franquicia, iría mirando los papeles del divorcio.

"Los aficionados de los Mavs por Luka" o "la lealtad se desvanece" son lemas que estuvieron muy presentes en las inmediaciones del American Airlines Arena. Mientras tanto, Jason Kidd no podía hacer otra cosa que mantenerse al margen. El entrenador de los Mavs, en la comparecencia de prensa previa al partido, que en la NBA se puede realizar minutos antes, sentenció: "Soy el entrenador. Entreno a los jugadores que están aquí. Hicimos un traspaso y debemos seguir adelante". Mientras, en la puerta la rebelión no se hace de rogar: "Luka es la cultura".