Joel Embiid y el lento despertar de la bestia
Se ha vuelto habitual que el pívot camerunés tarde unos partidos en empezar a jugar al máximo nivel, generalmente después de caer enfermo. Hemos llegado a ese punto.
Joel Embiid fue, al menos por unos días, el favorito en todas las casas de apuestas para hacerse con el MVP la pasada temporada. Tras quedar finalista los últimos tres años, segundo los últimos dos, 2023 iba a ser su año. Contaba con el mejor equipo posible desde 2019 y Embiid es, sin argumentos en contra, la referencia de estos Sixers pese a la presencia de James Harden en el equipo. Pero el inicio de temporada había dejado dudas.
Si bien los números llegaban con facilidad (26, 40, 26 otra vez y 31 puntos) y promediaba diez rebotes tirando un 52%, Philadelphia era lo contrario a un equipo de baloncesto. La defensa hacía aguas, especialmente con Harden y Maxey como referentes exteriores, y la temporada empezaba con cuatro derrotas en cinco partidos. De hecho, la segunda victoria de la temporada y la más clara de todo el año llegaba sin Embiid. Una lesión en la rodilla y una gripe justo después le alejaban cuatro partidos y los Sixers, que perdían a James Harden también, llegaban a la segunda semana de noviembre con un récord de 4-6.
Y cuando el planeta NBA empezaba a hablar de la crisis de los Sixers, a la altura de Brooklyn y Lakers, despertaba Joel. Victorias ante Phoenix, Atlanta y Utah y con Embiid pasando de ser una sombra del MVP a retazos de Wilt Chamberlain.
Un partido para el recuerdo
La actuación del camerunés ante Utah Jazz el pasado día 13 es, estadísticamente, una de las mayores exhibiciones del baloncesto moderno. Utilizando la métrica game score, algo similar a la valoración en el baloncesto FIBA, solo ha habido siete partidos mejores que el cosechado por Joel Embiid: fueron 59 puntos (19/28 en tiros), 11 rebotes, 8 asistencias y 7 tapones. En orden de mejor a peor, Jordan (dos veces), Kobe en la noche que anotó 81, Karl Malone con 61 puntos, los 73 de David Thompson, un triple-doble de Harden con 60 puntos y los 70 de Devin Booker. No ha habido otro mejor.
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— Philadelphia 76ers (@sixers) November 15, 2022
Venía de meter 42 la noche anterior ante los Hawks, 26 dos días antes y 33 a la defensa de Phoenix, en todas con doble-doble y solo una noche lanzando por debajo del 50%. Embiid ha promediado 40 puntos durante la semana en la que los Sixers han ganado tres de sus cuatro encuentros y han vuelto al 50% de victorias, 7-7. "Nunca he visto una actuación más dominante cuando combinas ataque y defensa", decía su entrenador, Doc Rivers tras el triunfo ante los Jazz.
Y es que el principal cambio viene atrás. Durante los primeros seis partidos, Embiid permitía a sus rivales lanzar un 14.5% mejor cerca del aro defendidos por el camerunés, una de las peores cifras de la NBA. En los últimos cuatro la cifra ha bajado a 1.6%, algo aceptable (todavía no es buen número) pero lejos de la élite de la NBA, donde se cuela Usman Garuba. Ha habido un cambio de rendimiento, pero también de actitud en su aportación defensiva.
Se repite la historia
Ahora ha vuelto a su nivel MVP, el que sospechábamos todos que iba a tener. Y la historia es muy similar a la del curso pasado. En 2021, Joel Embiid empezó la temporada con unos números muy bajos pese al buen inicio de los Sixers. Mientras Philadelphia luchaba por el número uno de la conferencia, Embiid sufría para anotar 21 puntos por noche. Y como este año con la gripe, entonces llegó la COVID. Por el famoso virus, el camerunés se perdió dos semanas y media. Fue bastante duro, además.
"No sabía si iba a poder salir adelante, fue así de duro. Doy gracias por poder estar aquí", explicaba en su vuelta. Y tras dos partidos flojos, su temporada se disparó a nivel luchar por el MVP. Si Philadelphia hubiera luchado por el primer puesto del Este, igual no estaríamos hablando del segundo trofeo para Nikola Jokic. En dos meses firmó siete partidos de 40 puntos y 10 rebotes, consiguió deshacerse de Ben Simmons a cambio de Harden y llegó a promediar 32.4 puntos con 11.2 rebotes. Cifras de mejor jugador de la liga.
Se ha vuelto algo habitual. Joel Embiid tiene un arranque tardío, aunque esta temporada ha encendido los motores algo más rápido que en otros años. La duda es si, una vez empieza a jugar a este nivel, puede conseguir llevar a los Sixers hasta lo más alto de la tabla. Embiid suspira por ganar un MVP, pero tendrá que luchar contra Giannis, que ya sabe ganar dos, y un Tatum que ha empezado la campaña como un tiro. ¿Le dará tiempo?