Una falta de respeto y una racha perfecta para sentarse en el trono de la WNBA

Es el nombre de las Finales en la WNBA. Bueno, de las finales y de los playoffs. A'ja Wilson era una de las favoritas a conquistar el MVP de la temporada, pero terminó tercera en las votaciones y vio como el premio viajaba hasta Nueva York para quedarse en las manos de Breanna Stewart. Fue en ese momento cuando la jugadora de Columbia decidió que los premios individuales eran migajas, que ella quería el gordo, el que tiene forma de anillo.

Así, tras liderar a las Aces a cerrar la temporada regular con el mejor balance de la liga, Wilson metió una marcha más y ahora está a punto de hacer historia con las Aces y convertirse en el primer equipo desde Los Angeles Sparks en 2002 en conquistar dos títulos consecutivos. Y además tiene la oportunidad de hacerlo tras firmar unos 'playoffs' perfectos.

Para ello tiene que cerrar la serie final ante las New York Liberty, el equipo de Stewart, en el siguiente partido. Algo que parece sencillo si Wilson mantiene el nivel mostrado en los dos primeros partidos de la serie y en todas las eliminatorias de postemporada. La ala-pívot ha liderado a su equipo en puntos, rebotes y tapones en los dos partidos de las finales, poniendo su nombre junto a los de Lisa Leslie y Jonquel Jones como las únicas jugadoras en la historia capaces de hacerlo.

Esos números (26+15+3+1) encendieron al público de Las Vegas, que terminó despidiendo a Wilson a grito de MVP. Un premio que se le ha negado esta temporada ante lo que muchos han entendido como una falta de respeto. "¿Tercera en la votación de la MVP? Es una broma. Tienes que respetarla más", aseguraba tras el encuentro su entrenadora Becky Hammon, que pide un mayor reconocimiento por parte del resto de la liga para la gran estrella de las actuales campeonas de la WNBA.

"No suelen dejarme sin palabras muy a menudo, pero hoy las jugadoras han ejecutado lo que habíamos planteado en defensa, en ataque, a la hora de compartir el balón…Todo lo que las habíamos pedido. Son un equipo de verdad por su competitividad y su capacidad de lucha las unas por las otras". Hammon no podía ocultar el orgullo por el nivel mostrado por sus jugadoras en el contundente triunfo (104-76) para el 2-0 en unas Finales que se juegan al mejor de cinco partidos. Nunca en los 17 precedentes en los que un equipo tomó ventaja 2-0 en la serie de las Finales acabó perdiendo el título.

Además de Wilson destacaron Jackie Young con 24 puntos, ocho rebotes y cuatro asistencias, Kelsey Plum, con 23 puntos, nueve asistencias y cinco triples. Chelsea Gray también aportó 14 puntos, 11 asistencias y 6 rebotes. Demasiado arsenal de unas Aces que han ganado los siete partidos de playoffs disputados hasta el momento. Si cierran la serie el próximo domingo en el tercer partido, se convertirán en el primer equipo capaz de coronarse ganando todos sus encuentros.

En el equipo de New York (36 % de acierto en tiros de campo), la mejor anotadora fue Jonquel Jones, con 22 puntos y diez rebotes. Breanna Stewart no brilló pese a terminar con un doble doble de catorce puntos y trece rebotes.

Las Aces encarrilaron su triunfo con el mejor primer cuarto en la historia de las Finales. Tiraron con un 70 % de acierto y anotaron 38 puntos para hacerse con una ventaja de 19 tantos tras arrancar con un tremendo seis de ocho en triples y llevaban ya 17 puntos en el marcador con solo tres minutos de juego.

La reacción de las neoyorquinas, que han perdido las cuatro finales que han disputado, llegó en el segundo cuarto, cuando un parcial de 9-0 les permitió pasar de los 22 puntos de desventaja a los ocho para irse al descanso con esperanzas de remontada (52-44). Sin embargo, la ilusión de las Liberty apenas duró pocos minutos. Las Aces regresaron de los vestuarios con agresividad y un contundente 28-13 les devolvió una sólida ventaja. Como la que tienen ahora para llevarse un nuevo anillo a sus vitrinas.