Los Warriors de Curry y Kerr se jugarán su legado en un séptimo partido para la historia
Con el triunfo de Sacramento, el pase a semifinales se definirá en un séptimo y apasionante partido. Uno a vida o muerte.
Empezaron la serie 0-2, consiguieron empatarla y lograron lo más difícil, ganando un quinto partido en Sacramento. Y cuando los Warriors tenían todo de cara para cerrar la serie en casa, los Kings les pasaron por encima. El equipo de Mike Brown, liderados por De'Aaron Fox y Malik Monk, dejó a los Golden State en 99 puntos y se llevó el encuentro por 19 tantos de diferencia. Lo que significa que habrá un séptimo partido en la primera ronda de los playoff. Uno, solo uno, pero en la mejor serie posible. Y por el camino intentarán evitar romper una racha inmaculada.
Cuando Steve Kerr cogió las riendas del banquillo de Golden State, en 2015, ganaron su primer anillo. Desde entonces, han pasado ya ocho temporadas, los Warriors todavía no han perdido una serie de playoff en la conferencia Oeste. Todas las derrotas, en 2016 y 2019, llegaron en las finales. En estos seis años, con el paréntesis de 2020 y 2021 donde no clasificaron a la postemporada, han enfrentado a diez equipos diferentes: les han vencido a todos. Han barrido una serie más veces, cinco, de las que han sido forzados a un séptimo partido. Al menos hasta que han llegado los Kings a playoff.
Porque cuarta vez en su historia reciente, los Golden State Warriors de Steve Kerr jugarán un séptimo partido para decidir el ganador de una eliminatoria. Los dos primeros llegaron en 2016 y el tercero y último, en 2018. Y si bien son el equipo con más partidos en playoffs en los últimos ocho (132), desde la llegada de Kerr al banquillo, hay cuatro equipos con más séptimos partidos jugados y hasta siete con los mismos que Golden State. Si se suele decir que los playoff y la temporada regular son dos deportes distintos, un séptimo y definitivo es todavía peor. Un mundo propio, un espacio sin opción al fallo, hecho para los grandes héroes de la historia.
En su primera vez juntos en un séptimo, los Warriors vencieron a Oklahoma en las finales de conferencia de 2016. Tras un demoledor sexto partido, ganaron al equipo de Kevin Durant y Russell Westbrook anotando solo 96 puntos. Steph Curry (36 puntos, siete triples) salvó al equipo y consiguió el pase a las segundas finales consecutivas, donde esperaba LeBron. Y donde jugaron su segundo séptimo partido, aunque esta vez perdieron. Fue también en casa, en el viejo Oracle Arena en Oakland, en un partido que ha quedado grabado en el subconsciente colectivo de la NBA. El tapón de LeBron, el triple de Kyrie y las primeras finales donde se remontó un 1-3.
El tercero y último llegó dos años más tarde, en 2018. Fue el primero de este grupo fuera de casa, con los Warriors visitando Houston en las finales del Oeste. Un partido que pasó a la historia por los 27 fallos consecutivos desde el triple de Houston Rockets, un récord en la NBA. Aunque teóricamente no fue el primer séptimo de estos Warriors: en 2014, todavía con Mark Jackson como entrenador en jefe y ya con el big-3 titular, se enfrentaron a los Clippers en la primera ronda. Los Angeles hizo valer el factor pista en el decisivo encuentro con cuatro jugadores por encima de 20 puntos.
El domingo se juegan ambas guerras al mismo tiempo. Los Warriors buscarán mantener viva la racha de victorias en la conferencia Oeste mientras intentan ganar su tercer séptimo partido juntos. Y delante, el equipo con menos experiencia en los playoff. Uno que ha conseguido por ahora algo que solo LeBron James, Kevin Durant y James Harden han logrado: llevar a los Warriors al séptimo.