El 'Big Three' cae en el olvido en la NBA: parejas o una superestrella como referencia
Las franquicias han cambiado el modelo de sus plantillas, dejando de lado el famoso 'Big Three' que controló el baloncesto en la década pasada. Vuelven las parejas.

La noche del 1 al 2 de marzo debutaba la nueva pareja de estrellas de la NBA, Devin Booker y el recién llegado Kevin Durant. Desde entonces ya son tres partidos juntos y tres victorias para unos Suns que empiezan a ver lo que puede ser su ataque de aquí a final de temporada. Desde el primer día, pese a estar limitados por la falta de ritmo, ser el primer partido juntos y un rival que no ofreció ninguna resistencia, las sensaciones fueron esperanzadoras.
24 horas más tarde de ese estreno, Kyrie Irving y Luka Doncic , otra pareja recién formada en el último mercado de traspasos, conseguía su primera gran victoria. Ante los Sixers, el esloveno se iba a 42 puntos y Kyrie anotaba otros 40, convirtiéndose en la primera pareja en la historia de la franquicia en sumar +40 en el mismo partido y la decimonovena en la historia de la NBA, la segunda en una semana tras Malik Monk y De'Aaron Fox el pasado domingo. Los Mavericks superaron a unos Sixers que vieron como Joel Embiid y James Harden anotaban 62 puntos combinados. En la NBA actual, la de más talento de la historia, se han puesto de moda las parejas de estrellas.
Los últimos campeones han tenido dos tipos de plantillas: una superestrella rodeada de muchos jugadores de rol, capaz de ser titulares o incluso All Stars, como es el caso de Toronto con Kawhi, Milwaukee con Giannis y los Warriors el curso pasado, o una pareja imparable, como los propios Lakers de LeBron James y Anthony Davis en la burbuja, o los finalistas del curso pasado, con Jayson Tatum y Jaylen Brown brillando por encima del resto. Y parece que en los últimos meses el formato Big Two, con dos estrellas, ha superado al otro. En el olvido ha quedado el 'Big Three'.
James Harden y Joel Embiid son otro ejemplo de dúo, como puede ser también Jalen Brunson y Julius Randle, Bam Adebayo y Jimmy Butler en el Este, o más abajo, Trae Young y Dejounte Murray, Zach LaVine y DeMar DeRozan. En el Oeste es más claro todavía, con Kawhi Leonard y Paul George en los Clippers y todavía la pareja de los Lakers al otro lado del pabellón, James y Davis. Además de Suns y Mavericks, ya mencionados, queda por sumar a Zion Williamson y Brandon Ingram o De'Aaron Fox y Domantas Sabonis. Todos ellos son jugadores de más o menos el mismo nivel, con techos parecidos.
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— Phoenix Suns (@Suns) March 5, 2023
El otro formato, el de una superestrella en un modelo antropocentrismo también funciona. Es el caso de los jugadores más diferenciales de la NBA, los que están luchando por el MVP. Giannis Antetokounmpo y Nikola Jokic tienen las mejores plantillas de la liga, equipos profundos que llegan hasta el octavo o noveno hombre. Aplicable a Steph Curry, cuando está sano, Luka Doncic hasta hace un mes o Ja Morant y los Grizzlies. En esa misma línea se mueven quizá Portland Trail Blazers con Damian Lillard, pese a que la rotación de los de Oregon no es para nada tan diferencial. Y hasta las franquicias jóvenes están buscando preparar su futuro en uno de esos dos moldes.
TYRESE HALIBURTON FOR THE WIN.
— Indiana Pacers (@Pacers) March 5, 2023
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Indiana tiene a Tyrese Haliburton y todo girará en torno a su base, mientras que Orlando ha decidido que Paolo Banchero y Franz Wagner serán la referencia. Shai Gilgeous-Alexander ya es el centro de los Thunder, como se puede decir de LaMelo Ball en Charlotte y Cade Cunningham en Detroit, y falta saber si los Jazz apuestan todo a Lauri Markkanen o alguien, como por ejemplo Walker Kessler, da el paso adelante. Ninguna se plantea una opción de buscar un big-3 porque en el estilo de baloncesto actual no es un modelo viable. Los últimos han muerto por su propio peso, y solo queda la duda de Phoenix con Chris Paul.
En Milwaukee, Khris Middleton ha dejado de ser una estrella por las lesiones, como pasó en Golden State primero con Klay, que ha vuelto, y ahora con Dray y Curry. En el caso de los Lakers y Westbrook, el proyecto falló desde el primer día. Influyen las piezas, pero también que en la NBA actual una franquicia no puede invertir el 90% de sus salarios en tres jugadores por miedo a tener una plantilla muy corta. El big-3 controló la NBA en la década anterior, pero ha quedado caduco ahora mismo. Puede volver, porque como la vida, el baloncesto es cíclico, pero no vale para ganar un anillo en 2023.