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El grito desesperado de un NBA para poder cuidar a sus hijos con autismo: "Fíchenme, es por ellos"

Tony Snell tiene hasta el viernes para que algún equipo reclame sus servicios y así podrá optar a la pensión vitalicia y un seguro médico para sus hijos.

Tony Snell durante su etapa en los Portland Trail Blazers. /AFP
Tony Snell durante su etapa en los Portland Trail Blazers. AFP
Guillermo García

Guillermo García

Tony Snell tiene un dato curioso en su carrera NBA. En 2017, como jugador de los Milwaukee Bucks, su casillero estadístico quedó a cero en todos sus apartados a pesar de estar en cancha 28 minutos. Nada. Cero absoluto. Fue un partido que quedó como una anécdota para un jugador que ha estado que ha promediado 6,1 puntos y 2,3 rebotes en su carrera NBA.

Buenos números que le confirmaron como un buen jugador de rol durante las nueve temporadas que ha estado en la mejor liga del mundo. Sin embargo, Snell necesita una temporada más, un último baile. Por eso ha lanzado un SOS a través de un artículo en Yahoo en el que pide, por favor, que un equipo le fiche. Y su razón va mucho más allá de su ambición deportiva.

"Por supuesto que quiero volver y jugar, pero ahora tengo un propósito más importante", dijo Snell. "Ya no se trata de mí. Es por mis hijos". Un grito de auxilio que se explica a través de la necesidad del ex jugador de Chicago, Portland, Nueva Orleans, Atlanta, Detroit y Milwaukee de ayudar a sus dos pequeños, diagnosticados con autismo.

 

Para conseguir su objetivo Snell tiene apenas 24 horas para conseguir su objetivo. Si el viernes no ha fichado por alguna de las 30 franquicias de la NBA perderá la posibilidad de sumar su décima temporada en la NBA. Esa cifra le permitiría acceder a un completo programa de beneficios que ofrece la Asociación de Jugadores, consistente en una pensión vitalicia y, lo más importante, un seguro médico premium para él y su familia. Es decir, que podría pagar los tratamientos que necesitan sus hijos de 2 y 3 años.

Diagnosticado a la vez que su hijo

Snell, que fue escogido en la primera ronda del draft de 2013, pero ahora se encuentra en su segunda temporada en Maine, equipo asociado a los Boston Celtics. Allí sigue demostrando su valía, haciendo buenos números y siendo un jugador de equipo. Valores con los que quiere volver a llamar la atención de la NBA antes de que el tiempo expire.

En su ánimo, ayudar a sus hijos con trastorno del espectro autista. Un espectro en el que él también está y que le fue descubierto tras diagnosticar a su hijo mayor Karter. "No me sentí mal. Me ayudó a sentirme bien. Ahora quiero seguir en la NBA y ser un ejemplo para mi hijo como para todos los que tienen TEA", le dijo a Today Show en su momento.

"No creo que hubiera estado en la NBA si me hubieran diagnosticado autismo a la edad de mi hijo", dijo Snell. "Probablemente habrían puesto un límite o un tope a mis capacidades. No me sorprendió, porque siempre me sentí diferente".