Los Dallas Mavericks de Luka Doncic y Kyrie Irving se quedan fuera de los playoffs
La franquicia tuvo que elegir entre presente y futuro, y apostaron por proteger la ronda de draft que tienen para el próximo verano. Y todavía pueden perderla.
Los Mavericks llegaban a la jornada del viernes con mucha necesidad. Si no ganaba, quedaba fuera de la lucha por el play-in y a mediodía en Dallas se filtraba una noticia inesperada: Kyrie Irving, Josh Green, Tim Hardaway Jr, Christian Wood y Maxi Kleber eran todos baja para el duelo ante Chicago. Todavía más kafkiano aún, horas más tarde anunciaban que Luka Doncic jugaría solo el primer cuarto del partido. Los Mavs como organización decidían antes del partido que no querían competir por ese último puesto para el play-in y que para la franquicia era mejor perder. ¿Por qué? Por una ronda del draft y un traspaso de hace tres años con New York Knicks.
En el trade de Kristaps Porzingis, en enero de 2019, los Mavericks mandaron también una primera ronda de 2021 y otra ronda de 2023 protegida top-10 (del 1 al 10 se la queda Dallas, del 11 al 30 viaja a Nueva York). Y llegados al momento de decidir, Dallas ha preferido intentar mantener la elección. Ahora mismo los Mavericks tienen el décimo peor récord de la NBA, lo que implica que en una situación normal, podrían mantener la elección. Si pierden el domingo ante San Antonio, algo lógico y esperado teniendo en cuenta que ninguno de los titulares jugarán, Dallas acabará la temporada como el décimo peor equipo de la competición y mantendrán, al menos hasta la noche de la lotería del draft, dicho pick. Aunque todavía pueden perderlo si las cosas salen mal en Texas.
El próximo 16 de mayo se celebra la lotería del draft, un evento privado, cerrado donde se elige qué equipos tendrán las primeras elecciones en 2023. Como peor resultado en la temporada regular, más opciones de conseguir un pick top-4, las únicas posiciones que se sortean. Con la posición actual de Dallas, solo tienen un 3% de conseguir el primer pick pero casi un 14% de tener uno de los cuatro primeros. En ambos casos podrían mantener la ronda, pero hay un supuesto en el que la pierden: si uno de los cuatro equipos por detrás de Dallas, que serán los cuatro que del play-in que no clasifiquen a playoffs gana uno de los cuatro billetes de la lotería. En ese caso, el pick de Dallas caería por debajo del 10 y pasaría a ser de Nueva York.
El problema es que ese pick será de los Knicks tarde o temprano, si no es en 2023 será en 2024 o 2025, momento en el que pasa a convertirse en una segunda ronda. Mantener esa ronda los próximos tres años implica ser uno de los diez peores equipos de la NBA por tres temporadas consecutivas, algo impensable con Luka Doncic y Kyrie Irving en el equipo; y es que estos Mavericks son los mismos que hace exactamente dos meses hicieron un esfuerzo masivo por traer al base de origen australiano a Dallas. Una primera ronda y dos titulares a cambio de un jugador en los últimos meses de contrato que será el principal objetivo de Dallas el próximo verano si quieren mantener un equipo competitivo, sobre todo tras el mensaje lanzado en el día de hoy: el futuro es más importante que el presente, algo que seguramente Luka Doncic no comparte.
Y lo peor es que el equipo compitió. Porque la decisión de no ganar viene del vestuario, sino de las oficinas. Un equipo donde Doncic, Powell y Hardy, los únicos jugadores de rotación disputaron menos de 15 minutos, y fueron Theo Pinson, AJ Lawson, Justin Holiday y McKinley Wright IV los que le pelearon la victoria a Chicago hasta el último tiro, tres veces, y ninguna de ellas tocó aro.
Con estos dos tiros han 'intentado' salvar la temporada los Mavericks.
— Alejandro Gaitán (@alejandroggo) April 8, 2023
Un airball y uno a la esquina del tablero. pic.twitter.com/dzOgHwU1jZ
Ahora toca tomar decisiones importantes en los Dallas Mavericks. Jason Kidd salió a rueda de prensa a decir que va a haber muchos cambios en el equipo, muchas caras no seguirán, y falta saber si la primera será la suya, aunque en los últimos días Mark Cuban ha dejado claro que la idea es mantenerle como entrenador. Pero un equipo que viene de jugar finales de conferencia, de conseguir a un talento All Star, ha firmado el décimo peor récord de la NBA. Lo de Dallas esta temporada ha sido el gran fracaso con mayúsculas.