Los Celtics ya presumen de anillo de poder entre récords y amenazas: "Hagámoslo otra vez"

16 años pueden no ser nada, o bien pueden parecer una eternidad. Para los aficionados de los Celtics, acostumbrados a estar en lo más alto, han sido una vida entera. Desde 2008 que ganaron el título, han tenido que esperar exactamente 16 años hasta poder repetir. Mientras, los Lakers ganaban tres y les empataban en la cima con 17 títulos, una igualdad que desde junio quedó en el pasado. La madrugada de ayer era para celebrar, para entregar los anillos a los jugadores y miembros de la organización, y subir el banner al techos el TD Garden junto a los otros 17. Y dejaron claro que no quieren volver a esperar década y media para repetir: "Hagámoslo otra vez" decía Tatum a la grada. Por ahora han empezado por el buen camino.

La ceremonia siguió los pasos clásicos que tienen las entregas del anillo con el toque histórico que tiene una franquicia como los Celtics. Porque en la pista estaban, antes de que entrara el equipo, representantes de los anillos anteriores. El más mayor, un Bob Cousy de 96 años de edad y con seis anillos en su currículum. A su lado, más joven, Cedric Maxwell, MVP de las finales de 1981 y dos veces campeón. Y los más recientes y conocidos, el big-3 de 2008: Paul Pierce, Kevin Garnett y Ray Allen, por fin perdonado por la afición. Fue Pierce quien entró con el trofeo conseguido en junio en brazos. Volvía el Larry O'Brien a Boston y lo recordaba Adam Silver, el primero al micrófono.

De las manos del comisionado, encargado de felicitar a la afición, pasó a Wyc Grousbeck, el principal propietario (que no mayoritario) y quien puso la franquicia a la venta en verano. Grousbeck se acordó de cada una de las series de playoff con ayuda del público antes de recibir su anillo, junto al resto de dueños, y dar paso a los verdaderos protagonistas, jugadores y cuerpo técnico del equipo. "Estáis viendo a uno de los mejores equipos jamás reunidos en la historia de la NBA" decía Wyc. Y razón no le faltó cuando empezaron a entrar los jugadores.

En orden, de menos a más importante, los Celtics fueron pasando uno a uno hasta acabar con las seis piezas clave del anillo. Pasó Porzingis a recoger su anillo, seguido de Jrue Holiday y Derrick White, dejando para el final los tres jugadores que más tiempo llevan en Boston: Al Horford, el MVP de las finales, Jaylen Brown, y un Jayson Tatum que se llevó el amor del público. Aunque dos de las mayores ovaciones fueron a parar a Brad Stevens, el arquitecto del equipo desde los despachos, y un Joe Mazzulla que entró al parqué besando el suelo. Todos ellos estrenaron un anillo con detalles de primer nivel. 

Por dentro grabados todos los resultados de los playoff y la frase "whatever it takes" que usaron los Celtics como eslogan. Al retirar la parte superior aparece el banner que cuelga del TD Garden con la fecha y resultado del quinto partido de las finales y una parte del original del parqué de aquella noche. Y mucho brillo. Escrito con diamantes las palabras WORLD y CHAMPIONS, además de 18 diamantes de esmeralda que representan los 18 anillos, con las fechas en la parte de alrededor, además de 16 diamantes en el interior por las 16 victorias en postemporada y 15 diamantes blancos por los 15 equipos en la conferencia Este.

Había un partido que jugar, pero todavía faltaba el proceso de subir el banner al techo. Le dieron el micrófono a Jayson Tatum mientras preparaban la escenografía. "Esto es especial. De parte del equipo, la organización, no lo podríamos haber hecho sin vosotros" aseguraba la estrella de los Celtics señalando a la grada. Y dejaba el mensaje al que se agarrarán los aficionados todo el año: "Vamos a disfrutar el momento y hagámoslo otra vez". Solo queda cumplir con la palabra y empezaron de la mejor manera, con récord de triples incluido.