Gheorghe Muresan: "Llegué a firmar un contrato con el Barça por dos millones"
El jugador más alto en la historia de la NBA atiende a Relevo y recuerda su carrera y cómo estuvo a punto de firmar por el Barcelona.

Para mirar a la cara a Gheorghe Muresan hay que dislocarse el cuello y aún así todavía puede ser que no llegues a hacerlo. Sus 231 de altura (creció de forma repentina por un desorden en la pituitaria conocido como acromegalia) siguen siendo lo más alto que ha llegado un jugador en la NBA. Una liga a la que el gigante rumano llegó por su altura y en la que se quedó por su baloncesto hasta que su espalda dijo basta.
Tras de sí una carrera en la que tumbó todos los estereotipos por su estatura. Los mismos que hablaban de descoordinación y falta de velocidad y a los que venció en la cancha con horas de trabajo hasta llegar a ser galardonado por ello en una NBA que se rindió no sólo a su baloncesto, sino también a un carácter amable con el que se ganó el respeto de compañeros y rivales.
Hoy Muresan sigue llamando la atención por las calles de Washington y en las gradas de Georgetown (la misma universidad de donde salieron jugadores como Patrick Ewing o Allen Iverson), donde acude a menudo a ver cómo su hijo Gheorgi, de 'sólo' 2,05, intenta seguir su camino hacia la mejor liga del mundo.

Han pasado más de 30 años desde que dejó de asombrar en las canchas. ¿Qué hace ahora mismo Gheorghe Muresan?
Mi vida ahora mismo es preciosa. Tengo dos trabajos y ahora mismo es a lo que me dedico, a trabajar y a disfrutar de la vida y por supuesto de la familia.
¿Cómo es, a día de hoy, un día normal en la vida de Gheorghe Muresan?
Depende, cada día es algo diferente. Me levanto y lo primero que hago cada día es rezar para dar gracias a Dios. Después ya me centro en estar con mi familia y en el trabajo en los Wizards haciendo algo de relaciones públicas.
¿Y sigue conectado con el mundo del baloncesto?
Sí, sigo metido en el equipo de Washington como embajador. Además mi hijo juega en la Universidad de Georgetown [de donde han salido jugadores como Ewing o Iverson] y estudia allí. También tengo mi propia academia en la que trabajo con niños tanto en Estados Unidos como en Rumanía, mi país, con la que organizamos diferentes ligas y campus. Así que estoy en la cancha casi todo el día.
Echando la vista atrás, ¿cómo ve su carrera más de 20 años después de su retirada?
Ahora mismo no me preocupa demasiado todo eso. Para mi lo importante es lo que estoy haciendo ahora mismo y lo que voy a hacer mañana. ¿Lo que pasó antes? La verdad es que no me importa demasiado, pero es verdad que me lo pasé muy bien y estoy muy orgulloso de lo que pude hacer y de lo que conseguí porque trabajé muy duro para ello. Lo hice lo mejor que pude y estoy muy orgulloso de ello. No perdí el tiempo, me lo tomé muy en serio.
¿Cómo empieza Gheorghe Muresan en el mundo del baloncesto?
Empecé a jugar al baloncesto simplemente porque era alto. Esa es la razón. No hay más. Con 15 años fui a un dentista que también era árbitro de baloncesto y me dijo que con mi estatura tenía que jugar. Y así empecé. Y en el momento en el que comencé a jugar me encantó. Me gustaba mucho competir y eso me empujó a trabajar más duro y a mejorar.
"Empecé a jugar al baloncesto simplemente porque era alto"
¿Cómo era su vida esos días en Rumanía, porque empezó jugando por 15 dólares a la semana y tenía que dormir en una residencia en dos camas pegadas?
Fue todo muy bonito. Yo era joven y estaba encantado con esa vida. Tenía mucha energía y no me preocupaba mucho por otras cosas en ese tiempo. Me encantaba.
¿Pero el baloncesto no era un deporte popular en Rumanía?
Evidentemente el fútbol era mucho más importante. Todo el mundo quería jugar al fútbol, pero yo me lo pasaba muy bien jugando al baloncesto, así que no me importaba demasiado que no fuera popular. Yo no jugaba al baloncesto para ser popular. Jugaba porque me encantaba y eso era lo único que me importaba. Fui muy feliz jugando al baloncesto.
¿Cómo fueron sus primeros momentos como jugador profesional en las filas del Pau Orthez?
Fueron muy duros porque los primeros días de entrenamientos no fueron nada fáciles. Nos hacían correr mucho fuera y a mi no me gustaba. Además estaba muy nervioso porque no hablaba el idioma, no conocía a mis compañeros, a mi entrenador. Intentaba entender cuál era mi papel en el equipo y traté de mejorar por mi cuenta. Los primeros días en Pau no fueron fáciles, pero después de eso todo se volvió más interesante para mí. Empecé a conocer a todo el mundo y mi objetivo se convirtió en ser el mejor jugador posible.
¿Cómo eran sus enfrentamientos con Sabonis en aquella época?
Eran enfrentamientos muy divertidos cuando jugábamos frente al Real Madrid en la Copa de Europa. Eran grandes partidos. Siempre me gustó enfrentarme a grandes jugadores como él. Era lo que buscaba, una buena competición.
Y en aquella época en Pau, ¿estaba interesado en la NBA?
No. Para nada. Absolutamente no.
¿Por qué?
No sé. Era feliz jugando en Europa. Nunca pensé en jugar en la NBA. Para nada entraba en mis planes.
"En principio no estaba interesado en la NBA"
Sin embargo terminó haciendo las maletas, aunque antes estuvo a punto de firmar por el Barcelona.
De hecho firmé con el Barcelona. Tuve un contrato firmado con el Barça por dos millones de dólares de aquella época.
¿Y por qué no terminó jugando en el equipo azulgrana?
Tenía una opción en el contrato. Si me llamaba la NBA, mi contrato terminaba, podía romper el acuerdo si era drafteado. Creo que mi agente hizo un buen trabajo ahí. Tenía un gran agente. Tenía esa opción gracias a que él fue inteligente. En serio, fue muy listo y si tenía opción de ir a Estados Unidos podía no ejercer ese contrato.
Además creo que ellos no tenían mucha confianza en tenerme allí, creo que estaban interesados, pero decían que era muy joven. No tenían demasiada fe.
¿Cómo recuerda el momento en el que su agente le dice que va a ser drafteado y que va a ir a la NBA?
Mi agente puso el nombre en el draft y salí elegido. Así de simple. Estuve dos semanas allí antes del draft y cuando fui elegido decidí ir a la NBA y salirme del contrato que tenía firmado. En el Barcelona se dieron cuenta de ello y entendieron que me iba a ir. El entrenador del Barcelona [Aíto García Reneses] era un tipo muy amable e incluso tras primera temporada en la NBA me llamaron e incluso viajaron a Estados Unidos para intentar ficharme otra vez. Les dije que igual en algún otro momento podría ser que terminase jugando en el Barça.
"Creo que en el Barcelona no tenían mucha confianza en tenerme allí, creo que estaban interesados, pero decían que era muy joven. No tenían demasiada fe"
¿Cuáles son sus primeros recuerdos de la NBA, las primeras cosas que le llamaron la atención en Estados Unidos?
No sé. Hay muchos momentos y muchas cosas que me impresionaron. Ahora mismo no me puedo quedar con un solo recuerdo.
¿Tuvo algún problema con el idioma al principio de su llegada a la NBA? ¿Hablaba inglés?
Para nada.
¿Y cómo se comunicaba con sus compañeros?
El lenguaje de signos es internacional. [Risas] Cuando conoces el juego del baloncesto es muy fácil de comunicarse. Puedes ir a cualquier país del mundo, no tienes porqué hablar el idioma mientras puedas jugar al baloncesto, que no es tan diferente.
Me di cuenta de que si prestaba atención podía entender todo lo que me decían. Nunca cometí un error. Siempre miraba a los ojos de mis entrenadores y compañeros cuando hablaban y leía sus labios. Igual no lo entendía todo, pero me daba cuenta de lo que me querían decir.
En su etapa en la NBA coincidió con los mejores años de Michael Jordan. ¿Cómo era jugar contra él?
Era el mejor jugador de la liga. Mucho mejor que cualquier otro. Era muy difícil jugar contra él y contra los Bulls. Me lo pasaba muy bien jugando contra él y tuvimos una gran serie en los playoffs de 1997. Era genial.

Fue nombrado Jugador Más Mejorado de la NBA en 1996. ¿Se lo esperaba?
La verdad es que no me importaban mucho los premios. Había ido a la NBA simplemente a jugar al baloncesto, a mejorar y a intentar ganar con mi equipo, pero no miraba mucho los premios individuales. Sabía que era un buen jugador y que podía seguir mejorando.
En pleno apogeo de su carrera recibió la llamada de Hollywood e incluso protagonizó una película junto a Billy Cristal.
[Risas] Fue muy interesante. Un día recibí una llamada de Billy y me dijo que iba a llamar a una agencia de viajes para comprarme un billete. Tras comer juntos me habló del guión y también de baloncesto porque él es un gran fan de los Clippers. Me enseñó las escenas en las que tenía que participar y después de la temporada, tras viajar a Rumanía a ver a mi madre y enseñarle el guión, empezamos a trabajar juntos. Me encantó.
¿En algún momento se sintió más un fenómeno de circo por su altura que jugador de baloncesto?
Yo soy lo que soy y nunca me he visto con esos ojos de verme como algo extraño por mi altura.
"Nunca me he visto como un fenómeno extraño por mi altura"
¿Cómo ve el futuro de su hijo en el baloncesto? ¿Le ve jugando de manera profesional?
Le veo como un gran estudiante. En el último semestre todo han sido sobresalientes y notables en Georgetown. Y lo único que quiero es que haga lo que tenga que hacer para ser feliz. Si lo consigue, yo seré feliz.
¿Podría jugar Gheorghe Muresan en la NBA hoy en día?
No lo sé. Tampoco le doy vueltas. ¿Sabes una cosa? En 1993 cuando empecé llegue a la NBA desde Europa tuve que hacer muchos ajustes en mi juego. Hoy se juega un baloncesto muy diferente al que se jugaba en mi época, hace 20 años. La nutrición, los entrenamientos…todo es diferente, así que yo también sería un jugador distinto en esta época.
¿Cuál fue el jugador más duro al que le tocó defender?
Cada noche era durísima. Me encanta la competición y me lo pasaba muy bien jugando contra Shaquille O'Neal, Alonzo Mourning, Olajuwon… Ellos me daban mucho trabajo y eso me encantaba.