NBA

Damian Lillard y la dualidad de Portland, entre competir y desarrollar un proyecto a futuro

Con el pick #3 disponible, los Blazers van a tener que tomar una decisión a corto plazo: se quedan con la ronda o se quedan con Damian Lillard.

Damian Lillard, en acción con Portland Trail Blazers./AFP
Damian Lillard, en acción con Portland Trail Blazers. AFP
Alejandro Gaitán

Alejandro Gaitán

Uno de los grandes beneficiados de la última lotería del draft fue Portland Trail Blazers. El equipo de Oregon no solo subió posiciones en el draft, sino que además se encuentra con la oportunidad única de poder elegir a uno de los talentos generacionales como es Scoot Henderson con el tercer pick. Por delante, Victor Wembanyama es un fijo en el primer lugar y los últimos rumores apuntan a que los Charlotte Hornets, en la última gran decisión de Michael Jordan, seleccionarán a Brandon Miller. Los Blazers tendrían disponible a un jugador que en cualquier otro año podría ser perfectamente número uno, y pese a todo ello, tienen que tomar una decisión masiva en las próximas 24 horas. 

Porque el equipo de Portland lleva dos temporadas seguidas sin hacer playoff, desde 2021, aunque tengan en sus filas a Damian Lillard, uno de los mejores jugadores del planeta. Y este verano puede ser el momento en el que el base por fin se plante, o que la franquicia decida cambiar el rumbo. Los Blazers tienen que elegir si quieren intentar competir con Lillard como referencia y jugadores veteranos ya probados en la NBA o, al contrario, elegir a un chico de 19 años, rodearlo de talento joven e intentar desarrollar un proyecto nuevo. Uno con nombres como Shaedon Sharpe, Anfernee Simons y otros jugadores que estén en la misma línea temporal que Henderson. Porque competir por un anillo y desarrollar talento al mismo tiempo es inviable.

Por eso, los equipos campeones pocas veces tienen jugadores de primer o segundo año en la rotación, con Christian Braun como excepción y James Wiseman como último ejemplo. El que fuera pick #2 de los Warriors no formó parte del equipo en el triunfo de 2022 y acabó saliendo por Gary Payton II en febrero. Aunque sí son clave a largo plazo: los últimos MVP de la NBA y de las finales son jugadores elegidos en el draft y desarrollados en la misma franquicia, como Nikola Jokic, Joel Embiid, Steph Curry o Giannis Antetokounmpo. Aunque ninguno de ellos ganó el anillo antes de su séptima temporada en la NBA, por lo que toca tener paciencia, algo que Lillard, a sus 33 años que cumplirá el próximo 15 de julio, ya no se puede permitir.

Pero como en la mayoría de relaciones tóxicas, nadie da un paso extra. Y ni los Blazers se han atrevido a traspasar a Lillard, ni Dame ha pedido salir rumbo a una franquicia que le pueda permitir luchar por el anillo, aunque este verano puede ser el momento. Porque nunca han tenido un activo tan interesante como el tercer pick, uno por el que se ha rumoreado que han preguntado franquicias como New Orleans, Toronto Raptors o Minnesota Timberwolves. Y sobre la mesa, opciones hipotéticas como Brandon Ingram o Zion Williamson, Pascal Siakam, o Karl-Anthony Towns. ¿Es posible convertir el pick y Anfernee Simons en un jugador probado All Star capaz de ayudar a Lillard por un anillo?

Y los Blazers en los años recientes no han conseguido ni una, ni la otra. Porque en los once años con Lillard en el equipo solo han conseguido ganar cuatro series de playoff, y la mitad llegaron en 2019 cuando Portland se coló en unas finales de conferencia muy baratas, con los dos favoritos, Houston y Golden State, por el otro lado del cuadro. Las otras dos ocasiones, una primera ronda en 2014 ante Houston (con un game winner de Lillard para cerrar la serie) y otra en 2016. También la primera ronda de 2019 acabó con un tiro de Dame para decidir la eliminatoria. Aunque nunca ha tenido equipo para hacer más y siempre ha conseguido exprimir al máximo plantillas limitadas.

Los Blazers tienen que tomar, ahora sí, la decisión definitiva. Porque Lillard ha dejado claro que quiere competir en Portland, pero necesita ver que la franquicia tiene el mismo objetivo. Y si no encuentras una estrella que intercambiar por el pick #3, lo mejor para ambos sería una ruptura amistosa, encontrar el mejor paquete de vuelta por uno de los mejores jugadores de la historia de la franquicia y empezar de nuevo. Aunque duela. Ya lo hizo hace varios días Washington con Bradley Beal, Portland es el siguiente en la lista.