Jamal Murray tira de la manta, los Nuggets lanzan un mensaje a la NBA
El base canadiense fue el mejor en un partido donde los Nuggets sacaron a la luz el gran problema de estos Suns, dominando de principio a fin y poniendo el 1-0 en la semifinal.

Los Nuggets ponen el 1-0 en la semifinales ante los Suns. Abrían la segunda ronda Phoenix y Denver, dos de los máximos favoritos a hacerse con la conferencia Oeste, y el partido tardó cuarto y medio en romperse. Un parcial de 37-19, liderados por Jamal Murray, fue suficiente para mandar un mensaje a la NBA: los Nuggets han sido el mejor equipo de la temporada regular en la conferencia por algún motivo. Y mientras Lakers espera al rival de su serie, que saldrá del séptimo partido entre Kings y Warriors, Denver pone ventaja en su eliminatoria (125-107).
El canadiense fue el mejor, con 34 puntos, 6/10 en triples, nueve asistencias y cinco rebotes. Volvió loca a la defensa de Landry Shamet, Josh Okogie, Chris Paul o Devin Booker, daba igual quien estuviera delante. Y al lado, Nikola Jokic, que sin jugar su mejor encuentro en ataque (9/21 en tiros), acabó con 24 puntos, 19 rebotes, cinco asistencias y un dominio abusivo sobre el juego interior de los Suns, especialmente DeAndre Ayton. Kevin Durant, con 29 puntos, y Devin Booker, con 27, fueron los únicos argumentos por los que la diferencia nunca superó los 25 puntos, aunque la disparidad entre los dos conjuntos en el primer partido fue de mucho más. Y sobre todo, que dejó a la luz el gran problema de estos Suns.
Hay un dicho muy antiguo en el español de que una manta, si cubre la cabeza, deja los pies al descubierto, y viceversa, si consigue calentar los pies, el frío entrará por la parte superior. Y estos Suns son el ejemplo perfecto.
Cuando los Suns se hicieron con Kevin Durant, en febrero, dejaron ir a Jae Crowder, con el que no contaban, y a Mikal Bridges y Cam Johnson, dos piezas clave en la rotación. Añadieron cuatro primeras rondas y consiguieron al que muchos consideran el mejor anotador de la historia de la NBA. Por el camino, eso sí, perdieron la identidad que les había hecho uno de los mejores equipos de la NBA las dos últimas campañas, el colectivo, una rotación equilibrada. Juntaron a Kevin Durant con Devin Booker, Chris Paul y DeAndre Ayton, un superequipo candidato a todo; se quedaron sin banquillo. Solo Torrey Craig, Landry Shamet y Damion Lee tuvieron más de diez minutos desde el banco, un problema que ya les pasó factura ante Los Angeles Clippers.
Y Denver es mucho mejor equipo que unos Clippers sin Kawhi Leonard y Paul George. Porque entre Murray, Jokic y Aaron Gordon, autor de 23 puntos, sumaron 81 por 83 de los titulares de Phoenix. Y sobre todo, tienen a Jamal Murray. El base explotó en la burbuja, donde se convirtió en un referente ofensivo sin comparación en Denver: dos partidos de 50 puntos, 42 ante los Jazz y 40 en un séptimo ante los Clippers para cerrar una serie. Pero quiere dejar de lado el concepto "Bubble Murray", un término que solo recoge lo que hizo durante la burbuja en Florida, en los playoffs de 2020. Ahora, en la nueva normalidad, está demostrando que es capaz de hacerlo de manera habitual. "La gente dice que ese fue mi mejor nivel... fue solo el principio".
Jamal Murray responds to doubts about his comeback: "I don't how many times I gotta prove myself for y'all to believe in my game or believe in what I do..." pic.twitter.com/5VRqxIUxdt
— hoops bot (@hoops_bot) April 30, 2023
Se perdió temporada y media, dos playoff consecutivos por una lesión en el ligamento de la rodilla, pero ha vuelto a tiempo para levantar las aspiraciones de estos Nuggets. Metió 40 en el segundo partido ante los Wolves, 35 en el quinto y definitivo y ha abierto la serie contra los Suns siendo el máximo anotador con diferencia. "Vive para los playoff, vive para momentos así", aseguraba su compañero Michael Porter Jr. Ahora mismo es el séptimo máximo anotador de los playoff, solo por detrás de Jimmy Butler, Devin Booker, Steph Curry, De'Aaron Fox, Trae Young y Kevin Durant. Élite absoluta, todos ellos All Star y All NBA; Murray no ha sido ninguna de las dos todavía.
Y eso que le costó volver esta temporada. Sus primeros partidos tras casi 500 días de baja fueron duros, pero en el recuerdo tenía los playoff de 2022, cuando desde el banquillo, sin poder jugar, veía a Golden State aniquilar a unos Nuggets que dependían en exceso de Jokic. El nivel actual se acerca mucho al de la burbuja, al del mejor Murray pre-lesiones. Y su primer partido, como el de los Nuggets, es un mensaje claro de las intenciones de Denver.