Estados Unidos arranca el camino a París enterrando los fantasmas del pasado ante Canadá

Las Vegas abrió el camino de Estados Unidos hacia el oro de París 2024. En mitad de la Summer League, el combinado de Steve Kerr arrancó su preparación para los Juegos Olímpicos en una noche que fue de baloncesto y homenaje a los medallistas históricos. Y delante, el mejor sparring posible, Canadá. El equipo que dejó al Team USA sin el bronce en el pasado Mundial y el para muchos favorito para pelear el oro en Francia. La diferencia es que este año, como cada cuatro cuando hay Juegos, Estados Unidos sí va en serio. Aunque sea solo la primera prueba. 

Vencieron a Canadá (86-72) en un partido donde Anthony Edwards, el jugador más joven del equipo americano, fue el máximo anotador con 13 puntos (6/10 en tiros) desde el banquillo, seguido por Steph Curry (12) y donde Jrue Holiday hizo de todo: 11 puntos, 5 rebotes, 4 asistencias y 2 tapones para ayudar al equipo, como pasó con los Celtics en las finales. Para Canadá, brillaron RJ Barrett con 12, y los 10 puntos de Dillon Brooks y Shai Gilgeous-Alexander (3/10 en tiros) en una horrible noche de Jamal Murray. Pero en general estuvieron erráticos de cara al aro (26/77) y ante Estados Unidos no se puede cometer errores. No ante esta versión.

Al final del primer cuarto el conjunto de Jordi Fernández se mostró más fuerte. Se notó que Canadá había empezado antes su preparación, y que algunos de ellos llevan varios veranos jugando juntos. Un 11-1 de salida, con Estados Unidos sumando casi cinco minutos sin anotar hasta el primer triple de Steph Curry. Con un quinteto extraño, todavía sin Kevin Durant, lesionado, y sin Derrick White, suplente de Kawhi Leonard, Steve Kerr apostó por Jrue Holiday y Devin Booker para acompañar a Curry y LeBron James. Y Joel Embiid en la pintura donde podía hacerse fuerte, porque el problema de Canadá sigue siendo el juego interior. Y no fue el de los Sixers, pero sí Anthony Davis, que acabó con 10 puntos, 11 rebotes, 4 tapones y 2 robos. 

Un parcial de 27-12 en el segundo cuarto le daba la vuelta al partido, con Steph Curry como referencia en ataque y la mejor versión del equipo defendiendo y corriendo. Y el 9-0 para cerrar el tercer cuarto ponía el sello final en el triunfo de Estados Unidos, que sin sacar su mejor versión, y ante un rival todavía encontrando su identidad, enterró los fantasmas del pasado. Porque tener en el mismo equipo a Curry y LeBron, quienes celebraron juntos el triunfo, es una ventaja. Incluso los dos jugadores nacidos en Akron emularon la famosa imagen de Wade y James en un alley-oop que celebró el pabellón al completo. Una conexión que dará que hablar en París, aunque no todo fueron buenas noticias para Steve Kerr.

Uno de los focos era Joel Embiid. El jugador, nacido en Camerún y de pasaporte francés, debutaba con el combinado estadounidense, y se le vio fuera de lugar. Duró apenas 12 minutos en pista antes de ser expulsado por cinco faltas personales, una de ellas antideportiva sobre Dwight Powell. Sumó solo 5 puntos, con 6 rebotes, 2 asistencias y 3 pérdidas de balón, aunque tiene tiempo, algo más de dos semanas, para adaptarse al juego FIBA. Aunque viendo el nivel del resto del equipo, y que todavía falta Kevin Durant, hay margen.