El esperpento de los Dallas Mavericks post Doncic puede desembocar en una situación nunca vista en la NBA
La plaga de lesiones que asola a la franquicia texana puede llevarle a no tener suficientes jugadores para presentarse a un partido.

Cuando el pasado 2 de febrero los Dallas Mavericks y Los Angeles Lakers sorprendieron al mundo con un traspaso impensable hasta la fecha (Luka Doncic a California y Anthony Davis a Dallas) pocos podían pensar en la que se le venía encima a la franquicia texana. Un equipo que, más allá de los resultados deportivos que pudieran esperar con el cambio, ha visto cómo ha entrado en una espiral de lesiones y males de ojo que puede terminar en una situación nunca antes vista en la NBA.
Todo comenzó el día que Nico Harrison, general manager de los Mavericks, decidió traspasar al exjugador del Real Madrid a los Lakers. En su lugar llegó un Anthony Davis que tras firmar una primera parte descomunal (26 puntos, 16 rebotes, 7 asistencias y 3 tapones) en su estreno con la camiseta de Dallas, caía lesionado. El ala-pívot se dolía del aductor y desde ese 8 de febrero no se ha vuelto a vestir de corto.
Davis fue el primero, pero no el último en caer. El 3 de marzo Kyrie Irving, la otra estrella del equipo, se rompía el cruzado anterior y decía adiós a la temporada. Y el pasado viernes el exbarcelonista Dante Exum se rompía la mano para aumentar una lista de lesionados en la que también están Dereck Lively II, Daniel Gafford, P.J. Washington, Jaden Hardy y Caleb Martin.
Un panorama desolador para Jason Kidd que se las empieza a ver tiesas para conseguir ocho jugadores con los que presentarse a los partidos. Una posibilidad que no se ha visto nunca en la historia de la NBA, pero que puede convertirse en realidad en unos Mavs que ni siquiera pueden acudir al mercado para paliar esta situación.
Lo primero sería pensar en los jugadores con contrato dual. Cada franquicia puede tener en plantilla tres jugadores con estos contratos, pero estos sólo pueden disputar 50 partidos con el 'primer equipo'. Y en el caso de los Mavs esa cuota está muy cerca de cumplirse. A Kessler Edwards le quedan tres partidos y a Brandon Williams le restan seis. Kai Jones, mientras que Kai Jones está a 11 encuentros de llegar al límite… pero también está lesionado.
Con estos números y la plaga de bajas que asolan al vestuario, los Mavs pueden llegar al 24 de marzo, cuando se enfrentan a los Brooklyn Nets de Jordi Fernández, y no presentarse al partido por no tener jugadores suficientes. Una circunstancia nunca vista antes en la NBA, pero que en los Mavs ya barajan como posibilidad real, tal y como ha adelantado el periodista de ESPN Bobby Marks.
Para colmo el equipo de Dallas no puede acudir al mercado a firmar agentes libres porque se encuentran sólo 51.000 dólares por debajo del primer 'apron' (un límite salarial que representa la cifra máximo que un equipo puede gastar en salarios y contratos en una temporada y que está en los 178 millones) por lo que no tiene margen para acudir al mercado porque se enfrentaría a una serie de multas. Algo que podrán evitar a partir del 10 de abril, a falta de dos partidos para el final de la liga regular, cuando podrían fichar a un jugador bajo una excepción por dificultades económicas, ya que el espacio disponible bajo el primer aprovisionamiento en esa fecha se ajusta al mínimo prorrateado para veteranos.
Un terreno pantanoso que podría evitar vistiendo de corto a alguno de los jugadores lesionados, aunque después no disputasen un solo minuto. Sería una forma de evitar hacer historia negativa en la liga, aunque podrían enfrentarse a un castigo por parte de la liga, porque esa posibilidad supondría falsear los informes de lesiones de los jugadores. Todo un lío en el que se ha metido unos Mavs que no hace mucho aspiraban al anillo, disputando la final de la liga contra los Celtics.