Anthony Davis, Rui Hachimura y Austin Reaves asaltan Memphis y los Lakers roban el factor pista

Victoria clara y convincente de los Lakers en el partido que abría la primera ronda de los playoff en Memphis. El equipo de LeBron James, Anthony Davis y compañía cerró el encuentro con un parcial de 15-0 tras la lesión de Ja Morant, que tuvo que retirarse tras una fea caída, y roba el factor pista a la primera de cambio. Y por primera vez en mucho tiempo, en un partido de playoff, LeBron James no fue el héroe de su equipo.

En 2011, en su primera temporada con Miami Heat, LeBron James fue la versión menos diferencial de sí mismo en los playoff. Lo hizo por decisión propia, buscando que sus compañeros Chris Bosh y, sobre todo Dwayne Wade, pudieran brillar a su lado. El experimento salió mal, los Heat perdieron las finales. Los dos próximos años, LeBron ganó el MVP de la temporada regular, dos anillos consecutivos y dos MVPs de las finales: necesitaban esa versión de James para ganar. Hoy, algo más de una década más tarde, LeBron vuelve a no ser el jugador más importante de su equipo, aunque esta vez no es por decisión propia. Anthony Davis se ha convertido en el termómetro de estos Lakers, el jugador que marca el techo del equipo.

En el primer partido, dominó el juego cada segundo en pista. En ataque y en defensa, al rebote y generando para los compañeros. Davis hizo todo lo que se le pide a una estrella, acabó el partido con 22 puntos (10/17 tiros de campo), doce rebotes, siete tapones, tres robos y tres asistencias. Solo Hakeem Olajuwon, Tim Duncan, Chris Webber y Elvin Hayes habían tenido un partido así en playoff. Y eso que antes del descanso tuvo un susto, con una lesión en el brazo que le hizo tener que retirarse a vestuarios con un pinzamiento. "No puedo mover el brazo", exclamaba. Volvió en la segunda parte y siguió con el dominio.

Se lesionó también Ja Morant a falta de algo más de cinco minutos para el final, y sin la estrella de Memphis, Jaren Jackson Jr. tomó el relevo en ataque. Hizo lo que quiso defendido por Jarred Vandebilt, con cinco puntos seguidos, le anotó con facilidad a LeBron James, pero a la que se puso Anthony Davis a la tarea, JJJ no volvió a encontrar el aro. Los Lakers cerraron el partido con un parcial de 15-0 para convertir un encuentro igualado en una victoria relajada. Y en el clutch dominaron dos jugadores de rol: Austin Reaves y Rui Hachimura. El japonés acabó con 29 puntos en catorce tiros, Reaves con 23, los dos máximos anotadores de los Lakers.

Y la mayoría llegaron en la segunda parte. Rui se cebó en el tercer cuarto con cuatro triples sin fallo y acabó con 21 en los últimos 24 minutos de partido, la mejor marca de su carrera en un partido de playoff. Reaves fue quien rompió el partido, anotando nueve puntos seguidos cuando Memphis se puso a uno, 113-112, a falta de tres minutos. Tras el parcial del escolta de los Lakers, el partido ya estaba cerrado con ocho puntos de diferencia y minuto y escasos segundos por jugarse. LeBron James se contentó con ser espectador de lujo pese a acabar con 21 puntos, once rebotes, cinco asistencias. 

A Memphis, al contrario, se le notaron las bajas. Llegaron bailando, como hacen siempre los Grizzlies. Con Dillon Brooks a la cabeza, como se ha vuelto habitual, la franquicia de Memphis salía del túnel de vestuario al ritmo de su líder en el vestuario. Entre ellos un español, Santi Aldama, que debutaba en los playoff. Se convertía en el decimocuarto jugador nacional en jugar un partido de postemporada. El canario tuvo un gran partido desde el banquillo, con ocho puntos y seis rebotes, haciendo papel de cinco suplente sin Steven Adams y Brandon Clarke, lesionados para toda la temporada. El mejor fue Jackson Jr., que acabó con 31 puntos, aunque se vio muy solo tras la lesión de Ja Morant. 

Y los Lakers, como hicieron la noche anterior los Knicks, consiguen robar el factor pista en el primer partido. Al descanso, con la lesión de Davis, el principal hombre de los Lakers, parecía que la temporada de los hombres de dorado y púrpura se acababa; al final del primer encuentro, con todavía la incógnita de saber el estado de Ja Morant y la lesión en su mano derecha, los Lakers han abierto la serie dando un golpe sobre la mesa. Y por el bien del espectador neutral, que no sea definitivo.