NBA

Brooklyn amarga el debut del big-3 de los Suns

En la vuelta de Mikal Bridges a Phoenix, los Suns salieron derrotados en el primer duelo con Bradley Beal, Kevin Durant y Devin Booker disponibles.

Mikal Bridges, durante el partido./Reuters
Mikal Bridges, durante el partido. Reuters
Alejandro Gaitán

Alejandro Gaitán

Han tardado 24 partidos y casi seis meses, pero el big-3 de los Phoenix Suns por fin ha podido debutar en partido oficial. Ante los Nets, el exequipo de Kevin Durant fue en la vuelta del anotador tras perderse el partido ante Golden State, por fin el Footprint Arena pudo ver a sus tres estrellas al mismo tiempo. Salieron de inicio, junto a Jusuf Nurkic, protagonista esta semana, y con Chimezie Metu ocupando el lugar de Josh Okogie o Grayson Allen, ambos lesionados para el partido. Aunque todos los ojos estaban puestos en Durant, Devin Booker y Bradley Beal. Y en su primer partido oficial como big-3, Mikal Bridges robó el protagonismo en su vuelta a Phoenix.

Y es que los Nets se llevaron el triunfo en una noche donde Kevin Durant y Devin Booker se vieron más preparados para el reto que Beal. KD se fue a los 27 puntos pese a una mala noche en el triple, con 1/5, y Devin Booker lideró todos los anotadores con 34 puntos además de 12 rebotes. Se espera que sea Book quien haga las funciones de generador que han quedado huérfanas con la ausencia de Chris Paul. Por su parte, Beal firmó 14 puntos, uno menos que Nurkic, en solo nueve tiros a canasta. Entre los tres, 75 puntos y 24/42 en tiros con 5/13 en triples. Buena nota para ellos individualmente, aunque se notó que no ha habido tiempo para trabajar la dinámica y los automatismos del equipo.

El principal culpable de no haber podido disfrutar del trío era Bradley Beal. El recién llegado, que aterrizó en Phoenix el 26 de junio a cambio de Chris Paul, solo ha podido jugar cinco encuentros de los 24 que han disputado los Suns este año, contando el de anoche ante los Nets. Solo Kevin Durant se ha mostrado regular esta temporada, jugando 20 de los primeros 24 partidos y siendo el mayor artífice del rendimiento de Phoenix en el inicio del curso, promediando 31 puntos y con un histórico 50% desde la línea del triple. La tercera pata, Devin Booker, tuvo problemas para coger ritmo. Se perdió ocho de los primeros 10 partidos, aunque desde entonces ha podido jugar casi cada noche (15 de los 24 partidos).

Era un problema que se sabía que podían tener en la franquicia, pero que Mat Ishbia quiso asumir. El nuevo propietario de los Suns fue quien apretó el gatillo en el traspaso por Bradley Beal, igual que hizo con Kevin Durant previamente o en la salida de Monty Williams, hundido en el infierno de los Pistons. Las lesiones han sido el gran problema de los tres jugadores All NBA de Phoenix: de los tres, el último que consiguió jugar 70+ partidos en una temporada fue Devin Booker en 2020, hace cinco años, cuando jugó exactamente 70 para los Suns. Para Kevin Durant hay que viajar a Golden State, en 2019, igual que en el caso de Bradley Beal, que jugó los 82 en 2019 con los Wizards.

Hasta ahora, los Suns han sobrevivido por el fondo de armario. Porque han sido los jugadores de rol y rotación los que han tenido que dar la cara las noches que faltaban una, dos o cuando las tres estrellas estaban en el banquillo o vestidas de calle. Eric Gordon, Grayson Allen y Nurkic están promediando dobles figuras en puntos y tanto Jordan Goodwin como Drew Eubanks han tenido un rol muy importante desde el banquillo, no solo en anotación, sino también aportando intensidad, energía y defensa. Frank Vogel ha sabido encontrar en ellos minutos de élite para suplir el talento ausente, y falta saber cómo se adaptan a la aparición de las tres estrellas juntas por primera vez en la historia. Un problema que Durant ya ha sufrido.

Porque en Brooklyn, con Kyrie Irving y James Harden formando otro big-3 demoledor, solo pudieron jugar 16 partidos juntos en un año, de febrero de 2021 a febrero de 2022. Los tres jugaron 365 minutos juntos uniendo partidos de temporada regular y los playoff de 2021, antes de la lesión de Kyrie. Con los tres disponibles, el equipo fue +14.1 puntos mejores que el rival por 100 posesiones, y ese es el objetivo que buscan los Suns, sobre todo tras irse derrotados 4-2 por los Nuggets el pasado mayo. Porque la temporada regular importa hasta cierto punto, pero cuando tienes un big-3 como este, el objetivo único es el anillo.