NBA

Jimmy Butler y Erik Spoelstra vuelven a hacerlo: fuera de las quinielas... y a un paso de la Final del Este

El equipo de Florida ha vuelto a demostrar que los playoffs son un territorio fertil para ellos.

Erik Spoelstra da instrucciones a Jimmy Butler./AFP
Erik Spoelstra da instrucciones a Jimmy Butler. AFP
Alejandro Gaitán

Alejandro Gaitán

Miami Heat fue una de las grandes decepciones de la temporada regular, casi al nivel de Dallas Mavericks. Cayeron al séptimo lugar, necesitando de dos partidos de playin para conseguir el billete a la postemporada y con el agravante de abrir los playoff contra el mejor equipo de la NBA, Milwaukee Bucks. Avanzamos un mes y escasos días y Miami es el primer equipo en estar a solo una victoria de colarse en unas finales de conferencia. Y si hay que buscar un culpable, un responsable, un nombre que sea el causante de estar a punto de volver a ver a Miami, es Jimmy Butler. Como en 2020 o en 2022. 

Porque los Heat vuelven a estar punto de hacer historia. En la burbuja, siendo el quinto equipo clasificado en la temporada regular, se aprovecharon de la ausencia de factor pista para ganar tres series como visitantes. Y en 2022 vieron como los dos grandes favoritos de la conferencia, Boston y Milwaukee, se mataron entre ellos en las semifinales mientras esperaban cómodamente con el factor pista de haber sido el mejor equipo en el Este y haber vencido a los Sixers de Joel Embiid y James Harden. Este año no hay excusas: han eliminado a Giannis primero y están a solo un partido de cargarse a los mejores Knicks en una década pese a tener una plantilla mediocre. El reto será otra vez en finales de conferencia, sea Boston o Philadelphia, y con el factor pista en contra.

Desde 2020, desde la llegada de Jimmy Butler a Miami, ningún equipo tiene más victorias en playoff que los Heat con 32. Ni los Bucks, campeones en 2021 (29), ni Lakers que consiguieron el anillo en 2020, casualmente ante Miami (24), ni mucho menos los Warriors, que no jugaron playoff las dos primeras temporadas, con Klay Thompson y Steph Curry lesionados (21). Nadie ha ganado tantos partidos como Miami Heat, que tiene un balance de 32-20, por encima del 60% de victorias. El único año que no pisaron las finales de conferencia con Butler en el equipo fue en 2021, cuando se cruzaron con Milwaukee en primera ronda. Los Bucks, que venían de caer eliminados por los Heat, se vengaron por la vía rápida: 4-0. 

En los cinco años anteriores a la llegada de Butler, en tres no consiguieron entrar en playoff, en 2018 perdieron 4-1 en primera ronda ante Philadelphia y solo en 2016, todavía con Dwaynde Wade y Chris Bosh y por una normativa NBA que ya no existe, consiguieron ganar una primera ronda (4-3 ante Charlotte) antes de perder en siete ante los Raptors. Fue Jimmy Butler quien cambió la famosa Heat Culture, esa de la que presume Miami con Pat Riley a la cabeza y Erik Spoelstra en el banquillo, dos genios en lo suyo. Uno trajo a Butler al equipo a cambio de una primera ronda, Josh Richardson, Hassan Whiteside en un sign and trade. El otro, que ayer se convertía en el quinto entrenador con más victorias en una misma franquicia en playoff, ha conseguido sacar la mejor versión de Butler. 

En estos playoffs es el segundo máximo anotador, con 30.1 puntos en ocho partidos, lanzando un 56.4% de campo y 40% de triple, con 5.5 rebotes, casi cuatro asistencias y exhibiciones como los 56 puntos en el cuarto partido ante Milwaukee, o los 42 y el tiro para empatar en el quinto de la serie. Ha conseguido la máxima anotación en la historia de la franquicia, suma cinco partidos de +25 puntos y +10 asistencias, nadie tiene más en Miami y se ha convertido, por méritos propios, en uno de los jugadores más importantes de la no muy larga historia de la franquicia. Porque Dwayne Wade y Alonzo Mourning fueron los mejores, LeBron James o Tim Hardaway han vestido la camiseta, pero Jimmy Butler lleva cuatro años rompiendo barreras. Y está a un partido de destrozar otra.