NBA

El baloncesto de EE.UU. se está asomando al abismo y Netflix lo acaba de retratar (de puntillas) en su último documental

'La cancha de oro', producido por los Obama, enseña cómo por primera vez no hay figuras locales para suceder a estrellas como Durant, Curry y James.

James, Curry y Durant se motivan durante los JJOO de París 2024/Getty Images
James, Curry y Durant se motivan durante los JJOO de París 2024 Getty Images
Guillermo Ortiz

Guillermo Ortiz

Los seis últimos MVP de la NBA han nacido fuera de Estados Unidos, aunque a uno, el camerunés Embiid, lo hayan nacionalizado después de ofrecerse a Francia. Si uno atiende a los pronósticos de este año, todo hace indicar que se lo jugarán entre el serbio Nikola Jokic —que ya lleva tres— y el canadiense Shai Gilgeous-Alexander. Si Luka Doncic no entra en la terna es simplemente porque no acabará la temporada con el número suficiente de partidos jugados. Giannis Antetokoumnpo sí que llegará a los 65 partidos y sus números son escandalosos, pero la temporada de los Milwaukee Bucks y el alto nivel de sus competidores le lastran.

Todo esto se comenta de pasada en el documental de Netflix, 'La cancha de oro', para explicar el enorme reto al que se enfrentaba la selección estadounidense en los pasados Juegos Olímpicos de París. Centrado en cuatro combinados —Serbia, Francia, Canadá y los propios EEUU—, el documental repasa la competición olímpica casi partido a partido y nos recuerda por qué fueron los mejores Juegos de la historia en la categoría de baloncesto masculino. El talento que se reunió durante esas dos semanas es complicado de igualar y lo bonito era que estaba tremendamente repartido.

Lo primero que hay que decir es que el documental está muy bien: es ameno, tiene buen ritmo, no hay demasiadas intervenciones externas y se centra bastante en el día a día, algo en lo que suelen fallar los documentales de Netflix. Producido por Barack y Michelle Obama, 'La cancha de oro' pretende festejar el baloncesto y loar a una de las mejores generaciones de la historia de Estados Unido: la formada por Kevin Durant, Steph Curry y LeBron James.

Inadvertidamente, sin embargo, lo que se acaba mostrando es el abismo que le espera a los estadounidenses sin estas tres estrellas. No es algo que se trate como tal en la narración, pero uno lo ve. El 80% de los vídeos dedicados a la selección NBA incluyen a uno de los tres ídolos de masas. El otro 20% se lo reparten entre Bam Adebayo y Anthony Edwards. No hay una narrativa de relevo, no hay declaraciones de los demás jugadores jóvenes, no hay nada que no haga pensar que lo que se acerca es el vacío.

Esperando a Cooper Flagg

Porque, repasando los partidos y repasando la propia dinámica del documental, está claro que Estados Unidos sobrevive gracias a sus tres mosqueteros. Se dice que es el mejor equipo reunido desde 1992 y puede que no falte razón, pero al final todo se reduce al enorme talento de Durant, Curry y James. El problema es que los dos primeros tienen 36 años y el tercero, 40. Es muy improbable que ninguno de ellos aguante un ciclo olímpico más al nivel exigido.

Así que, al mostrarnos la exhibición de Stephen Curry en las semifinales y en la final —la naturalidad con la que Curry explica sus aciertos es comparable a la naturalidad con la que decide partidos desde ocho metros—, al recordarnos lo indefendible que sigue siendo Kevin Durant y al incidir en la facilidad de LeBron James para aparecer cuando se le necesita, se revela, sin querer, que no hay nadie más capaz de hacer lo mismo, que la selección no queda en manos de ningún joven dispuesto a liderar al equipo en 2028 o 2032 frente a los Wembanyama, Wagner, Murray y compañía.

Echando un vistazo al panorama actual del baloncesto estadounidense, ese joven —bueno, ya no tanto…— podría ser Jayson Tatum… pero Tatum no aparece en este documental. Es lógico, porque fue carne de banquillo durante todos los Juegos de manera inesperada. Algo debió de pasar entre Steve Kerr y él, pero los Obama no nos lo enseñan. También podría ser Anthony Edwards, pero es oírle hablar y darse cuenta de que esa cabeza está para pocos retos. Al final, puede que todo quede en manos de Cooper Flagg, el universitario de Duke que está llamado a ser el número uno del draft de este año.

El último baile

Más allá de eso, hay muy poco: Embiid tiene 30 años y está cojo, Adebayo no va a llegar mucho más allá de lo que ofrece ahora, Haliburton tuvo su momento de gloria y fama, pero no es un base como para edificar un proyecto a su alrededor… y así sucesivamente. A Jaylen Brown no le llevan nunca y todo apunta a un conflicto con Nike, el patrocinador del Team USA. Por supuesto, EEUU siempre será competitiva y siempre podrá mandar doce jugadores de un altísimo nivel, pero, en lo que respecta a París 2021, 'La cancha de oro' demuestra que, sin Curry, James y Durant, ese equipo no pasa de semifinales.

En cierto modo, el documental tiene algo de 'The Last Dance' y el tiempo dirá si es así o no. El baloncesto, efectivamente, ya no está dominado por los estadounidenses, que no solo requieren de tres de los mejores jugadores de su historia (que cada uno los coloque en el puesto que quiera), sino que además exige de ellos su mejor versión. Lo de Curry frente a Serbia y Francia fue una exhibición digna de un extraterrestre, lo que nos invita a pensar que, tal vez, de los tres, el más decisivo ha sido precisamente el más pequeño. Cuatro anillos lo contemplan, el último con una plantilla insólita.

En definitiva, Netflix y los Obama caminan por el alambre, aunque no nombren la caída. Supongo que habría sido descortés hacerlo más explícito. De hecho, lo más probable es que no se hayan dado cuenta. En 2027, tendremos campeonato del mundo en Catar y en 2028, la cita de Los Ángeles. Seguro que se inventan algo para la ocasión, pero la continuidad de los Carmelo, James y Durant más las aportaciones puntuales de otras superestrellas ya no estará ahí. ¿Qué estará, entonces? ¿Devin Booker? ¿Jalen Brunson? ¿Chet Holmgren? De entrada, parece poca cosa, pero supongo que habrá que esperar para verlo.