Donovan Mitchell pone a los Cavaliers entre los candidatos al anillo
La llegada de Mitchell a Cleveland fue solo el primer paso. Su adaptación desde el día uno, la gran clave para entender el éxito de estos Cavaliers: tercer mejor equipo de la NBA.

El escolta se enfrentaba a sus excompañeros por primera vez esta semana con la visita de Utah a Cleveland. Era la primera vez que Mitchell jugaba contra los Jazz, un reencuentro esperado para muchos. En Salt Lake City, Donovan fue de todo, desde finalista al mejor novato hasta All Star, líder y referente, mejor jugador y candidato a todo. Consiguieron el mejor récord de la conferencia y cayeron en primera ronda con todo lo que hay por medio, pero tanto los Jazz como Mitchell necesitaban cambiar de aires. Y pocos jugadores han caído con mejores pies en su nuevo destino.
La pareja Cavaliers y Donovan Mitchell es perfecta. Desde el primer día ha funcionado al máximo nivel. Cleveland es el tercer mejor equipo de la NBA por récord tras vencer a Milwaukee, a quién tiene delante, y con la derrota de Boston ante los Pacers, tiene a ambos equipos a solo un partido de diferencia. Ser número 1 de la conferencia Este está a tiro para unos Cavs que siguen demostrando noche tras noche que son una realidad, que esta temporada no es una de transición hacia el estrellato. Los Cavaliers son candidatos a llevarse el anillo de la NBA, punto.
El año pasado ganaron 44 partidos y vivieron de la constancia defensiva que la pareja interior, Jarrett Allen y Evan Mobley, le dieron al equipo. Darius Garland empezó a despuntar, pero faltaba una pieza que los pudiera llevar al siguiente nivel. La llegada de Mitchell les daba ese plus en ataque que no tenían, esa estrella. Donovan es él, him. Alguien a quien darle la pelota y apartarse. Ayer fueron 36 puntos ante los Bucks, pero viene de 41 ante Indiana, 34 ante Dallas, 43 ante Lakers o 41 ante los Celtics. Se crece en los momentos calientes y las noches especiales.
36 PTS
— NBA (@NBA) December 22, 2022
4 REB
6 AST
Spida led Cleveland to the W at home 🔥 pic.twitter.com/yPmxla3Hm5
"Creo que el traspaso fue un win-win" aseguraba Mitchell. "A veces nuevos comienzos es todo lo que necesitas, para ambos lados". Para él fue empezar a jugar en un entorno nuevo, para un entrenador diferente tras cinco años a las órdenes de Quin Snyder, en una ciudad lejos de donde se había desarrollado como jugador NBA y lo más difícil, en un equipo ya competitivo antes de su llegada. Entrar en la rueda sin romper nada y además, aportar desde el primer día es muy complicado.
"Creo que el traspaso fue un 'win-win'. A veces nuevos comienzos es todo lo que necesitas, para ambos lados"
Escolta de los Cleveland CavaliersTras anunciarse el traspaso, Mitchell tenía reservadas unas vacaciones en las islas Turcas y Caicos para celebrar su 26 cumpleaños, pero decidió acortar el viaje con su familia para unirse a un entrenamiento voluntario que los jugadores de Cleveland habían organizado en Nashville. "Nunca hizo nada para separarse, siempre se lanzó de cabeza para formar parte de este grupo y los compañeros lo apreciaron, como el cuerpo técnico", explicaba JB Bickerstaff, entrenador en Cleveland.
No solo es uno más, es el líder. "Siempre le vamos a cubrir las espaldas, es nuestro líder y sabemos lo mucho que quiere cada victoria. Por eso hoy hemos jugado nuestro mejor partido", decía Cedi Osman en referencia al triunfo ante los Jazz. Ahora está incluso en la conversación por el MVP. "Creo que es justo para él estar en esa lista. No quiero menospreciar a ningún otro jugador, pero el MVP debe incluir victorias y él nos está ayudando a llegar a donde estamos ahora" le defendía Bickerstaff.
Esa es la clave: victorias. Donovan Mitchell no llegó a Cleveland a ser uno más, a conseguir números vacíos en un proyecto sin ninguna intención de competir. Cuando los Cavaliers tiraron la casa por la ventana para sacarle de Utah había detrás una intención, ganar, competir. No es exagerado pensar en Cleveland como candidato al anillo. No si siguen ganando a rivales como Milwaukee o Boston.