La carrera del jugador de la NBA Christian Koloko, en peligro por un coágulo de sangre

Uno de los motivos que retrasó la oficialidad del traspaso de Pascal Siakam rumbo a Indiana era la burocracia NBA. Con las llegadas de Bruce Brown Jr, Jordan Nwora y Kira Lewis, los Raptors tenían que cortar un jugador con contrato de su plantilla para hacer hueco a los recién aterrizados en Canadá, y el elegido, con mayor o menor sorpresa, fue Christian Koloko. El jugador de segundo año no ha disputado un segundo esta temporada por un problema respiratorio y la franquicia decidió cortar su contrato. Apenas 24 horas más tarde, la prensa americana explicaba el motivo: un coágulo de sangre que ha puesto en peligro su carrera NBA. 

La NBA informó a los equipos que el jugador fue remitido al comité de salud de la competición, por lo que no podrá entrenar ni jugar hasta que reciba el aprobado de la liga, publicaba Shams Charania, periodista de The Athletic, la mañana siguiente al traspaso. Al ser preguntado sobre ello, Masai Ujiri, presidente de los Raptors, dijo que no podía dar más información sobre el tema, pero dejó claro que había sido una situación muy difícil para el equipo y el jugador. "Su estado médico está ahora en manos de la NBA y no puedo comentar", aunque dejó claro que sigue confiando en el talento del pívot. "Creíamos que Koloko era alguien que sé que tiene un talento increíble, y que veíamos como un futuro en este equipo".

Varios equipos se habían interesado por el jugador de origen camerunés, llamando y preguntando por la situación del jugador, pero por ahora no podrán firmarle hasta que la liga le permita volver a las pistas. En su primer año, tras ser elegido con el pick #33 del draft de 2022, jugó 58 partidos saliendo titular en 19 de ellos. Promedió únicamente 3,1 puntos por noche con 2,9 rebotes y un tapón en los 13,8 minutos de juego, aunque su presencia protegiendo el aro fue clave para que la defensa de los Raptors fuera once puntos mejor con él en pista. Existe la opción de que Koloko vuelva a Toronto una vez recuperado, ya sea con un contrato de 10 días o bien para jugar en el equipo de la liga de desarrollo, los Raptors 905.

No es la primera vez que un jugador NBA sufre un coágulo de sangre y su carrera está en peligro, o incluso se acaba. Chris Bosh tuvo que dejar el baloncesto en febrero de 2016 por un coágulo de sangre, en este caso en su pierna. Previamente, había sido hospitalizado en varias ocasiones por problemas pulmonares relacionados con el coágulo, y en 2015 incluso su vida corrió peligro. Más recientemente, Brandon Ingram se perdió el final de la temporada 2019 por una trombosis causada por un coágulo en el brazo que le generó hinchazón y dolores en la extremidad superior derecha. Ingram volvió a tener problemas respiratorios el pasado verano en el Mundial de baloncesto, perdiéndose los últimos dos partidos.

Otro caso fue el bosnio Mirza Teletovic, leyenda en la liga ACB por su paso por Baskonia, y lo que empezó como un problema de falta de aliento durante un partido ante los Clippers acabó siendo varios coágulos de sangre en las arterias que conectan con los pulmones y se tuvo que perder el final de la temporada 2015. Por suerte, Mirza pudo volver a las pistas, aunque su condición se descubrió apenas semanas después del fallecimiento de Jerome Kersey, exjugador NBA entre 1984 y 2001, quien murió repentinamente en febrero de 2015 por un tromboembolismo pulmonar causado por un coágulo surgido en la pierna y que brotó hasta el pulmón.