¿Qué hace a los Grizzlies ser favoritos? Su fondo de armario

Los Grizzlies tienen una virtud que pocos equipos en la NBA comparten. El año pasado tuvieron mejor récord sin Ja Morant (20-5, 80% de victorias) que con el base (36-21, 63.2% de triunfos). ¿Son mejores sin su estrella? No, para nada. Ningún equipo de la NBA es mejor sin sus cracks. Pero tienen una capacidad de luchar y un fondo de armario que les hace competitivos cada noche, falte quien falte. Y las pruebas lo demuestran.

Este año Jaren Jackson Jr se perdió los primeros 14 partidos de la temporada y han sido 16 en total. Memphis ha ganado diez y ha perdido solo seis (62.5% de récord) por un 5-3 con el interior disponible (mismo récord). Por supuesto que la presencia de uno de los mejores defensores de la NBA hace de los Grizzlies un equipo mucho más temible, pero sin él, otros darán el paso adelante. Por ejemplo, Santi Aldama como hizo en los primeros 15 partidos . Y el rendimiento fue muy similar. 

Desmond Bane, el segundo máximo anotador del equipo hasta caer lesionado, ha jugado 12 partidos con un balance positivo de 9-3 (o un 75%) de victorias. Pero sin él, los Grizzlies han ganado cinco de los últimos seis encuentros, tres de ellos ante equipos (Pelicans, Philadelphia y Miami) que jugaron playoffs el pasado curso. De hecho, el equipo ha pasado de anotar 12.8 triples al 34.4% de acierto a meter medio triple menos con un 37.1% de eficacia. Se nota su ausencia, pero mucho menos que en otras franquicias.

La clave de este sistema es el sistema de desarrollo de la franquicia. Es un equipo muy joven, con tres rookies, dos jugadores de segundo año (Ziaire Williams no ha debutado aún por lesión esta temporada) y otros cinco que habían jugado un máximo de tres temporadas en la NBA antes de empezar esta campaña. Pero casi todos son piezas que la franquicia ha encontrado, vía draft o traspaso, y ha desarrollado pensando en el largo plazo. Es un plan de trabajo que ha funcionado con Ja Morant, Jaren Jackson Jr o Santi Aldama. 

Los únicos veteranos que hay en el equipo a día de hoy son Steven Adams, en su décima temporada en la NBA, y un Danny Green que sigue lesionado y que llegó el pasado verano vía traspaso. Su labor es aportar experiencia en un vestuario donde las estrellas están en sus primeros cinco años en la NBA.

Y el futuro es parecido. En el último draft eligieron a David Roddy, Jake LaRavia y Kennedy Chandler, tres jugadores en los que confían que puedan aportar en un futuro. Han tenido más minutos de lo que a Taylor Jenkins, entrenador de Memphis le gustaría, principalmente por las lesiones de principio de temporada, pero han sabido rendir desde el primer día. Roddy es uno de los tres únicos jugadores que han disputado minutos en los 24 partidos que Memphis ha jugado hasta la fecha (15-9 de récord).

La gran duda será saber si cuando lleguen los playoffs, las plantillas se acorten y la experiencia se vuelva un requisito indispensable, podrán aportar. El año pasado Aldama no jugó un solo segundo en playoffs, aunque tienen la esperanza de que esta temporada, tras haberse desarrollado, pueda llegar. Es la gran diferencia entre Memphis y la mayoría de franquicias: un trabajo a largo plazo, un proyecto sostenible y una mentalidad clara. Si hoy no puede jugar la estrella, el resto lo haremos.