La dieta de los "donuts de más" y el objetivo escondido de Luka Doncic para optar, por fin, al MVP
El esloveno busca mejorar en defensa para tener opciones reales en una carrera que ahora mismo lidera Joel Embiid.

A Luka Doncic no le basta con ser el cuarto jugador en la historia en anotar 50 puntos el día de Navidad. Tampoco le basta con ser el jugador en activo más joven en llegar a los 10.000 puntos. O ser el más joven en la historia en alcanzar esa cifra anotadora además de sumar 2.500 rebotes y 2.500 asistencias. Esos números no son suficientes.
Ni para él ni para la propia NBA, que sigue sin meter al esloveno como principal favorito para ser MVP de la temporada regular. Una carrera oficial que ahora lidera Joel Embiid y en la que Doncic tiene por delante a Shai Gilgeous-Alexander, Giannis Antetokounmpo y Nikola Jokic -dato curioso: los 5 mejores jugadores de la NBA ahora mismo son nacidos fuera de EE.UU- que opta a su tercer MVP. Un premio que parece que se le sigue resistiendo a Luka.
Lo que no se le resiste es la admiración y el respeto de aficionados y leyendas de la NBA que se siguen rindiendo al ex del Real Madrid. Un jugador sobre el que siempre existe la sospecha de la forma física, aunque eso ya no es suficiente como para engañar a nadie. "Destruye cualquier defensa que le pongas. Está infravalorado a nivel atlético, porque le miras y parece que se ha comido un par de dónuts de más. Así que no le sueles ver como un atleta", aseguraba Gregg Popovich hace unos días, tras otro recital de Luka.
"Le miras y parece que se ha comido un par de dónuts de más. Así que no le sueles ver como un atleta"
Nada más lejos de la realidad. Sin necesidad de tanto músculo como otras estrellas de la liga tanto él como Jokic demuestran que no es necesario un físico robótico para dominar la NBA. "Cuando un jugador llega pasado de peso sucede una cosa. A un jugador con sobrepeso es como si yo llego ahora y me pongo una mochila de cinco kilos y me pongo a correr. Si lo hago así porque quiero acelerar el proceso de pérdida de peso, lo que hago es provocar una sobrecarga negativa sobre las articulaciones y la espalda", aseguraba a Relevo Adolfo Madrid, preparador físico que trabajó con Luka en su llegada a Madrid. Una etapa, por cierto en la que Doncic "no comía ni para atrás".
Detrás de ese físico tantas veces puesto en cuestión hay un talento capaz de gobernarlos a todos, como apuntaba el técnico con más victorias en la historia de la NBA: "Hay que fijarse en su instinto para jugar, y en la toma de decisiones en el momento exacto. Siempre. Siempre va un par de pasos por delante. Hace lo que tiene que hacer, y es todo por su inteligencia en la pista y a su visión. Sabe siempre dónde están todos. No necesita saltar a lo bestia, o atropellar a sus rivales por velocidad. Usa el cuerpo que tiene para poner a sus adversarios en una serie de situaciones que no saben manejar".
"Usa el cuerpo que tiene para poner a sus adversarios en una serie de situaciones que no saben manejar"
Esas herramientas con las que ha llegado a ser uno de los jugadores más importantes de la liga. Un hombre récord que ha batido todos los récords de precocidad. Ante los Suns Doncic se convirtió en el sexto jugador más joven en llegar a los 10.000 puntos anotados en su carrera y el más joven en sumar también 2.500 rebotes y 2.500 asistencias. Casi nada. Además es el séptimo jugador que menos partidos ha necesitado y el segundo que consigue esta gesta en un día tan señalado como es el de Navidad.

Además Doncic, que es el cuarto jugador (Wilt Chamberlain, Rick Barry y Bernard King) en hacer un partido de al menos 50 puntos en Navidad y el primero en lograrlo desde 1984, además ha conseguido alcanzar los 10.000 tantos anotados con el tercer mejor promedio de la historia (27,98 puntos por partido), sólo superado por un tal Michael Jordan (30,07) y un tal Wilt Chamberlain (30,12).
Pero todo eso no parece saciar a un Doncic que más allá del anillo -ahora mismo los Mavericks son quintos con 18 victorias y 12 derrotas- parece tener otros galardones individuales como gran objetivo. Y no es el MVP. Tras el partido ante los Suns el esloveno aseguró que "al menos debería estar en el segundo mejor quinteto defensivo de la liga". Lo dijo con gesto serio. Como si no estuviese bromeando. Y tras su actuación navideña, con cuatro robos y tres tapones, no parece que así sea.