Baba Miller, la joya del baloncesto español: "No pensé que me fueran a sancionar tantos partidos al llegar a EEUU"
El mallorquín, canterano del Real Madrid, rompe su silencio en Relevo para hablar de su proyección, de la sanción de la NCAA y del draft de la NBA.

Todo alrededor de Baba Miller (18 años) parece un misterio. El mallorquín, canterano del Real Madrid durante seis temporadas, voló del nido blanco el pasado verano, pocos meses después de debutar en Euroliga a las órdenes de Pablo Laso. "Europa es un buen lugar para competir, pero no para desarrollarse", declaró a ESPN en su despedida. "Ha sido una decisión difícil, pero voy a dar el salto a Estados Unidos para mejorar, especialmente en el aspecto físico y técnico".
Dicho y hecho. Tras valorar diferentes ofertas, incluidas varias de Europa, Miller, alero de 2'11, buena muñeca y ágil sin balón, puso rumbo a Estados Unidos para jugar en la liga universitaria, última parada antes del draft de la NBA. Un salto idílico para su proyección. El escaparate soñado antes de dar el salto a la NBA.
Pero todo estalló a su llegada. Al poco de aterrizar en Florida, su nuevo hogar, la NCAA sancionó al español con 16 partidos por haber aceptado una invitación para viajar y entrenarse en Texas dos años antes de firmar por ningún equipo universitario, algo prohibido por la liga universitaria. Su familia, que desconocía la norma, devolvió todo el dinero al conocer la noticia.
Por desgracia, el daño ya era irreparable y la decisión, inamovible. Miller se perdería la mitad de la temporada regular, un castigo desmesurado para la proyección de un jugador llamado a ser nombrado entre las 15 primeras elecciones del draft de 2023.
Así, banquillo tras banquillo, sin llegar a vestirse de corto hasta enero, aunque siempre trabajando en la sombra, Miller debutó el pasado 12 de enero con los Seminoles, su nuevo equipo. "Soy 100% libre", celebró minutos antes del ansiado partido, marcado en rojo en el calendario. Ahora, tras superar una amigdalitis que le mantuvo apartado del equipo los días posteriores al estreno, el mallorquín, ya recuperado, rompe su silencio en exclusiva en Relevo.
¿Qué tal te encuentras?
Bien, mucho mejor. He pasado unos días fastidiados [enseña el bote de pastillas que le ha acompañado durante la amigdalitis]. Tenía la garganta súper hinchada, no podía comer, beber o hablar, y tenía mucha fiebre. Pero ya estoy recuperado.
Por fin has debutado.
Buah [suspira]. Estoy muy contento de poder estar ya ahí y jugar junto a mis compañeros. Tenía muchísimas ganas y algo de nervios, pero me estuve mentalizando unos días, así que la tensión se me fue con el inicio del partido. Ahora tengo que intentar ajustarme al juego, volver a coger carrerilla y encontrar mi rol en el equipo. Quiero volver a disfrutar del baloncesto.
Al poco de llegar, te encontraste con una sanción desmedida por parte de la NCAA.
Sí, llegué el 22 de agosto y me comunicaron la sanción a finales de octubre. Claro, cuando el entrenador me dijo que eran 16 partidos, me quedé en blanco. No me esperaba que fueran tantos. Eso sí, enseguida me dije, 'a trabajar'. No quedaba otra, ya no podía hacer nada para cambiarlo.
¿Has aprendido algo en este tiempo?
He intentado ayudar todo lo posible desde fuera, pero a nivel personal me ha servido mucho para mejorar aspectos individuales, como el físico. He ganado siete kilos desde que llegué [ahora pesa 99]... ¡Nos dan muchísimo de comer! El físico es muy importante aquí, hago dos horas con el fisio todos los días. Este verano ya me perdí el Europeo sub-18 por mis tibias, así que la sanción me ha venido bien para poder potenciar eso. También he mejorado mucho en la técnica individual, el manejo de balón, el tiro… Y después, claro, cosas del equipo; he aprendido todos los sistemas del entrenador. A medida que vaya jugando, cogeré ritmo y encontraré mi sitio en la pista.
En tu despedida del Real Madrid dijiste que Europa está muy bien para competir, pero no para desarrollarte. ¿Es la razón por la que cada vez más jóvenes cruzáis el charco?
A ver, yo lo veo así. En mi última temporada de junior en el Madrid, cuando ya tocaba pensar en mi futuro, tuve claro que quería venir a la universidad a Estados Unidos. Quería seguir con mis estudios y me pareció mucho más fácil hacerlo aquí, donde juegas para el mismo college en el que estudias, que hacerlo en un club, donde tienes que buscarte la vida para compaginar entrenamientos y estudios. Aquí te organizan todo y tienes gente que te ayuda las 24 horas.
¿Hubo también motivos deportivos?
La verdad es que no me veía preparado físicamente para jugar en un nivel tan alto en Europa. No me veía maduro. Preferí venir aquí, donde iba a tener gente de mi edad y este estilo de vida.
At the end, the shot is good, but watches just Baba Miller on this defensive possession.
— BPA - Brasil Prospects Analyst 🏀 (@_BrasilDraft) January 24, 2023
That's a insane mobility, agility and technique for a 6'11", guarding on perimeter.
His potencial on the defensive end is crazy. pic.twitter.com/l8BPARHcWZ
¿Pesó mucho el draft de la NBA en tu decisión?
Sí es algo que piensas. Obviamente aquí te van a ver más, eres más accesible para la gente de la NBA. Pero al final, yo vine con el objetivo de madurar físicamente y trabajar en mi desarrollo. El draft es algo que está ahí, pero estoy muy centrado en mi presente. Si llega el momento, llegará, pero no lo pienso demasiado. Además, siempre he soñado con jugar en el baloncesto universitario. El ambiente, los equipos… Te enfrentas a muchos jugadores que, por potencial, van a estar en el draft. ¡Son casi profesionales!
La mayoría de predicciones te colocan en el top-20. ¿Sientes esa presión?
Sí, últimamente sí. Me presiona un poco saber que hay gente mirando en la cancha. Hasta hace dos años nadie sabía quién era, el cambio es grande. Por eso he optado por quitarme las redes sociales. Las borro de vez en cuando del teléfono para estar centrado y no tener la tentación de entrar a ellas. La verdad es que es algo que me ayuda bastante. Ahora mismo solo tengo Instagram para hablar con mis amigos de España.
Tuviste ofertas para quedarte en España.
Sí, si hubiese querido quedarme, podría haberlo hecho, pero tenía clara mi decisión. Hablé con muchas universidades, pero me gustó Florida State por su estilo de juego. También por el entrenador, claro. Leonard Hamilton es una leyenda aquí y fue muy importante para decidirme [Hamilton entrenó a los Washington Wizards en la 2000-01].
Debutaste con el Real Madrid en Euroliga hace poco más de un año, contra el CSKA.
Ese día había un aura especial en el Wizink, lo recuerdo como un sueño. Cuando me fichó el Madrid, con 12 años, iba a ver todos los partidos en lo alto del pabellón. Veía a Rudy, a Llull y a todos estos jugadores. Estar años después en la pista con ellos fue increíble. Más aún si cabe porque ese día jugué con muchos de mis compañeros [ese día, el primer equipo tuvo muchas bajas por coronavirus, incluida la de Pablo Laso, y jugó con varios canteranos ante el CSKA].
Un año después, ninguno de vosotros sigue en el club. Ni Núñez, ni [Sediq] Garuba, ni Klazvar, ni Vuckevic, ni tú.
Ya, pero no te sabría decir por qué. Cada uno tomó su propio camino, con sus circunstancias particulares, supongo. El Madrid es un gran club, de los mejores de Europa, y a mí me ha ayudado muchísimo. Estoy muy agradecido por todo lo que hicieron por mí hasta este año.
Te hiciste una foto con Giannis Antetokounmpo y se hizo viral porque le sacas unos centímetros.
Yo creo que era el pelo [ríe]. No creo que sea más alto que él. Además, yo llevo plantillas dentro de las zapatillas. Eso suma. Ahora mismo estoy en 6'11 de altura (unos 2'11 metros) y 7'2 de envergadura (cerca de 2'18 metros).
@Giannis_An34 🙏🏾💯🔥 pic.twitter.com/k78o3Wypbv
— Baba Miller (@_bmillxr_) August 11, 2022
Y eso que tuviste un estirón tardío.
Sí, creo que fue en mi año de cadete 'B'. Pasé de 1,89 a dos metros en unos meses. La verdad es que fue una bendición, porque era el mismo jugador, pero con diez centímetros más. Me permitía ser más agresivo con y sin balón.
Para quien no te haya visto, ¿a qué jugador te pareces?
Uf, no sé [piensa]. A lo mejor tengo cosas de Kevin Durant. La mecánica de tiro, por ejemplo. A lo mejor Brandon Ingram. No sé. No creo que me parezca mucho a ningún jugador en concreto.
¿Cuáles son tus tareas pendientes ahora mismo? Lo que más quieres mejorar.
Lo que más, el tiro. Me cuesta ser consistente, porque uso demasiado mi mano de apoyo. Ayer mismo estuve haciendo ejercicios para no usarla tanto y noto el tiro un poco raro, pero es normal cuando intentas mejorar algo así. Después, la movilidad de pies. Tengo que ser un poquito más rápido, y ahí influye lo que jugamos. En Europa teníamos tres partidos a la semana. Eso te obliga a defender mucho y la propia inercia te acostumbra a esos movimientos. Aquí, al final, durante la temporada regular los entrenamientos son más calmados, de scout, con una o dos horas de vídeo, y no puedes hacer tanto ejercicio. Estoy intentando mejorarlo por mi cuenta, haciendo ejercicios por las noches. Y por último, mi cuerpo. Todo lo que sea movilidad, estiramientos, mi problema de tibias. Quiero pulir todo eso.
¿Cón qué jugador de la NBA entrenarías cada cosa?
Con Giannis [Antetokounmpo] trabajaría la mentalidad y el físico. O sea, la agresividad con la que juega, cómo va hacia el aro, es increíble. Después, te diría Luka [Doncic] para aprender a leer el juego. Ve el partido como a otro ritmo, más lento y más tranquilo que los demás. Se mueve diferente. Y por último, el tiro lo entrenaría con Klay Thompson, por la increíble consistencia que tiene.
¿Y lo de tus tibias?
A ver, el problema es que tengo las piernas muy largas. Entonces, mis tibias sufren. El año pasado también gané peso y creo que influyó. Tengo que fortalecerlo bien y en ello estoy. Hago ejercicios, movilidad y muchos, muchos estiramientos.
Fue lo que te dejó fuera del Europeo sub-18. Si la salud te lo permite, ¿te gustaría volver con el equipo?
Totalmente. Mi sueño es poder jugar con la selección absoluta de España.
Este último año, nueve medallas entre Europeos y Mundiales.
Fue increíble. Pasaban los torneos y todo eran oros y platas. Fue muy especial para el baloncesto español. Una pena que no pudiese ir [al Europeo sub-18], porque tenía muchísimas ganas, pero decidí proteger mi cuerpo. Al final, estoy muy contento por mis compañeros, ganaron un oro que nadie esperaba.
Este año hay Mundial absoluto y Scariolo suele invitar a jugadores jóvenes para la preparación previa. ¿Te gustaría ir?
Sería increíble, pero de momento me centro en mi edad. Tengo muchas ganas del Mundial sub-19 de este verano [se celebra entre el 24 de junio y el 2 de julio en Hungría]. Luego ya se verá.